Proteus

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'Proteus' lleva unos meses haciendo de las suyas en ordenadores. Su epatante y particular propuesta ha encandilado a la crítica pero, ¿y el público? Este juego indie, de autor, no es algo para todo el mundo. Nos encontramos ante un título del que saldrán huyendo los jugadores que gusten de fuertes sensaciones. De la misma forma, los que se sientan atraídos por las propuestas diferentes se verán arrastrados de forma irremisible por sus encantos. Aunque la obra de Ed Key y David Kanaga salió para PC y Mac a principios de 2013, no ha sido hasta finales de octubre que ha llegado a PS Vita y PS3 vía PSN. Lo ha hecho haciendo gala de esa buena costumbre en la que se ha convertido el Cross Buy: una misma compra para dos consolas. Hechas las presentaciones, comenzamos el viaje. 'Proteus', una nueva experiencia guardada en la memoria Fui hacia 'Proteus' como una polilla va hacia la luz. Leer sobre sus islas creadas de forma aleatoria, sus gráficos retro de colores pastel, su música viva y su absoluta ausencia de prisas me encandiló antes incluso de ver una sola imagen del juego. Soy así, inconsciente e impulsivo. Igual esto me lleva a equivocarme en la vida en según qué situaciones, pero no cuando se trata de juegos. Al día siguiente de ese descubrimiento (lo reconozco, no había oído hablar de 'Proteus' hasta el mismo momento en el que apareció en la PSN) ya tenía mis manos sobre él. Fue una experiencia extraña por lo familiar. Salvando unas enormes distancias en lo tecnológico, ya había estado ahí, ya había sentido antes lo mismo. Fue hace años, en Cyrodiil. Me pasó algo muy curioso cuando empecé a jugar a 'Oblivion', allá por los albores de esta generación que ya agoniza. No sabía cómo jugar y, durante semanas, me limité a deambular sin rumbo fijo por ese maravilloso lugar que era Cyrodiil. Activaba objetivos pero desconocía como seguirlos... y me daba igual. Para mí fue una experiencia inolvidable perderme de forma constante entre bosques y montañas, viendo de forma pausada cómo el atardecer caía perezoso sobre el horizonte dejando tras de sí un manto de estrellas. Recuerdo también aquella música, bella, tranquila, en la que acurrucaba mis oídos sin casi pretenderlo. Viví libre aquella vida digital. Luego vino el conocimiento y el descubrimiento de todo ese mundo escondido bajo complejas reglas. Encontrar la historia y las mecánicas de juego de 'Oblivion' no me hicieron más feliz, simplemente me hicieron feliz de una forma diferente. Gameplay, ¿Qué es eso? 'Proteus' es una experiencia en estado puro sin mecánicas que distraigan nuestras sensaciones. Ni objetivos, ni marcadores, ni interacción consciente con el escenario salvo sentarnos apretando 'X' o salir de la partida cerrando los ojos manteniendo apretado 'O'. Nos encontramos pues ante una propuesta artística, de autor, en las antípodas de lo que conocemos como normal. Aparecemos en el mar (¿Por el dios griego al que el nombre del juego parece hacer referencia?) frente a una isla creada procesalmente. Nos desplazamos en primera persona hacia tierra firme para vagar durante media hora de un lado para otro mientras el día da paso a la noche, saltamos de estación en estación y... Ya está. Muy duro ¿Verdad? Como comentaba al principio, hay placer en el mero acto de explorar. El problema es que, lo que en 'Oblivion' era una elección personal dentro de un profuso abanico de opciones, en 'Proteus' es principio y fin, es el todo. Proteus: el misterio y lo intangible Aunque la génesis algorítmica nos ofrece siempre una isla diferente en cada partida (que en PS3 puede ser determinada por el día en que jugamos y en Vita por nuestra ubicación si nuestra consola es 3G, siendo en estos casos la paleta de colores más surrealista), hay ciertos elementos comunes que llaman la atención. Una casa de madera, unos totems que forman un círculo, una enorme construcción a modo de tronco quebrado... La experiencia en 'Proteus' sería de lo más placentera si no fuese porque en todo momento nos asalta una sensación de extrañeza, como de encontrarnos ante un seminal y antiguo culto a dioses paganos, a la misma naturaleza. Esa isla es más de lo que vemos. No voy a dar detalles, pero ciertas cosas que ocurren parecen corroborar esa afirmación. Que exista un propósito real, un misterio que desvelar, está por ver, lo que sí está claro es que lo que sentimos responde a la intención de su creador, y eso es un logro. El Pixel Art y la música del azar en perfecta comunión El increíble apartado artístico con base en el pixel art que se viste de vivos colores y de tonos pastel convive en perfecta comunión con la banda sonora. En 'Proteus' la música vive en los árboles, las piedras, los animales, las plantas. Observa el cielo durante la noche desde un punto determinado de la isla y las estrellas con su loco palpitar tocarán para ti una extraña y caótica sinfonía. Todo suena en 'Proteus'. El dial de la tierra se sintoniza con nuestro caminar, la lluvia cae como delicado cristal, los animales saltan en parámetros sonoros determinados, una nota de contrabajo hace vibrar el dualshock si rozo de forma secuencial ciertos elementos, la paleta de colores cambia el mundo mientras acaricio con mis llemas el panel trasero de PS Vita. Los sonidos surgen a nuestro paso en un brillante ejercicio de música aleatoria. Conclusiones ¿He creado yo el viento que mece la copa de los árboles al tocar esta cerca? ¿Por qué los días y las noches pasan ante mí en un suspiro si entro en este círculo de piedras? ¿Qué es eso que veo correr a los lejos dejando tras de sí una estela de pixeles blanquecinos? ¿Estoy flotando? 'Proteus' es una experiencia única, una obra de autor no apta para todos los paladares. El juego trabaja a varios niveles y, si visual y sonoramente es arrebatador, nuestro subconsciente estará en paralelo batallando con lo arcano produciéndonos una constante sensación de extrañeza. A pesar de tus más que posibles dudas no puedo recomendarte alegremente 'Proteus', querido lector, solo tú puedes decidir desde tu comprensible confusión si quieres emprender o no este viaje. Aunque, párate a pensar un momento. Si estás leyendo estas palabras, si has llegado hasta aquí prestando atención a cada frase, ahí tienes la respuesta.

6,0

Proteus Plataformas PC, Mac, Linux, PS3 y PS Vita (versión analizada) Desarrollador Ed Clave (diseñador) y David Kanaga (música) Compañía Curve Studios (PS3/PS Vita) Lanzamiento 30 de octubre de 2013 (PS3/PS Vita) Precio 12,99 euros (Crossbuy PS3/PS Vita) Lo mejor Las sensaciones que transmite Su dirección artística Pixel Art y su música orgánica El misterio Lo peor ... Si es que lo hay A pesar del Crossbuy, el precio Un target demasiado minoritario

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