He estado jugando a Unsolicited, lo nuevo de Lucas Pope, y casi me vuelvo loco

He estado jugando a Unsolicited, lo nuevo de Lucas Pope, y casi me vuelvo loco

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He estado jugando a Unsolicited, lo nuevo de Lucas Pope, y casi me vuelvo loco

A Lucas Pope le va la marcha. Eso y hacer juegos únicos y poco convencionales. Lo demostró con su ‘Papers, Please’ y ha vuelto a repetir con ‘Unsolicited’ (en realidad tiene más títulos en su haber, todos muy del estilo). Son juegos en los que vamos a trabajar, un concepto de lo más curioso. Sobre todo cuando uno se da cuenta de que se está divirtiendo con ello. Apartarse del trabajo diario para jugar a un título en el que debe meterse en la piel de un trabajador. Manda narices.

‘Unsolicited’, que se puede jugar aquí desde el navegador, tiene algo de ‘Papers, Please’ en tanto en cuanto nuestra tarea es de carácter administrativo. Ahora bien, si en Arstotzka nos encargamos de controlar el paso en la frontera, aprobando o denegando la entrada a todo tipo de personajes, en ‘Unsolicited’ nos topamos con algo mucho menos profundo. Aquí no hay dramas familiares ni situaciones incómodas con inmigrantes, sino un tío que debe rellenar correctamente un montón de cartas.

Desarrollado en 48 horas

Sabemos el próximo trabajo de envergadura de Pope es 'Return of the Obra Dinn', un título que, esta vez sí, se aleja de su estilo habitual para ofrecernos un juego de misterio en primera persona con renderizado en 1 bit. ‘Unsolicited’ es el trabajo de Pope para el Ludum Dare 33, donde el reto era desarrollar un juego en 48 horas. No es la primera vez que lo hace, tiene otras tres obras desarrollados en otros tantos Ludum Dare.

Después de estar un buen rato probando este ‘Unsolicited’ me he dado cuenta de su maldad. Y me he vuelto un poco loco. Me explico. En el jueguico de marras adoptamos el papel de un tipo que ha de rellenar cartas proforma de todo tipo para una compañía llamada ACME. Nuestro cometido es asegurarnos de que los datos que introducimos en cada una de esas cartas son los que figuran en los pedidos, firmarlas, meterlas en un sobre y enviarlas.

Unsolicited

A medida que vayamos avanzando llamaremos la atención de otras compañías que se interesarán por usar los servicios de ACME. De esta forma la variedad de cartas irá aumentando con la llegada de estos nuevos clientes, así como la complejidad de los datos a introducir. Durante los primeros compases todo es muy sencillo y hay poco margen para la equivocación, pero cuando tengamos cuatro o cinco tipos de carta distintos y un montón de pedidos acumulados empezaremos a sudar. Primero porque los datos se presentan de distintas formas para despistarnos e incluso para obligarnos a hacer cálculos, y segundo porque tenemos un límite de tiempo para despachar toda la faena.

Trabajo y más trabajo

Quizás alguno esté pensando que vaya tontería de juego, cuando teniendo bases de datos y procesadores de texto capaces de comunicarse con dichas bases de datos basta con pulsar un par de botones para emitir cientos de cartas proforma personalizadas, pero ‘Unsolicited’ tiene truco: está ambientado en los años 20.

El tema del Ludum Dare 33 del que nace ‘Unsolicited’ era “You are the monster”. Si le echamos un vistazo al resto de creaciones parece ser que la mayoría de participantes optaron por la literalidad, desarrollando juegos con todo tipo de seres extraños y amenazadores. Donde los demás ven ese tipo de monstruos de fantasía, Pope ve al tío que rellena las malditas cartas clónicas que nadie ha solicitado y que inundan los buzones de todo el mundo.

Más información | Unsolicited

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