A las pruebas me remito. Mirad la fotografía que acompaña a esta entrada, junto a la fecha adjunta en cada una de las imágenes. La primera es del año 2003, un año después de que Satoru Iwata sustituyera a Hiroshi Yamauchi al frente de Nintendo.
Por aquel entonces, Iwata contaba con un semblante joven y dinámico, con 43 años de edad. Sin embargo, como podemos ver en las imágenes, a medida que Nintendo sorprendía al mundo con el éxito de Nintendo DS y, posteriormente, de Wii, la fachada juvenil de Iwata comenzaba a adquirir un aspecto más señorial, mientras sus sienes se iban tiñendo de color plateado.
Así pues, una de dos: o antes se teñía el pelo, o bien el estrés al que está sometido Iwata le está provocando un importante desgaste físico, a pesar de las buenas cifras de ventas de la compañía.
Iwata, que actualmente tiene 48 años, ha conducido a Nintendo a una nueva época dorada como no se vivía desde los tiempos de la Super Nintendo. La buena marcha de la compañía y sus excelentes resultados fiscales no deberían darle motivos para preocuparse. Pero aun así, como queda patente en las imágenes, ha envejecido permaturamente en los últimos cinco años.
Y es que, a pesar de la bonanza económica, no debe ser fácil llevar el peso de una compañía como Nintendo sobre tus hombros.
Vía | Kotaku
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