Death Squared: muerte elevada al cubo, dándole al coco y con personalidad múltiple

Death Squared: muerte elevada al cubo, dándole al coco y con personalidad múltiple

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Death Squared

Hay juegos que de buenas a primeras no te llaman la atención, ni aunque los regalen, como fue el caso de Death Squared en Twitch Prime, o previamente en Games with Gold, hace un par de años. Tuvo una acogida notable entre los fans de los puzles, pero en mi caso no le dediqué la atención que merecía hasta este año.

Iluso de mí, no había sido plenamente consciente del potencial que tenía para conquistarme con ese cóctel de puzles, gran sentido del humor y, sobre todo, por forzar al jugador a controlar a dos cubos a la vez si quería jugarlo en solitario.

Rompecabezas elevado al cubo con gracia

Death Squared

Fue a raíz de verlo en Xbox Game Pass en febrero de 2020 cuando quise darle una oportunidad, sin recordar que ya se había "regalado" en los Gold de 2018. El caso es que me apetecía un rompecabezas en ese momento y lo que no esperaba es que me fuese a romper la cabeza de esa manera al obligarme a pensar a lo bestia.

Death Squared tiene mala baba. Mucha. Está diseñado para que mueras mucho hasta aprenderte el comportamiento de cada casilla del escenario, a base de prueba de ensayo y error, calculando al milímetro cada paso con cada uno de los distintos cubos a controlar. Porque lo que haces con uno, puede provocar una reacción en cadena en el otro extremo, haciendo que tu otro cubo caiga al vacío.

Una plataforma que desaparece, unos pinchos que surgen de la nada, un chispazo, un muro que te mueve... El peligro está ahí y hay que dosificar cada movimiento con cada uno de los dos sticks, donde el izquierdo controla al cubo rojo y el derecho hace lo propio con el azul. Esto hace que sea complicado mover los dos a la vez, no solamente por el hecho de acostumbrar al cerebro a algo no tan habitual en los videojuegos, sino por lo peligroso que resulta con tantos tipos de trampas.

En algunas de las 80 fases disponibles, sí que nos podremos armar de valor y controlar los dos a la vez, en parte porque será inevitable al tener que jugar con el comportamiento de una serie de láseres que van apuntando constantemente a uno de los cubos, lo que hará que no nos podamos quedar quietos, pero en lo general, será un juego para meditar muy despacio cada paso que damos. Un proceso, en cualquier caso, muy ameno debido a que contamos con un narrador que no dejará de comentar nuestras jugadas en tono jocoso o curioso, incluso si nos quedamos quietos un minuto, preguntándose qué cubo dará el siguiente paso.

Death Squared es ideal para reuniones familiares

Death Squared

Siendo tantos niveles, Death Squared tiene tiempo para probar todo tipo de artimañas para sacarnos de nuestras casillas, al no ser nada fácil poner a cada cubo en el círculo de su color para pasar a la siguiente fase: desde cubos transparentes que puede pisar el de color opuesto, hasta picos que salen del suelo o simplemente plataformas que se mueven justo cuando lo hace un cubo.

Cada prueba es un mundo y nunca sabremos la solución de antemano, al haber un sinfín de variables en cada plataforma, sin saber exactamente cómo reaccionará hasta que no las pisamos. De ahí parte de su gracia, el hecho de provocar el caos inesperado, con la consecuente muerte y el reinicio de dicho nivel hasta saber con claridad los pasos que deberemos dar. Otra opción es jugar la campaña con otra persona, para que no resulte tan complicado controlar a dos cubos a la vez, lo que provocará otro tipo de coordinación no exenta de risas. O riñas por no hacer caso.

Pese a contar con una buena dosis de ensayo y error, está muy estudiado el diseño de los niveles y resulta toda una gozada ir desentrañando sus secretos. De hecho, también habrá secretos como tal, con un montón de objetos ocultos cuya localización habrá que averiguar intuyendo esos huecos que no se ven en pantalla.

Por supuesto, este trabajo de SMG Studio también ofrece un modo Fiesta en el que se pueden unir cuatro cubos (hasta cuatro personas, sí), con otra serie de pruebas que exigirán una coordinación total y con más énfasis en aprovechar que los propios cubos sirven de plataforma para el resto de compañeros... Puro caos.

Por 14,99 euros, poco más se puede pedir para los co-autores de Moving Out.

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