SEGA Vintage Collection: Streets of Rage

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SEGA se niega a que olvidemos sus videojuegos más clásicos, y desde hace unas semanas lo hace por medio de otra vertiente con la colección retro SEGA Vintage Collection. Uno de los últimos en llegar ha sido el ‘SEGA Vintage Collection: Streets of Rage’, y precisamente es el que vamos a analizar ahora para ver si merece la pena o no para los coleccionistas, y qué características trae respecto a otras recopilaciones, como la del ‘SEGA Mega Drive Ultimate Collection’. Vayamos al lío.

Características de SEGA Vintage Collection: Streets of Rage

‘SEGA Vintage Collection: Streets of Rage’ incluye las tres entregas del famoso beat’em up de SEGA, esto es: ‘Streets of Rage’, ‘Streets of Rage II’ y ‘Streets of Rage 3’. En los tres casos se trata de una adaptación 100% fiel a las versiones que vimos en la Megadrive, con todos sus aciertos y errores intactos. Aparte que en cualquiera de los tres contamos con sus ediciones europeas, norteamericanas o japonesas (donde la saga se conoce como ‘Bare Knuckle’). Podemos ajustar la pantalla a nuestro gusto (incluso seleccionar entre distintos fondos si no queremos estirar la pantalla), e incluso suavizar la imagen para que no se vea todo tan pixelado, aparte de poder definir los controles a gusto (tendremos un mando de la Megadrive para orientarnos). Esto sería más o menos todo en cuanto a configuración y aspectos básicos comunes de los tres ‘Streets of Rage’ al completo.

La trilogía comparte a su vez los modos local y online, para jugar hasta un máximo de dos personas en el modo historia. La novedad viene de parte de los desafíos, aunque estos lo cierto es que son de todo menos originales, y están pensados sobretodo para los más curtidos en esta saga. Se basan en obtener las máximas puntuaciones dentro de cada nivel de dificultad, o completar una zona específica en el menor tiempo posible. Aquí competiremos contra el resto de la gente dentro de un marcador online bastante completo, ya que podremos ver o descargar las repeticiones de los demás. O guardar y subir la nuestra, claro está. Se echa en falta, en cualquier caso, algo de más variedad o algún extra aparte de la caja de música, desde la que podremos escuchar los temas creados por Yuzo Koshiro.

Streets of Rage. El inicio de una gran saga de beat’em up

‘Streets of Rage’ debutó en la consola de 16 bits de SEGA en 1991, y se nota. No se aprovechó el potencial de la máquina, y su aspecto hoy en día juega en su contra. Niveles poco detallados, personajes pequeños, sin olvidar la poca variedad de personajes (tres: Adam, Axel y Blaze) y de movimientos de que disponen (el especial para los tres es idéntico; un ataque desde un coche de la policía). A lo largo de ocho fases viviremos uno de los grandes lastres de aquella época también: la escasa variedad de enemigos, y el uso indiscriminado de jefes repetidos. Pero hay que valorarlo en su justa medida, ya que sin él no habríamos recibido su secuela, la cuál supo mejorar todo a lo bestia.

Cada luchador cuenta con el mismo patrón de ataques: uno normal, que podemos encadenar para crear un combo (o bien pulsar a un ritmo lento para aprovecharnos de un pequeño truco mediante el cuál podremos eliminar a casi cualquier enemigo sin darle opción a que reaccione), un ataque en salto, un ataque a nuestra espalda, y luego las llaves (con tres movimientos: golpe corto, lanzamiento, y lanzamiento de espaldas). Aparte, claro está, del especial de la policía y de las armas que podremos coger por cada fase (aquí, por cierto, al utilizar una llave seguiremos con el arma equipada). Se echa en falta más variedad, aparte de la posibilidad de correr, muy necesaria y que aquí no tenemos. Aunque esta característica tampoco la tiene el ‘Streets of Rage II’, y curiosamente no se echa tan en falta gracias a los distintos especiales de cada personaje. Pero eso lo veremos más al detalle luego.

En cuanto a la banda sonora, Yuzo Koshiro supo componer con acierto algunos temas que siguen siendo muy recordados hoy en día. A destacar por ejemplo el tema de inicio (The Street of Rage) y los de fases como Dilapidate Town o The Last Soul. Ninguna se nos hará pesada, si no todo lo contrario.

Streets of Rage II. La perfección de la saga. El mejor

Un año más tarde SEGA lo bordó con ‘Streets of Rage II’. Si tuviésemos que comparar el gran cambio (a mejor) de esta secuela con otra del mercado, tendríamos que hablar de cierto juego de lucha de Capcom cuyo protagonista es un tal Ryu. ¿Lo conocéis? Pues así de grande fue el cambio de esta secuela protagonizada por Axel y Blaze, que repetían, junto con Max, un grandullón musculoso, pero lento, y Skate, un chavalín aficionado al skate (quién lo diría, ¿eh?) que es el hermano de Adam.

‘Streets of Rage II’ entraba por la vista, con escenarios más detallados y unos personajes de mayor tamaño. El juego iba más fluído y los protagonistas contribuían a ello gracias a su mayor variedad de movimientos. Aparte de los básicos del primero, aquí contábamos con dos ataques más para el aire (uno saltando sin desplazarnos de forma lateral, y otro saltando y atacando hacia abajo), y dos a modo de especial (que nos quitan un poco de vida), diferenciándose entre ellos, aparte del propio ataque en sí, en la forma de realizarlo (uno estando quieto, otro avanzando). Y aunque seguíamos sin poder correr, había un movimiento que en cierto modo lo suplía (muy poderoso) y que se realizaba mediante la pulsación rápida hacia adelante dos veces seguidas junto con el botón de ataque. El de Axel, por cierto, decía “Bare Knuckle”, que es justo cómo se llama la saga en Japón. Un detalle curioso.

Aunque no el único, y es que en esta secuela, si teníamos un arma equipada y hacíamos una llave, soltábamos el arma. O qué decir de las fases, que en cierto modo son un calco (en temática) del primer ‘Streets of Rage’. Aunque más variadas, con zonas en las que iremos en diagonal, y con distintos fragmentos. Que por cierto, si hay que mencionar otra curiosidad, hay cierta fase temática en la que veremos una zona inspirada claramente en Alien. O ya que estamos, en otra un boxeador que bien podría haber salido del ‘Punch Out’ de Nintendo. Y no, ‘Streets of Rage II’, por muy bueno que nos siga pareciendo (debilidad de un servidor, dicho sea de paso), también adolece de repetir jefes en fases avanzadas. Pero también era una de las limitaciones de la época: reciclar enemigos para estirar un poco la duración del juego. Aquí volvíamos a contar con ocho fases, a todo esto, y a mayores un modo batalla a modo de versus (dentro del estilo beat’em up), para piques entre los colegas.

Yuzo Koshiro se mostró muy inspirado a la hora de componer la banda sonora de este ‘Streets of Rage II’, con temas inolvidables como “Go Straight”, “In the Bar”, “Dreamer”, “Under Logic” o “Wave 131”. No es de extrañar que siempre que se mencione a este artista se le recuerde por este juego.

Streets of Rage 3. El desgaste y fin de una gran saga

Dos años tuvimos que esperar para recibir la última entrega de la saga. ‘Streets of Rage 3’ lo tenía todo para triunfar (llegó en un cartucho de 24 megas), pero lamentablemente no fue así, aparte de suponer el fin de la propia trilogía (aunque continuó de modo no oficial a cargo de Core Design con ‘Fighting Force’, un beat’em up en 3D). ¿Por qué pasó? Varios fueron los motivos, y en estos casos cada uno tendrá los suyos. En mi caso diría que el desgaste, la falta de inspiración, el desarrollo tedioso de las fases, y el inexplicable trabajo de Yuzo Koshiro. ¿Por qué empezamos? Por el principio.

A pesar del incremento de memoria, ‘Streets of Rage 3’ no se diferenciaba tanto de la anterior entrega a nivel gráfico. Contábamos con nuevas animaciones, como efectos provocados por el viento muy chulos para la época, aunque por contra el diseño de algunas fases era para pegarle a sus creadores (la fase de la discoteca). Se agradecía, eso sí, la mayor variedad de situaciones, sin repetir además el esquema de los anteriores. Por contra contábamos con más trampas, y algunas puñeteras.

‘Streets of Rage 3’ era, además, más rápido que la secuela, y no sólo porque ahora todos los personajes pudiesen correr (además de desplazarse verticalmente rodando), y aunque contaba con menos fases (pero teníamos cuatro finales distintos), eran más largas, y con un desarrollo más lento y tedioso. Es para resaltar que no se repitiese el uso de jefes, porque siempre ha sido un lastre para este gran y olvidado género. Contábamos, además, con más personajes (tres desbloqueables, siendo el canguro Roo el más conocido), repitiendo Axel, Blaze y Skate, siendo el cuarto en discordia Zan.

A nivel de curiosidades respecto a las otras entregas, en ‘Streets of Rage 3’ si realizábamos una llave con un arma equipada, no perdíamos el arma (recordemos que en el ‘SOR2’ sí), mientras que con los especiales en esta ocasión podíamos no perder vida. Todo dependía de una barra que se cargaba con el tiempo, y que llegado al “OK”, nos permitía usarlo sin perder nada. Ahora bien, el truco del golpe básico sin entrar en combo (visto en las dos primeras entregas) aquí desapareció.

Lo que es triste, e inexplicable, es la banda sonora que parió Yuzo Koshiro. Tuvo que ser un parto difícil, a tenor de lo visto (escuchado… o sufrido, más bien), porque para el que suscribe es sin duda una de las peores bandas sonoras de la historia de los videojuegos. Y eso es decir mucho. Repetitiva, machacona, e insufrible bastaría para describirla. Aún así, no empaña la gran labor del compositor en los otros ‘Streets of Rage’. Pero sin duda es para jugarlo sin música. Una pena.

¿Merece la pena SEGA Vintage Collection: Streets of Rage?

En resumen, la duda que se nos puede plantear es si merece la pena el desembolso que supone hacerse con este ‘SEGA Vintage Collection: Streets of Rage’, aunque aquí habría que ponerse en situación. ¿Tenemos la saga al completo en la Megadrive o dentro de otra colección? Si la respuesta es negativa, entonces sí que merece la pena. Mucho, porque es como si estuviésemos pagando poco más de 3 euros por cada entrega. Si, por el contrario, tenemos alguno, entonces es para pensárselo o esperar por alguna oferta futura. Porque a nivel de cuidado y fidelidad con las obras originales ‘SEGA Vintage Collection: Streets of Rage’ ciertamente no nos decepcionará. Beat’em up por un tubo.

SVC: Streets of Rage | Xbox 360

Plataformas: Xbox 360 (XBLA) Desarrollador: SEGA Distribuidor: SEGA Lanzamiento: 30 de mayo de 2012 Precio: 800 MS (10 euros)

SEGA Vintage Collection: Streets of Rage reúne las tres entregas de la prestigiosa saga de beat’em ups de SEGA ‘Streets of Rage’. Ideal para fans.

Vídeo | Youtube En el bazar de Xbox Live | SVC: Streets of Rage

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