Noticias de Zelda en Vida Extra

Hace algún tiempo ya dediqué un artículo a reflexionar sobre el factor engrandecedor de la nostalgia. Pues bien, ese artículo viene más a cuento que nunca a raíz de las últimas declaraciones de Eiji Aonuma respecto a la saga Zelda, de la que es hoy por hoy su principal responsable (junto a Miyamoto, claro está):

“Es complicado. Las cosas del pasado pertenecen a nuestra memoria, y se engrandecen en ella. Si juegas a ‘Ocarina of Time’ ahora, te das cuenta de que no es tan bueno.”

La nostalgia es una fuerza poderosa. Al recordar una obra maestra como ‘Ocarina of Time’ uno no lo recuerda por los detalles técnicos o el argumento del juego en sí, sino por las sensaciones que nos provocó en su momento. La sensación de enfrentarnos casi por primera vez a un mundo abierto que podíamos explorar, recreándonos en cada detalle. Y lo que es más importante: el salto de la saga Zelda a las tres dimensiones por todo lo alto.

Según el propio Aonuma, el juego tiene fallos evidentes que se ven hoy en día:

“A veces las cosas no se mueven todo lo rápido que deberían, los gráficos no son tan bellos como deberían, hay algunas partes confusas… cualquier Zelda actual es técnicamente superior. Todo funciona más rápido, más fluido.”

Es evidente que los aspectos técnicos siempre serán superados. Sin embargo, ‘Ocarina of Time’ si que aportó algo que lo hizo insuperable hasta la fecha: un salto técnico descomunal, no solo para la propia saga de Zelda, sino para el mundo de los videojuegos en sí. Esto, en opinión del propio Aonuma y de un servidor, es lo que ha convertido a este juego en un clásico del que todos los que lo jugamos en su momento guardamos un grato recuerdo: lo revolucionario que fue en su momento.

Vía | CVG

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