Análisis de WarioWare Gold: el recopilatorio definitivo de la saga no es la entrega que más recordaremos

Análisis de WarioWare Gold: el recopilatorio definitivo de la saga no es la entrega que más recordaremos

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Análisis de WarioWare Gold: el recopilatorio definitivo de la saga no es la entrega que más recordaremos

Con ‘WarioWare Gold’ me he acordado muchísimo del texto que escribí hace algo más de un año en el que comentaba la necesidad de dejar morir a 3DS para añadirle apoyo a Switch. La bizarrada de Nintendo se juega de maravilla en la portátil, donde sí hay hueco para las pruebas que utilizan el micrófono a diferencia de su hermana de sobremesa, pero me ofrece menos recorrido.

El par de horas que tardas en completar la historia de este recopilatorio de microjuegos, minúsculos minijuegos de apenas unos segundos de duración, es justo lo que tardas en volver a por algo más de chicha a la otra consola, y aunque cuenta con razones para quedarse un poco más, la fórmula no da para más de un par de tardes.

La saga más loca de Nintendo

‘WarioWare Gold’ es el compendio definitivo de la locura que Nintendo parió allá por 2003 y que ha continuado apareciendo en sus siguientes consolas, un reto a base de microjuegos en los que apretar botones, girar la consola o manipular la pantalla táctil. Por su velocidad y brevedad (aquí no se espera a nadie), la descripción del minijuego y lo que aparece en pantalla son tu única explicación para poder completarlo.

Esquivar golpes en un juego de boxeo, pasar la pelota a un compañero para que enceste, sorber un moco para quedar bien en la foto, meter un dedo en la nariz, darle vueltas al café para cargarte el dibujo que alguien ha hecho con todo su amor… Es una saga que siempre ha jugado con el chiste fácil y un humor muy nipón, básico a nivel de caca, culo, pedo, pis, pero no por ello menos divertido o universal.

Más que apretar botones o pasar el dedo por la pantalla, lo que harás jugando a estos simpáticos microjuegos es sonreír con las descacharrantes situaciones que se plantean. Lo suficientemente ácidas para que cualquiera pueda divertirse con ellas, pero también lo bastante suaves para que esto sea un juego para todos los públicos, Intelligent Systems ha bordado ideas muy simples en fragmentos muy pequeños que aún a día de hoy se mantienen, incluso pese a haber sido concebidas para otras máquinas y controles.

Un sinfín de microjuegos

‘WarioWare Gold’ las recoge todas con una excusa muy simple, un campeonato que monta Wario con la intención de ganar dinero con las inscripciones para pagarse una comilona. Acompañados de personajes de la saga y en cuatro categorías distintas, una para cada forma de controlar los microjuegos, deberemos superar 15 pruebas y un nivel final para poder saltar a la siguiente ronda.

Con un enorme abanico de posibilidades, el gran reto no es llegar hasta el final del juego, sino desbloquear todos los minijuegos a base de rejugar el modo historia o superar los distintos desafíos que el juego plantea al completar este último. Desde retos simplones que implican cosas como girar la consola hasta mecánicas algo más elaboradas como conseguir energía para derrotar a Wario en una pelea.

Descubrir todos los microjuegos que esconde, sumado a los minijuegos y desbloqueables que podremos añadir a nuestra colección a base de ganar y gastar monedas en una máquina de bolas. No hay mucho que rascar ahí, aunque el juego intenta tirar de originalidad al ofrecer escenas que podremos doblar con nuestra voz, maquetas que cuentan la historia de Nintendo o los clásicos añadidos en forma de música, vídeo o imágenes.

La opinión de VidaExtra

No hay nada que implique quedarte atado a él durante una larga temporada, en esencia. Si bien es cierto que el catálogo de microjuegos es enorme, y que los cambios que hay en ellos añaden algo de rejugabilidad, ni el hecho de superar desafíos una y otra vez, y mucho menos los escasos añadidos nuevos que hay en la colección, invitan a tomarlo como un juego de largo recorrido.

Sí puedo imaginarme a ciertos públicos enganchándose a él durante una buena temporada, probablemente con la intención de completarlo al 100%, pero para el resto sólo es una buena excusa para alabar la saga una vez más, esta vez durante un periodo más corto de tiempo y sin el tirón que tenía invitar a toda la familia a jugar en ‘WarioWare: Smooth Moves’. Algo que, por cierto, probablemente habría funcionado de perlas si el juego hubiese sido lanzado para Switch en vez de para 3DS.

A favor

  • No hay otro juego igual de divertido
  • Muy entretenido para ratos muertos
  • El humor de Wario y sus microjuegos

En contra

  • A muchos puede resultarle algo corto
  • Pocos añadidos interesantes
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