Análisis de Doom para Nintendo Switch: un juego igual de bueno, pero con diferencias notables

Análisis de Doom para Nintendo Switch: un juego igual de bueno, pero con diferencias notables

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Análisis de Doom para Nintendo Switch: un juego igual de bueno, pero con diferencias notables

Puede que ‘Super Mario Odyssey’ sea el juego más importante del catálogo de Nintendo Switch este año, pero si hay uno crucial para el futuro de la máquina, ese es sin duda ‘Doom’. De su éxito depende no sólo que Bethesda siga sumando sus juegos a la plataforma, también puede servir de globo sonda al resto de compañías sobre lo bien que pueden funcionar este tipo de títulos en una consola de Nintendo.

Para que eso ocurra, sin embargo, la versión de ‘Doom’ de Nintendo Switch debería ser intachable y eliminar todas las variables posibles de la ecuación. Es decir, que si al final no vende lo esperado, sea más porque el juego no gusta al público de la consola que por otros problemas. Entre ellos, hasta qué punto la comparativa con otras máquinas acaba haciéndole daño.

El Doom de Switch frente a los de PC, PS4 y Xbox One

Dejémoslo claro desde el principio, ‘Doom’ era un juego fantástico en PC, PS4 y Xbox One, y sigue siéndolo en Nintendo Switch. Ayer podíamos ver de forma detallada cómo le había sentado el cambio en una comparativa con el resto de versiones y, sí, en Switch se ve bastante peor que en el resto de consolas, pero de la misma forma que el PC se mea en todas ellas.

Es una oportunidad genial para recuperar aquello de “los gráficos no lo son todo”, algo que se mantiene aquí indudablemente pese a que acercarnos a ciertas texturas supone un drama importante. Si vas a encontrarle pegas a sus detalles gráficos, no te preocupes, no te llevará mucho tiempo encontrarlos. Si vas a jugar y a disfrutar de lo que ‘Doom’ ofrece, lo bien que se vea la piedra de una pared te va a importar bien poco.

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Más aún teniendo en cuenta lo frenético que es el juego y lo imprescindible que es estar siempre en constante movimiento para no morir. De pasada y a gran velocidad, todos los gráficos son buenos, y en momentos así estarás pensando en qué y cómo disparar a un demonio que está a un hilo de vida de hacerte volver al último punto de control.

Podría verse peor, mucho peor. De hecho, incluso hubiese preferido que fuese así y que el juego se hubiese acercado a las 60 imágenes por segundo de forma estable, un cambio que me parece mucho más importante que la calidad de las texturas. Si esas no se notaban cuando estás corriendo a gran velocidad y saltando y esquivando proyectiles, la tasa de refresco es algo que indudablemente se magnifica.

Aguanta bien los 30fps, y sólo en un par de ocasiones en las que la pantalla se llenaba de bichos en movimiento y partículas, su estabilidad se ha visto comprometida. Pero en mi caso, habría preferido que se viese afectada un poco más la calidad visual del juego en favor de aumentar esa tasa de imágenes. Pese a ello entiendo hasta qué punto era importante tanto para Bethesda como para Nintendo, que su aspecto no se viese más comprometido.

Eso sí, lo que me parece muy de coña para un juego que presumiblemente se ha rehecho desde cero para adaptarse a Switch, es que sea imposible jugarlo en modo portátil si no quieres quedarte bizco con el tamaño de la fuente. Puede que no sea importante para subtítulos y demás, pero cuando toca cumplir desafíos o leer instrucciones sobre algo, la letra es excesivamente pequeña. Es un problema que no he tenido en otros juegos de la consola y que se soluciona en modo sobremesa.

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Eso y ciertos problemas de sonido, dos pitidos raros de varios segundos y una pérdida de la música del juego que se arregló al volver al último punto de control, han sido los dos únicos inconvenientes que me ha lanzado ‘Doom’ a la cara, quedando así su aspecto gráfico y estabilidad en un segundísimo plano que no debería preocuparle a nadie que le tenga ganas al juego.

Doom como juego sigue siendo intachable

Saltemos a él, que ya toca, y es que si ‘Doom’ brilla por algo no es por todo lo técnico, sino por lo jugable. Mi caso es el de muchos de los que os interesais ahora por el juego, aún no había tenido la oportunidad de probarlo pese a que me habían hablado maravillas de él y ha estado de oferta por un puñado de euros en varias ocasiones en otras plataformas.

Si estás aquí es, probablemente, porque esa también ha sido tu situación y, por falta de plataformas o porque no has visto el momento, su llegada a Switch puede ser una oportunidad de resarcir el no haber jugado a esta joya. Algo que puedes hacer de la mano de su modo campaña, el modo arcade que deja de lado la historia y se centra en que multipliques tu puntuación al máximo, y el modo multijugador con todos sus DLC.

He pasado muy de puntillas por este último, en parte porque los servidores estaban muy vacíos para jugar de forma cómoda, pero teniendo en cuenta que es el primer multi de este estilo en Nintendo Switch, bien puede ser una buena razón para acercarse a él. Será cuestión de tiempo averiguar hasta qué punto funciona sin problemas, pero va más que sobrado de contenido, skins y desafíos a desbloquear y completar en una tarea que puede llevarte varias semanas.

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No tanto la campaña, con una duración de dos tardes yendo con la calma, y a falta de descubrir muchos de los secretos que bien podrían alargar esa duración un par de días más. De todas formas, si quieres poner en duda su duración, puedes hacerlo, pero con lo que te vas a dar de bruces es con la calidad y diversión que atesora, porque ahí no hay queja posible.

Recuperando el frenético estilo de los 80 y 90, ‘Doom’ no es el típico juego en el que te parapetas tras una caja a disparar, es el que te pide estar en constante movimiento aprovechando las habilidades que vas desbloqueando de tus armas para masacrar enemigos, ya sea a base de cartuchos de escopeta o realizando los ataques brutales que llevan el gore a Nintendo Switch con acciones como partirle la mandíbula a un esqueleto o arrancarle un ojo a un Cacodemonio.

De todo lo que mates, lo mucho que explores y tu habilidad al cumplir los distintos retos que hay por nivel, dependerá cómo de fácil será hacer todo eso, teniendo así la posibilidad no sólo de mejorar tus armas, también aspectos como la munición que extraes de ellos al realizar las muertes brutales o el control que tengas del vuelo del doble salto. En resumen, que aunque no lo parezca, tienes juego para rato, y además tremendamente satisfactorio.

La opinión de VidaExtra

‘Doom’ es el festival de violencia y música machacona en el que refugiarte tras un día de pena. Una obra clave en los últimos años que, por su faceta jugable, es poco más que imprescindible. Sigue siéndolo en Nintendo Switch con todas esas letras pero, aunque gana en portabilidad, pierde fuerza en la otra cara de la moneda, la relativa a aspectos más técnicos.

Ninguno de ellos es lo suficientemente grave como para que esta versión no sea recomendable, más aún si es tu única opción de acercarte a este juego, pero si tienes otras plataformas, tal vez quieras invertir ese dinero en una versión mejor. En tus manos queda, pero con una u otra decisión, con ‘Doom’ siempre vas a salir ganando.

Trailer de lanzamiento de la versión de 2016.

A favor

  • Sigue siendo un juego soberbio
  • Que tenga todos los DLC incluidos
  • Un juego que puede durarte semanas

En contra

  • Algunas caídas de frames puntuales
  • La enorme descarga que supone tener que bajar el multijugador y las voces en español
  • Que sea a 30fps en vez de a 60fps
  • La pérdida del modo Snap y su editor de niveles
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