Análisis de 'Shaq-Fu'. Arderás en el infierno...

Análisis de 'Shaq-Fu'. Arderás en el infierno...
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Oficinas de Electronic Arts, 13 de julio de 1993. El sol cae a plomo y se filtra entre los grandes ventanales que iluminan el despacho del presidente Don A. Mattrick. Será una reunión dura con los chicos de Delphine Software, están preparando un videojuego de lucha uno contra uno, que va a revolucionar el mercado. Atrás quedarán viejas glorias como Street Fighter y Mortal Kombat. El futuro se escribe aquí, en las oficinas del cubo, el círculo y el triángulo.

La tensión se masca en el ambiente, el juego está costando dinero y lo que hay hecho hasta ahora no acaba de convencer. Necesitan un golpe de efecto. Todos los juegos tienen personajes memorables, maldita sea! - exclama airado Mr. Mattrick - necesitamos un referente! ... y creo que se quien puede ser, Shaquille O'neal!, Lo convenceremos de que de nombre a este videojuego de combate, lo haremos el protagonista, le tomaremos unas fotos simulando practicar artes marciales y ¡bingo!. Esto se va a vender como rosquillas chicos, presiento que estamos ante una de las jugadas maestras en la historia de la empresa.- Había nacido 'ShaqFu'. Posiblemente uno de los peores videojuegos de lucha de la historia, pero desde aquí vamos a intentar defenderlo como lo haría el presidente de E.A. ante la junta de accionistas el día de su despido.

Por supuesto la historia es una ficción, pero si nos paramos a pensar con detenimiento, nuestros maltrechos cerebritos sólo podrán llegar a dos conclusiones, la primera parecida a la historia de antes y la segunda involucra un cargamento de alcohol extraviado, drogas y mujeres. Así que imagino que la decisión de meter a O'neal se debió a una decisión puramente estratégica... ufff.

Empecemos a analizar esta pequeña maravilla que vio la luz en SNES, MegaDrive, GameGear y GameBoy en el año 1994. Y atémonos los machos que vienen curvas, no están señalizadas y lo más probable es que acabemos estampados contra una pared (fabricada con cientos de cartuchos de 'ShaqFu').

Historia.

En una situación de análisis normal, no haría falta desgranar la historia de un videojuego. Pero amigos, 'ShaqFu' no es normal en ninguno de sus aspectos y este no podía ser menos. Cuenta la leyenda... que Shaq, un día estaba por Japón preparándose para un partidillo amistoso y decidió entrar a un viejo Dojo que había en la calle. Al entrar un anciano lo reconoció como el "enviado de las estrellas" (asociación argumental con la All'Star de la NBA que podría haber hecho la Señora Paquita de la frutería de mi calle) y le pidió un favor, tal como la antigua leyenda rezaba: el enviado deberá salvar a un niño llamado Nezu de las garras de Sett-Ra (el final boss). Para salvar al niño ese de las narices, O'Neal tendrá que pasar a la trastienda del viejo Dojo y de repente llegará a una nueva dimensión, en donde los combates y la sangre le esperan. Eran los 90 amigos, ¿a quién le importa el maldito guión?

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Basta decir que el juego fue criticadísimo en su momento por la pobre linea argumental. Imaginad que antes de un combate, en esas típicas frases canallescas que los dos partenaires acostumbran a decirse, Shaq y quién demonios sea su oponente se retan con frases del calibre: Te voy a romper los dientes si no me dices donde está el niño, mamita. Te diré algo sobre ese niño si antes me consigues rebanar los sesos.

Esto es síntesis y lo demás son tonterías, que aprenda Ken Follet.

Gráficos.

Aquí si que tengo que lanzar una gran horda a su favor. Los gráficos son muy buenos, las animaciones son soberbias y los escenarios son coloridos y bastante animados. Vamos, mejora sensiblemente bodrios coetáneos como 'Rise of Robots'.

La única pega es que los sprites de los luchadores son demasiado pequeños. No injugables, ni muy alarmantes, pero decididamente pequeños si los comparamos con los de otros títulos de más envergadura. Cuenta la leyenda que al intentar trabajar tanto las animaciones (probadlo en serio, se mueven a lo grande y se nota una mano de animador tradicional que deja en ridículo a la animación de los clásicos de Capcom y Midway) tuvieron que reducir el tamaño para no sobrecargar la máquina.

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El diseño de los personajes merece un punto y a parte. Shaq se nos presenta en pantalones cortos y camiseta a colores chillones, como debe ser un buen jugador, siempre listo para entrar en el partido. Los enemigos, probablement, sean la plantilla más ridícula y con poco carisma de la historia de los juegos de lucha y tampoco les ayuda que todos sus ataques sean copias de otros juegos. Patadas rápidas a lo Chun-li, hadooken a lo Ryu, Uppercuts, Sonic Boombs, etc. vamos que lo que invirtieron en animaciones no lo gastaron en imaginar estilos de lucha, para que, si lo que importa es que se peguen y "¡tenemos a Shaquille O'Neal, esto va a vender!".

Música.

Mi corazón me pide ser bueno, me pide homenajear desde aquí a los cientos de artistas musicales midi que nos hicieron soñar a los mandos de la generación de 8 y 16 bits, pero no puedo. La música es mala, malísima. Repetitiva, cansina y muy mal compuesta en general, tiene sin embargo, algunos temas interesantes (el de las escenas de intro o el del príncipe Tajj, por ejemplo). En definitiva nada excepcionalmente bueno, mas bien mediocre.

Jugabilidad.

Y señores, llegamos a lo que probablemente mató el juego (si es que alguna vez vivió). El sistema de colisiones. El maldito sistema de colisiones, mejor dicho.

Si bien Shaq and friends respondían bien al mando, sus ataques eran fáciles de realizar y la dificultad estaba bastante ajustada, cuando llegaba el momento de atollinar (perdonad la bajada de nivel intelectual) al personal, el juego fallaba estrepitosamente. No se sabe porqué los chicos de Delphine Software implementaron un sistema que sólo contaba el golpe cuando el rival era golpeado justo en el centro del sprite.

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Imaginad la frustración al intentar dar patadas altas, golpes en el aire, patadas bajas o ataques a ras de suelo y comprobar que el enemigo ni se enteraba. Al cabo de unas partidas el juego acababa estrellado contra una pared y nosotros maldiciendo a Shaquille O'Neal y al del videoclub que te lo había recomendado alquilar.

Resumiendo, según muchos uno de los peores juegos de la historia. Puede que tengan razón y que debamos colocarlo en un foso en el desierto junto a cientos de copias de E.T. pero desde aquí os pido que le deis una oportunidad (todos sabéis como). Es como los buenos vinos, con el tiempo ha mejorado y dentro de unos 10 años será un gran reserva.

Recomendado para todos los que han soñado ver a Bruce Lee jugar en la NBA. O directamente, para todos aquellos que anhelan ver a sus estrellas del deporte protagonizar videojuegos diversos, jugar al Ronaldo Breakout, al Motta Kombat o al Cesc Invaders.

No recomendado a los que creen que los deportistas han de dedicarse a lo suyo y las fruteras han de dejar de escribir guiones.

Sitio Oficial | ShaqFu Video | Shaq-Fu the VideoGame YouTube

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