'Kane & Lynch 2: Dog Days'. Análisis

'Kane & Lynch 2: Dog Days'. Análisis
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Dicen que lo que falla actualmente en esta industria son la falta de ideas. No, ideas hay y muy buenas, pero cuando no hay dinero para llevarlas a cabo sí que lo hay y se hace mal. La franquicia de ‘Kane & Lynch’ es un claro ejemplo de esta última y lamentablemente ‘Kane & Lynch 2: Dog Days’, título que hoy ocupa este análisis, corre la misma suerte.

Los que lleváis tiempo con nosotros sabéis de buena tinta que nunca me ha temblado la mano al defender el primer título. Un juego con menos fallos que muchos de los conocidos como triple A de esta generación, que se apoyaba en una historia y personajes muy agresivos y carismáticos.

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Lo que mal empieza…

Pese a ello la somanta de palos recibida por la crítica especializada fue antológica, con escándalo por despido a un redactor por no acatar lo que indicaba un maletín bajo mano incluido. La opinión fue unánime: gran potencial inexplicablemente desaprovechado. Los fallos y la falta de madurez del título hicieron el resto.

A pesar de la controversia generada de entre las cenizas resurgimos algunos jugadores con una copia de ‘Kane & Lynch’ en la mano y una sonrisa en los labios. No es que fuésemos unos iluminados que vimos en el título de IO Interactive algo que los demás no alcanzaron vislumbrar, simplemente sus ensombrecidas bondades pasaron por encima de sus fallos. Léase una historia fuera de lo común, unos personajes que son de lo mejorcito que ha parido esta generación y una variedad de situaciones y escenarios dignas de la mejor película de acción palomitera.

Todo ello, sumado a nuestra estúpida costumbre de apoyar nuestras esperanzas en promesas sin futuro, hicieron que al poco tiempo de salir ‘Kane & Lynch’ se anunciase una segunda entrega. Una que potenciase los puntos positivos del primer título y eliminase por completo sus negativos.

Y llegamos a nuestros días, en los que os juro que desearía poder afirmar que la promesa se ha cumplido, pero nada más lejos de la realidad.

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... peor acaba

Que el primer tenía una buena historia, pues fuera. Variedad, borrada. Carisma, eliminado. Se han cargado con la facilidad de un sudoku de nueve casillas un auténtico bombazo que podría haber sentado cátedra. ¿Por qué? Parémonos punto por punto.

En ‘Kane & Lynch 2: Dog Days’ un Lynch aparentemente rehabilitado mete en un lío a su compañero por volarle la tapa de los sesos a la persona menos indicada. Fin. Ni se sabe como se llegó a este punto ni las razones para retomar la historia a partir de aquí. A la falta de giros argumentales se le suma un compendio de situaciones predecibles que acaban con el argumento del juego en el mismo punto en el que empezamos. Podría no haber pasado nada y seguiríamos conociendo igual de bien, o de mal (de hecho yo me decanto por este último mal que me pese), a ambos personajes.

Resumiendo el contenido de dicho argumento pasamos al siguiente punto, la variedad, o mejor la falta de ella. En la primera entrega teníamos una huída, un atraco a un banco, un asalto a un edificio, viaje a Sudamérica, asalto a un avión en la pista de despegue… En la segunda corremos pegando tiros por las calles de Shangai, hacemos lo mismo completamente desnudos y acabamos haciendo lo propio, pero con ropa, en el aeropuerto de la misma ciudad. Por aquello de no aburrir demasiado al personal en un momento puntual el recorrido pegando tiros por la urbe china lo haremos en helicóptero.

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Sumadle un número de armas y enemigos distintos que se pueden contar con los dedos, rivales cortos de miras, un sistema de cobertura que jugará en tu contra durante la mayor parte del juego, las caídas que sufre el personaje cada vez que estás a punto de morir imposibilitando que acabes recuperándote y un intento por parte de sus creadores de introducir un par de situaciones de sigilo que deberéis superar a tiro limpio si no queréis perder los estribos.

Los diálogos de humor negro continúan pero, por nostalgia o simple reiteración, ya no nos enganchan ni sorprenden como antes. Eso sí, puntazo para sus creadores el tener el valor de meter a dos canallas huir en pelotas tras escabullirse de una antológica tortura que habría impresionado lo suficiente si los cuerpos de los personajes no hubiesen parecido de plástico. Un fallo enorme en el apartado gráfico que sin embargo choca con la mejor baza del título, su puesta en escena.

No todo iba a ser malo ¿O sí?

Su diseño es el único apartado que realmente me ha encandilado de ‘Kane & Lynch 2: Dog Days’, y si embargo es un tema no exento de polémica. Al más puro estilo documental una cámara de mano seguirá los pasos de ambos delincuentes, con los correspondientes giros bruscos, efectos de luces, censurado de excesos de vísceras; aportando una estética que muchos han tildado de mareante pero que personalmente me ha parecido tan arriesgada como atractiva. Tanto al juego como a la historia le pega mucho esta novedad, pero lamentablemente es lo único positivo que he conseguido extraerle. Y eso contando con que dicho punto os llame la atención, algo que como ya he dicho podría no suceder.

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A partir de aquí tenemos horas para intentar descubrir el gran secreto que haría de ‘Kane & Lynch 2: Dog Days’ un juego imprescindible en su lanzamiento, pero ni siquiera un entretenido modo online, que intenta animar la cara de primos que se nos queda cuando nos pasamos el modo historia en algo más de 3 horas, consigue solucionar la papeleta.

‘Kane & Lynch 2: Dog Days’ es la crónica de una muerte anunciada. Una que todos dábamos por consumada antes de que llegara y por desgracia nadie ha podido evitar. Uno de esos juegos que se venderá como churros cuando su precio llegue a la cifra que se merece.

Ahora viene el momento en el que deseamos que la llegada de una tercera entrega de ‘Kane & Lynch’ consiga llevarles al trono que prometía el potencial de esta saga. Pero ésta seguramente llegará coincidiendo con el lanzamiento de la película basada en las peripecias de ambos descerebrados. Creo que no hace falta que diga más. Eso de “la esperanza es lo último que se pierde” ha pasado a convertirse en una mera habladuría.

Ficha Técnica: Kane & Lynch 2: Dog Days

Dicen que lo que falla actualmente en esta industria son la falta de ideas. No, ideas hay y muy buenas, pero cuando no hay dinero para llevarlas a cabo sí que lo hay y se hace mal. La franquicia de ‘Kane & Lynch’ es un claro ejemplo de esta última y lamentablemente ‘Kane & Lynch 2: Dog Days’, título que hoy ocupa este análisis, corre la misma suerte.

Los que lleváis tiempo con nosotros sabéis de buena tinta que nunca me ha temblado la mano al defender el primer título. Un juego con menos fallos que muchos de los conocidos como triple A de esta generación, que se apoyaba en una historia y personajes muy agresivos y carismáticos.

analisis_kane_lynch_2_004.jpg

Lo que mal empieza…

Pese a ello la somanta de palos recibida por la crítica especializada fue antológica, con escándalo por despido a un redactor por no acatar lo que indicaba un maletín bajo mano incluido. La opinión fue unánime: gran potencial inexplicablemente desaprovechado. Los fallos y la falta de madurez del título hicieron el resto.

A pesar de la controversia generada de entre las cenizas resurgimos algunos jugadores con una copia de ‘Kane & Lynch’ en la mano y una sonrisa en los labios. No es que fuésemos unos iluminados que vimos en el título de IO Interactive algo que los demás no alcanzaron vislumbrar, simplemente sus ensombrecidas bondades pasaron por encima de sus fallos. Léase una historia fuera de lo común, unos personajes que son de lo mejorcito que ha parido esta generación y una variedad de situaciones y escenarios dignas de la mejor película de acción palomitera.

Todo ello, sumado a nuestra estúpida costumbre de apoyar nuestras esperanzas en promesas sin futuro, hicieron que al poco tiempo de salir ‘Kane & Lynch’ se anunciase una segunda entrega. Una que potenciase los puntos positivos del primer título y eliminase por completo sus negativos.

Y llegamos a nuestros días, en los que os juro que desearía poder afirmar que la promesa se ha cumplido, pero nada más lejos de la realidad.

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... peor acaba

Que el primer tenía una buena historia, pues fuera. Variedad, borrada. Carisma, eliminado. Se han cargado con la facilidad de un sudoku de nueve casillas un auténtico bombazo que podría haber sentado cátedra. ¿Por qué? Parémonos punto por punto.

En ‘Kane & Lynch 2: Dog Days’ un Lynch aparentemente rehabilitado mete en un lío a su compañero por volarle la tapa de los sesos a la persona menos indicada. Fin. Ni se sabe como se llegó a este punto ni las razones para retomar la historia a partir de aquí. A la falta de giros argumentales se le suma un compendio de situaciones predecibles que acaban con el argumento del juego en el mismo punto en el que empezamos. Podría no haber pasado nada y seguiríamos conociendo igual de bien, o de mal (de hecho yo me decanto por este último mal que me pese), a ambos personajes.

Resumiendo el contenido de dicho argumento pasamos al siguiente punto, la variedad, o mejor la falta de ella. En la primera entrega teníamos una huída, un atraco a un banco, un asalto a un edificio, viaje a Sudamérica, asalto a un avión en la pista de despegue… En la segunda corremos pegando tiros por las calles de Shangai, hacemos lo mismo completamente desnudos y acabamos haciendo lo propio, pero con ropa, en el aeropuerto de la misma ciudad. Por aquello de no aburrir demasiado al personal en un momento puntual el recorrido pegando tiros por la urbe china lo haremos en helicóptero.

analisis_kane_lynch_2_001.jpg

Sumadle un número de armas y enemigos distintos que se pueden contar con los dedos, rivales cortos de miras, un sistema de cobertura que jugará en tu contra durante la mayor parte del juego, las caídas que sufre el personaje cada vez que estás a punto de morir imposibilitando que acabes recuperándote y un intento por parte de sus creadores de introducir un par de situaciones de sigilo que deberéis superar a tiro limpio si no queréis perder los estribos.

Los diálogos de humor negro continúan pero, por nostalgia o simple reiteración, ya no nos enganchan ni sorprenden como antes. Eso sí, puntazo para sus creadores el tener el valor de meter a dos canallas huir en pelotas tras escabullirse de una antológica tortura que habría impresionado lo suficiente si los cuerpos de los personajes no hubiesen parecido de plástico. Un fallo enorme en el apartado gráfico que sin embargo choca con la mejor baza del título, su puesta en escena.

No todo iba a ser malo ¿O sí?

Su diseño es el único apartado que realmente me ha encandilado de ‘Kane & Lynch 2: Dog Days’, y si embargo es un tema no exento de polémica. Al más puro estilo documental una cámara de mano seguirá los pasos de ambos delincuentes, con los correspondientes giros bruscos, efectos de luces, censurado de excesos de vísceras; aportando una estética que muchos han tildado de mareante pero que personalmente me ha parecido tan arriesgada como atractiva. Tanto al juego como a la historia le pega mucho esta novedad, pero lamentablemente es lo único positivo que he conseguido extraerle. Y eso contando con que dicho punto os llame la atención, algo que como ya he dicho podría no suceder.

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A partir de aquí tenemos horas para intentar descubrir el gran secreto que haría de ‘Kane & Lynch 2: Dog Days’ un juego imprescindible en su lanzamiento, pero ni siquiera un entretenido modo online, que intenta animar la cara de primos que se nos queda cuando nos pasamos el modo historia en algo más de 3 horas, consigue solucionar la papeleta.

‘Kane & Lynch 2: Dog Days’ es la crónica de una muerte anunciada. Una que todos dábamos por consumada antes de que llegara y por desgracia nadie ha podido evitar. Uno de esos juegos que se venderá como churros cuando su precio llegue a la cifra que se merece.

Ahora viene el momento en el que deseamos que la llegada de una tercera entrega de ‘Kane & Lynch’ consiga llevarles al trono que prometía el potencial de esta saga. Pero ésta seguramente llegará coincidiendo con el lanzamiento de la película basada en las peripecias de ambos descerebrados. Creo que no hace falta que diga más. Eso de “la esperanza es lo último que se pierde” ha pasado a convertirse en una mera habladuría.

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Lo que mal empieza…

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  • Plataformas: PS3, XBox 360
  • Editor: Eidos
  • Desarrollador: IO Interactive
  • Lanzamiento: Ya disponible
  • Precio: 69,95 euros

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Kane & Lynch 2: Dog Days
  • Plataformas: PS3, XBox 360

  • Editor: Eidos

  • Desarrollador: IO Interactive

  • Lanzamiento: Ya disponible

  • Precio: 69,95 euros


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