'L.A. Noire' para PS3: análisis

'L.A. Noire' para PS3: análisis
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Una ciudad forjada a base de sueños y pesadillas. Un mastodonte incontrolable en el que convive gente de bien que no ha perdido la inocencia y gente que hace todo lo posible para no encontrarla. Un lugar cálido, amable y grandilocuente pero también corrupto, oscuro y mezquino. Son los años cuarenta, Los Ángeles, la mayoría de ciudadanos viven deslumbrados por el glamour, las luces de neón y las puestas de sol en Venice Beach. Sólo unos pocos saben que toda luz implica sombra y ahí, en la sombra, está el peligro. Eres Cole Phelps, policía del LAPD y esto es ‘L.A. Noire’.

Después de un tortuoso desarrollo del que muchos creímos no saldría bien parado llega hasta nosotros la última obra maestra de Rockstar. Y sí, permitidme calificarlo como tal desde el segundo párrafo. Puede que no sea un juego perfecto, puede que tenga bajones de ritmo o algunos pequeños bugs pero que nadie dude de que estamos ante un juego que va a marcar tendencia y si mucho me apuráis un antes y un después en los títulos de gran presupuesto. ¿Qué título que aspire a ser AAA y a jugar con los sentimientos de sus protagonistas de un modo adulto (pienso en ‘Heavy Rain’ o ‘Alan Wake’) va a atreverse a quedar por debajo de de este tour de force?

Por supuesto este análisis es totalmente subjetivo y vosotros podéis tener una opinión radicalmente distinta. Para eso están los comentarios, para que lo debatamos. Pero ahora centrémonos en todo lo que ofrece ‘L.A. Noire’.

Se rompe la barrera, no controlas al personaje… te conviertes en él

la noire de Ingame

Mucho hemos hablado de que el cine y el mundo de los videojuegos acabarán convergiendo algún día. Puede que no sea hoy o mañana, pero algún día chocarán como dos trenes enfrentados y de ahí saldrá algo nuevo. No estamos en ese día, tranquilos, pero ‘L.A. Noire’ traza el camino para llegar más rápido a él.

Como si de un thriller se tratase el juego va liberando pistas, partes del puzzle, que algún día acabarán por encajar. Y mientras llega ese día los personajes (cuanto ayuda esa nueva tecnología de captura facial de movimientos), el cómo están construidos, el carisma que desprenden, sus reacciones, sus dilemas, la sobrecogedora ciudad que los rodea y amenaza con engullirlos… te van conquistando hasta que sin querer estás totalmente inmerso en la trama. Te sientes Cole Phelps. Y en pocos juegos llegas a estar tan identificado con el personaje principal.

Se rompe esa barrera que nos separa y es muy curioso comprobar lo bien que sienta. No eres un ávido machacador de botones que controla a Kratos y aniquila Dioses venidos a menos mediante pulsaciones más o menos rítmicas, no. Eres Cole Phelps, un detective de Los Ángeles, intentando hacer su trabajo lo mejor posible día a día. Manteniendo la dignidad y el respeto por una ciudad que podría derrotar a cualquier otro menos a ti.

Dejadme ir directo al grano, no quiero que perdáis más tiempo. Esa es la gran virtud de ‘L.A. Noire’, al menos bajo mi sesgada opinión. Proeza tecnológica bajo una dirección de arte impresionante, un doblaje de lujo, mecánicas de juego originales… meras anécdotas cuando tu cabeza se rompe en pedazos y te descubres pensando como el detective, intentando hilvanar pistas, detectar la mentira en las personas a las que interrogas. No están mintiéndole a Cole Phelps, te están mintiendo a ti y tú tienes la responsabilidad de resolver el caso.

La diversión tranquila y sosegada

la noire para xbox 360

Pero dejemos de divagar y centrémonos en aspectos menos volátiles. Cuando poco a poco íbamos enterándonos de que ‘L.A. Noire’ sería un juego de investigación muchos nos preguntamos cómo se iba a resolver esa parte. Acostumbrados en exceso a los juegos de acción rápida, de los que hacen que chorree la dopamina por tu sien a base de explosiones y tiroteos constantes, dudábamos de cómo la pausa, el sosiego y el tiempo de reflexión necesario para anudar las pistas de un caso y desenmascarar al culpable se iban a representar.

Pensad en una película o una serie. El detective llega a la escena del crimen, analiza la situación, descubre evidencias, relaciona sospechosos o lugares, los visita, interroga, vuelve a su despacho, piensa, le da vueltas, logra otra pista que lo lleva a un nuevo lugar, vuelve a recolectar pistas… hasta que obtiene tantas piezas del puzzle que puede empezar a montarlo. Y ahí surgen las relaciones, se dibuja un posible escenario, una trama, un argumento… se monta una hipótesis sostenida con pruebas. Y entonces se va a la caza del sospechoso.

¿Un juego basado en ese proceso puede ser divertido? ¿Y las explosiones, los tiroteos frenéticos o el sistema de parapeteo y cobertura que todo juego moderno lleva? Pues contestando en orden a las preguntas diré que sí, un juego basado en eso puede ser divertido pero ‘L.A. Noire’, además, tiene de lo otro.

Es un juego de ritmo pausado, que te pide como usuario que te dejes llevar, te sientes y lo disfrutes. Apaga la luz, ponte cómodo y prepárate para bucear en el Los Ángeles de los años cuarenta.

Puede que empiece lento, en el fondo el juego ya se ha iniciado pero la primera hora no es más que un tutorial, pero una vez que comience a tomar ritmo será imparable. Estructurado en forma de casos separados, podría pensarse en una serie de televisión en la que cada caso corresponde a un capítulo y todos juntos hacen una temporada completa, iremos viviendo junto a Cole Phelps su particular progresión dentro del cuerpo de policía de Los Ángeles. Comprended que no os pueda desvelar absolutamente nada de su argumento, es una de las grandes gemas del juego.

Cada caso, algunos buenos, menos buenos y otros sencillamente brillantes, es auto conclusivo aunque se nos van dando pistas de un arco argumental que estará presente durante todo el juego y que, centrado en la figura de Cole Phelps y su pasado, se encarga de unificar todo lo que hacemos.

Nadie dijo que ser un detective fuese fácil

LA Noire

Qué mal acostumbrados nos tienen el cine y la televisión. Detectives súper dotados, mentalistas que siempre van un paso más allá, científicos con tecnología imposible, escritores con un poder de deducción que raya lo sobrenatural… sí, muy bonito para el espectador pero no tanto si lo que queremos es vivir esa experiencia.

Cole Phelps es un hombre íntegro, legal, inteligente, audaz… pero no un súper dotado claro. Deberá (deberemos) buscar pistas, peinar las escenas del crimen, interrogar a testigos, explorar, recabar datos… y así, al final, cuando las pistas empiecen a encajar, afrontar un interrogatorio en el que deberemos lograr que el implicado se hunda a base de acusaciones razonables apoyadas en pruebas irrefutables.

Y ahí, en los interrogatorios, el juego saca pecho, se luce y demuestra todo su poder. La tecnología aplicada en el movimiento de la cara es, sencillamente, espectacular. Una parte clave e importantísima para borrar la frontera entre llevar a un personaje o creernos realmente que somos Phelps. Cómo gesticulan, cómo apartan la mirada cuando se les acusa, cómo se muerden los labios, rechinan los dientes… podría perder diez líneas hablando de las bondades del sistema y de lo mucho que hace por el juego pero sería perder el tiempo. Habéis visto vídeos, pues jugarlo es mucho mejor todavía.

Existen, por supuesto, persecuciones a pie, tiroteos en los que deberemos parapetarnos, mecánicas que sólo se usarán esa vez y en ese caso en concreto, persecuciones con el coche a través de las calles de L.A, peleas cuerpo a cuerpo… sí, el juego presenta un abanico muy completo de mecánicas de juego que van desgranándose poquito a poco y según lo que marca el guión.

Una ciudad enorme, un tanto desaprovechada

LA Noire: city

Los Ángeles, la ciudad en sí, es uno de los grandes protagonistas del juego. Recreada con todo lujo de detalles, sus grandes avenidas, su zona comercial, las partes residenciales, los bajos fondos, las colinas, las casas de los artistas… si habéis paseado por la ciudad real y la comparáis con lo que el juego ofrece (siendo conscientes de que son los años cuarenta y de que es una representación virtual y muy imaginativa) veréis que sí respiran un aire semejante.

Esa sensación de que no se acaba nunca, esos parches en el suelo, ese asfalto bañado por el sol, esas casitas con jardín a dos pasos del paseo de las estrellas, la autopista, las colinas… Los que llevan viviendo mucho tiempo en Los Ángeles dicen que la ciudad actual es un mal recuerdo de lo que un día fue. Puede ser, pero en ‘L.A. Noire’ la ciudad se muestra impresionante de día, de noche y al atardecer.

Entonces, ¿está desaprovechada? Relativamente sí. Con un mapa tan grande y detallado sería lógico pensar que el jugador tiene libertad absoluta para recorrerlo de pe a pa, ir desbloqueando zonas, sentirse parte de la vida diaria de la megalópolis, descubrir casos, tiendas, paisajes… pero claro, eso sería un ‘GTA’ y esto es ‘L.A. Noire’.

La propia estructura del juego, organizado en casos y con puntos muy claros de a dónde dirigirte, te va llevando sólo a determinadas partes de la ciudad. Sí, coges un coche y la recorres libremente para llegar del punto A al punto B pero en ningún momento sientes la necesidad de, simplemente, pasear para ver zonas que no has visto. Y es una lástima ya que el nivel de detalle supera a todo lo visto anteriormente en juegos de este tipo.

Dicho de otro modo, el uso que le damos a la ciudad (excepto en persecuciones, viajes de un punto a otro y poco más) es anecdótico. Podrían haber sido una serie de circuitos cerrados que simulan ir por dentro de una ciudad y el espíritu del juego seguiría siendo el mismo.

Y es que ‘L.A. Noire’ no va de recorrer una ciudad. Va de resolver casos policiales.

El síndrome de ‘Assassin’s Creed’

la noire analisis sangre

Después de jugarlo durante días y comentarlo con compañeros me he dado cuenta de que algunos sufren el síndrome de ‘Assassin’s Creed’. Dicho de otro modo, creen que el juego es demasiado repetitivo y que pierde su originalidad al cabo de unas cuantas horas. Cuando tienes la sensación de estar haciendo una y otra vez lo mismo.

Puede ser, no niego que la propia concepción del juego parte de repetir fórmulas parecidas una vez tras otra. En cada caso deberemos buscar pistas, interrogar, acusar de mentir, llegar de un punto al otro, etc… eso sí, se van salpicando de tiroteos, persecuciones, mecánicas que sólo están en ese caso en particular y demás historias diseñadas para romper esa sensación de monotonía. En algunas ocasiones lo consiguen y en otras no tanto.

Pero en mi caso debo admitir que jamás he llegado a desconectar de la ilusión que propone el juego. Imagino que esto irá a gustos pero realmente, pese a tener alguna que otra vez esa sensación de “otra vez tengo que realizar esta tarea”, no es algo que lastre mi experiencia con el título de Rockstar.

Lo que sí que ocurre es que hay casos más interesantes que otros. Ya lo veréis cuando juguéis. Cuando un caso es retorcido, presenta a personajes interesantes, tiene una trama brutal o se intuye que todos ocultan algo y no sabes el qué, el juego se vuelve tremendamente interesante y no importa repetir lo que sea necesario. En otras ocasiones sí da la sensación de tener algún que otro caso de relleno o de menos interés.

En resumen…

Muchos considerarán que no es un juego perfecto y tendrán razón. Otros preferirán otro tipo de géneros y también tendrán razón. Los habrá que no hayan conseguido entrar en la dinámica que propone y habrá que comprenderlo. Lo acusarán de ser un poco repetitivo y desde un cierto prisma habrá que compartir su opinión. Pero otros, entre los que me incluyo, disfrutarán como nunca.

Su apartado gráfico, su sensacional sonido, su guión, los casos, las mecánicas de juego, la empatía con los personajes, las expresiones faciales, la ciudad… el feeling, en definitiva. Todos aquellos que alguna vez soñaron con resolver un complicado caso policial, con interrogar a testigos buscando pruebas del delito o con, simplemente, vivir un thriller, están de enhorabuena.

‘L.A. Noire’ se ha convertido en uno de mis juegos del año sin lugar a dudas. Pero ya sabéis que esto no es una ciencia y que puede que vosotros lo veáis desde un prisma totalmente diferente. Ahí está la gracia del asunto. Mientras tanto Cole Phelps sigue resolviendo casos en la parte más sombría de Los Ángeles, esperando que cuando vuelva a casa e intente conciliar el sueño no le asalten las pesadillas de la guerra…

L.A. Noire | PS3

L.A. Noire
  • Plataformas: PlayStation 3, Xbox 360

  • Desarrollador: Team Bondy

  • Distribuidor: Rockstar

  • Lanzamiento: 19/05/2011

  • Precio: 59,90

   <p>L.A. Noire combina la investigación criminal con la acción en 3ª persona en un juego diferente a todo lo que puedas haber experimentado antes y ambientado en el Los Ángeles de 1947.</p>

Vídeo | Youtube

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