'Dead Rising: Terror en el Hipermercado'. Análisis

'Dead Rising: Terror en el Hipermercado'. Análisis
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La prueba de que existen juegos vende consolas soy yo mismo. Me encantaba ‘Gears of War’, ‘Project Gotham Racing 4’, pero el título que me animó a hacerme con una Xbox 360 fue ‘Dead Rising’, aún a día de hoy uno de mis títulos favoritos superando con creces las expectativas que tenía puestas en él.

Con el anuncio de ‘Dead Rising: Terror en el Hipermercado’, la adaptación del título original para Wii, pensé: “Capcom, no sabes donde te estás metiendo”. ‘Dead Rising’ no tiene un gran alarde gráfico, pero cuando un juego es muy bueno y tiene la cantidad de admiradores de la que goza la aventura de Frank West, o haces un port que supere al original o como mínimo, intenta igualarlo.

‘Dead Rising: Terror en el Hipermercado’
no cumple esas expectativas. Eso es algo que hasta el más ciego puede ver, así que a la hora de abordar el análisis que tenéis a continuación me propuse un reto, olvidar por completo los buenos momentos que me deparó el ‘Dead Rising’ original para encarar al título de Wii como una saga totalmente nueva. El resultado: ‘Dead Rising: Terror en el Hipermercado’ es penoso.

Por descontado, en el momento de jugar olvide la experiencia de ‘Dead Rising’, pero al analizar ‘Dead Rising: Terror en el Hipermercado’ no voy a obviar las comparaciones.

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Y cuidado, no se trata de comparar como una máquina de potencia superior tiene mejores juegos que una de capacidades inferiores. Nada tiene que ver esto con una guerra entre xboxers y nintenderos, todo lo contrario.

Se trata de criticar las injusticias a las que los usuarios nos vemos sometidos, denunciar cuando una compañía quiere aprovecharse de la ilusión y el fanatismo de la gente para colarnos un título totalmente capado, que no aporta nada nuevo y que destroza por completo la magnífica propuesta de un juego con el único fin de beneficiarse utilizando la ley del mínimo esfuerzo.

Que sí, volvemos a lo mismo, el único objetivo de una empresa como Capcom a la hora de realizar un videojuego es obtener un beneficio económico. Pero señores, que yo me dedique a vender mierda envuelta en papel dorado no me hace mejor compañía y Capcom es una de las mejores compañías de esta industría.

Si se le exige más, es porque en el pasado a demostrado que puede hacer el doble o el triple.

‘Dead Rising: Terror en el Hipermercado’ podría ser un digno sucesor de la entrega para Wii de ‘Resident Evil 4’ (a nivel técnico), pero se queda a medio camino entre una adaptación de película palomitera y una licencia aborrecida de serie infantil.

Vayamos por partes.

‘Dead Rising: Terror en el Hipermercado’
nos presenta la aventura de Frank West, un periodista que viaja hasta una ciudad donde están aconteciendo fenómenos extraños. Tras una breve introducción acabamos metidos en un centro comercial infestado de zombies.

Y justamente aquí, tras pronunciar esas tres palabras, deberíamos incluir ese molesto pitido que utilizan en los concursos de la tele para señalar un error del participante.

Y es que, infestado de zombies, no es un expresión del todo correcta. En realidad deberíamos hablar de una excursión de zombies de la tercera edad, de unos 10 o 15 escasos miembros, con una demencia senil avanzada y una artrosis reumatoide que les impide moverse con facilidad.

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¿Puede alguien decirme donde recae la gracia en un título de zombies donde no hay sensación de peligro? Los escasos enemigos en pantalla acaban convirtiendo ‘Dead Rising: Terror en el Hipermercado’ en un título donde lo más divertido es correr entre ellos como si de un título de carreras de slalom se tratara.

Quienes no hayan disfrutado de la primera entrega deberían de saber que el centro comercial en el que sucede la aventura tiene unas estancias tremendamente grandes. Tan grandes como para alojar a cientos de zombies apelotonados con la intención de hacerte el camino del punto A al B lo más difícil posible.

Dicha aglomeración te obligará a recoger los objetos más extravagantes que puedas imaginar para abrirte paso. Situación en la que reside el gran potencial de ‘Dead Rising’.

Pues bien dichas salas en ‘Dead Rising: Terror en el Hipermercado’, siguen siendo igual de grandes pero cuentan con una décima parte de los enemigos que la obra original presentaba en pantalla y además su agresividad se podría definir como totalmente pasiva, por lo que el camino del punto A al B es un maldito paseo.

Solución de Capcom a ese problema. Si antes podías subirte a un macetero o saltar a un estanque para evitar las cometidas de los treinta enemigos que venían a por tí, ahora se recortan esas posibilidades. Tienes un pasillo, no intentes salirte de él porque el juego no te lo va a permitir.

Pese a ello, la situación es tan lamentable que incluso obviando esos atajos o estrategias, los pasillos son tan grandes que los zombies en ningún momento suponen un impedimento. Si hay tres o cuatro enemigos por este lateral paso por el otro y santas pascuas.

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Pero no, y he aquí el gran alarde de técnica por parte de los desarrolladores para que, de vez en cuando, tengas que enfrentarte a un zombie: ya que el usuario cuenta con pocos enemigos cortamos las vías alternativas para obligarlo a pasar por donde están los zombies. ¿De qué forma? ¿Ponemos grietas que no le dejen pasar, montañas de cadáveres? No, creo que con unas cajitas y una cinta de esas que ponen en los aeropuertos para que no pases por donde acaban de fregar será suficiente.

Penoso, realmente penoso, con todas las letras. Es lamentable que a estas alturas tengamos que soportar estas atrocidades.

Leo en algunos sitios que pese a que la experiencia de juego esta algo capada, la esencia y el humor negro de ‘Dead Rising’ permanecen intactos. A lo que yo respondo ¿estamos de broma?

Si fuese únicamente eso lo que hacía grande al original no tendría ningún inconveniente en afirmarlo, ver como el payaso pasa a mejor vida con el ruido de su estridente carcajada mezclado con el de la motosierra que le está perforando el estomago es igual de brutal en ‘Dead Rising’ que en ‘Dead Rising: Terror en el Hipermercado’.

Pero los cuatro chistes y escenas que nos podamos encontrar en el transcurso de la aventura no es lo que hacen grande a un juego. La excelencia que coloca a ‘Dead Rising’ en el puesto que ocupa en nuestra memoria es la que reside en sus posibilidades, su innumerable cantidad de armas, de formas de destrozar zombies durante horas sin vislumbrar el más mínimo ápice de aburrimiento.

Si un juego que, no lo olvidemos, está basado en ese pretexto y ni siquiera llega a rozarlo es un fracaso estrepitoso.

No hay armas suficientes para ser disfrutadas, y las que hay no gozan del mismo efecto que nos maravilló en pasado.

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Aquí los zombies no se parten por la mitad al cortarlos con una katana, no podemos ponerle un cono en la cabeza para que no puedan ver, desorientarlos con un extintor, ni reventarles las piernas con un cortacésped.

Simplemente les atacamos, salta un poco de sangre pixelada (de desmembramientos nada de nada) y caen redondos al suelo para posteriormente desaparecer.

Puede que aquellos que no hayan probado el original vean en la falta de la cámara una mera anécdota, pese a ello, es un componente que habría funcionado a las mil maravillas con el wiimote y cargaba a sus espaldas con uno de los conceptos de más peso en el juego.

Pero por alguna extraña razón, había que recortar. Pero claro, con el recorte tenían que llegar añadidos para que el público no entrara en cólera: nuevas y ridículas vestimentas y un mayor peso de las armas de fuego. Dos de las cosas, por cierto, que menos gustaron en el pasado.

En resumen, dado que somos muchos los que en un principio escogimos para la presente generación el combi Xbox 360 – Wii, si has jugado al primero y te gustaría mantener viva la bella imagen que aún reside en tu cabeza, ni te acerques a ‘Dead Rising: Terror en el Hipermercado’.

Si por el contrario no has probado el original, y ves en ‘Dead Rising: Terror en el Hipermercado’ una posibilidad de disfrutar lo que tantas veces has leído y escuchado respecto al primer ‘Dead Rising’, allá tú, pero luego no me digas que no te he avisado.

Ficha Técnica: ‘Dead Rising: Terror en el Hipermercado’

La prueba de que existen juegos vende consolas soy yo mismo. Me encantaba ‘Gears of War’, ‘Project Gotham Racing 4’, pero el título que me animó a hacerme con una Xbox 360 fue ‘Dead Rising’, aún a día de hoy uno de mis títulos favoritos superando con creces las expectativas que tenía puestas en él.

Con el anuncio de ‘Dead Rising: Terror en el Hipermercado’, la adaptación del título original para Wii, pensé: “Capcom, no sabes donde te estás metiendo”. ‘Dead Rising’ no tiene un gran alarde gráfico, pero cuando un juego es muy bueno y tiene la cantidad de admiradores de la que goza la aventura de Frank West, o haces un port que supere al original o como mínimo, intenta igualarlo.

‘Dead Rising: Terror en el Hipermercado’
no cumple esas expectativas. Eso es algo que hasta el más ciego puede ver, así que a la hora de abordar el análisis que tenéis a continuación me propuse un reto, olvidar por completo los buenos momentos que me deparó el ‘Dead Rising’ original para encarar al título de Wii como una saga totalmente nueva. El resultado: ‘Dead Rising: Terror en el Hipermercado’ es penoso.

Por descontado, en el momento de jugar olvide la experiencia de ‘Dead Rising’, pero al analizar ‘Dead Rising: Terror en el Hipermercado’ no voy a obviar las comparaciones.

dead-rising-terror-en-el-hipermercado-wii-1632.jpg

Y cuidado, no se trata de comparar como una máquina de potencia superior tiene mejores juegos que una de capacidades inferiores. Nada tiene que ver esto con una guerra entre xboxers y nintenderos, todo lo contrario.

Se trata de criticar las injusticias a las que los usuarios nos vemos sometidos, denunciar cuando una compañía quiere aprovecharse de la ilusión y el fanatismo de la gente para colarnos un título totalmente capado, que no aporta nada nuevo y que destroza por completo la magnífica propuesta de un juego con el único fin de beneficiarse utilizando la ley del mínimo esfuerzo.

Que sí, volvemos a lo mismo, el único objetivo de una empresa como Capcom a la hora de realizar un videojuego es obtener un beneficio económico. Pero señores, que yo me dedique a vender mierda envuelta en papel dorado no me hace mejor compañía y Capcom es una de las mejores compañías de esta industría.

Si se le exige más, es porque en el pasado a demostrado que puede hacer el doble o el triple.

‘Dead Rising: Terror en el Hipermercado’ podría ser un digno sucesor de la entrega para Wii de ‘Resident Evil 4’ (a nivel técnico), pero se queda a medio camino entre una adaptación de película palomitera y una licencia aborrecida de serie infantil.

Vayamos por partes.

‘Dead Rising: Terror en el Hipermercado’
nos presenta la aventura de Frank West, un periodista que viaja hasta una ciudad donde están aconteciendo fenómenos extraños. Tras una breve introducción acabamos metidos en un centro comercial infestado de zombies.

Y justamente aquí, tras pronunciar esas tres palabras, deberíamos incluir ese molesto pitido que utilizan en los concursos de la tele para señalar un error del participante.

Y es que, infestado de zombies, no es un expresión del todo correcta. En realidad deberíamos hablar de una excursión de zombies de la tercera edad, de unos 10 o 15 escasos miembros, con una demencia senil avanzada y una artrosis reumatoide que les impide moverse con facilidad.

deadrising124701.jpg

¿Puede alguien decirme donde recae la gracia en un título de zombies donde no hay sensación de peligro? Los escasos enemigos en pantalla acaban convirtiendo ‘Dead Rising: Terror en el Hipermercado’ en un título donde lo más divertido es correr entre ellos como si de un título de carreras de slalom se tratara.

Quienes no hayan disfrutado de la primera entrega deberían de saber que el centro comercial en el que sucede la aventura tiene unas estancias tremendamente grandes. Tan grandes como para alojar a cientos de zombies apelotonados con la intención de hacerte el camino del punto A al B lo más difícil posible.

Dicha aglomeración te obligará a recoger los objetos más extravagantes que puedas imaginar para abrirte paso. Situación en la que reside el gran potencial de ‘Dead Rising’.

Pues bien dichas salas en ‘Dead Rising: Terror en el Hipermercado’, siguen siendo igual de grandes pero cuentan con una décima parte de los enemigos que la obra original presentaba en pantalla y además su agresividad se podría definir como totalmente pasiva, por lo que el camino del punto A al B es un maldito paseo.

Solución de Capcom a ese problema. Si antes podías subirte a un macetero o saltar a un estanque para evitar las cometidas de los treinta enemigos que venían a por tí, ahora se recortan esas posibilidades. Tienes un pasillo, no intentes salirte de él porque el juego no te lo va a permitir.

Pese a ello, la situación es tan lamentable que incluso obviando esos atajos o estrategias, los pasillos son tan grandes que los zombies en ningún momento suponen un impedimento. Si hay tres o cuatro enemigos por este lateral paso por el otro y santas pascuas.

Dead Rising: Chop Till You Drop

Pero no, y he aquí el gran alarde de técnica por parte de los desarrolladores para que, de vez en cuando, tengas que enfrentarte a un zombie: ya que el usuario cuenta con pocos enemigos cortamos las vías alternativas para obligarlo a pasar por donde están los zombies. ¿De qué forma? ¿Ponemos grietas que no le dejen pasar, montañas de cadáveres? No, creo que con unas cajitas y una cinta de esas que ponen en los aeropuertos para que no pases por donde acaban de fregar será suficiente.

Penoso, realmente penoso, con todas las letras. Es lamentable que a estas alturas tengamos que soportar estas atrocidades.

Leo en algunos sitios que pese a que la experiencia de juego esta algo capada, la esencia y el humor negro de ‘Dead Rising’ permanecen intactos. A lo que yo respondo ¿estamos de broma?

Si fuese únicamente eso lo que hacía grande al original no tendría ningún inconveniente en afirmarlo, ver como el payaso pasa a mejor vida con el ruido de su estridente carcajada mezclado con el de la motosierra que le está perforando el estomago es igual de brutal en ‘Dead Rising’ que en ‘Dead Rising: Terror en el Hipermercado’.

Pero los cuatro chistes y escenas que nos podamos encontrar en el transcurso de la aventura no es lo que hacen grande a un juego. La excelencia que coloca a ‘Dead Rising’ en el puesto que ocupa en nuestra memoria es la que reside en sus posibilidades, su innumerable cantidad de armas, de formas de destrozar zombies durante horas sin vislumbrar el más mínimo ápice de aburrimiento.

Si un juego que, no lo olvidemos, está basado en ese pretexto y ni siquiera llega a rozarlo es un fracaso estrepitoso.

No hay armas suficientes para ser disfrutadas, y las que hay no gozan del mismo efecto que nos maravilló en pasado.

dead-rising-terror-en-el-hipermercado-wii-1633.jpg

Aquí los zombies no se parten por la mitad al cortarlos con una katana, no podemos ponerle un cono en la cabeza para que no puedan ver, desorientarlos con un extintor, ni reventarles las piernas con un cortacésped.

Simplemente les atacamos, salta un poco de sangre pixelada (de desmembramientos nada de nada) y caen redondos al suelo para posteriormente desaparecer.

Puede que aquellos que no hayan probado el original vean en la falta de la cámara una mera anécdota, pese a ello, es un componente que habría funcionado a las mil maravillas con el wiimote y cargaba a sus espaldas con uno de los conceptos de más peso en el juego.

Pero por alguna extraña razón, había que recortar. Pero claro, con el recorte tenían que llegar añadidos para que el público no entrara en cólera: nuevas y ridículas vestimentas y un mayor peso de las armas de fuego. Dos de las cosas, por cierto, que menos gustaron en el pasado.

En resumen, dado que somos muchos los que en un principio escogimos para la presente generación el combi Xbox 360 – Wii, si has jugado al primero y te gustaría mantener viva la bella imagen que aún reside en tu cabeza, ni te acerques a ‘Dead Rising: Terror en el Hipermercado’.

Si por el contrario no has probado el original, y ves en ‘Dead Rising: Terror en el Hipermercado’ una posibilidad de disfrutar lo que tantas veces has leído y escuchado respecto al primer ‘Dead Rising’, allá tú, pero luego no me digas que no te he avisado.

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Ficha Técnica: ‘Dead Rising: Terror en el Hipermercado’

dead-rising-terror-en-el-hipermercado-wii-1631.jpg
  • Plataformas: Wii
  • Distribuidor: Capcom
  • Estudio: Capcom
  • Lanzamiento: Ya disponible
  • Precio: 39,95 €

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'Dead Rising: Terror en el Hipermercado
  • Plataformas: Wii

  • Distribuidor: Capcom

  • Estudio: Capcom

  • Lanzamiento: Ya disponible

  • Precio: 39,95 ?

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