Así luce el prototipo de la Mad Box, la consola de que quiere ir más allá de la siguiente generación

Así luce el prototipo de la Mad Box, la consola de que quiere ir más allá de la siguiente generación
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Slightly Mad quiere competir de tú a tú con Nintendo, Sony y Microsoft en el terreno de las sobremesas con Mad Box, y tiene claro cómo ganarles en su propio terreno: ofrecer tecnología que esté por delante de la próxima generación de consolas. Ahora podemos hacernos una idea de cómo estará ensamblada.

A través de Twitter, Ian Bell ( presidente y fundador de Slightly Mad Studios) ha presentado el prototipo de su consola. Y pese a que no tiene por qué ser el modelo final, hay que reconocer que se desmarca totalmente del aspecto minimalista de la octava generación.

En esencia, se trata de una torre presidida en el frontal por una serie de leds que sugieren la letra M, con el logo de la compañía en el costado izquierdo y un sistema de ventilación situado en la base, la cual no toca el suelo al estar elevado sobre dos generosas pestañas.

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Los componentes internos han sido difuminados adrede, dado que todavía es un sistema en fase de diseño y no se han dado sus especificaciones. Eso sí, Bell adelanta que pesará muy poco y que ofrecerá un sistema de comunicación sin cables con otras consolas Mad Box.

Ahora bien, de momento, las características prometidas no pintan mal: juego en 4K, así como soporte total a la Realidad Virtual -siendo compatible con la mayoría de cascos disponibles- y, según su más reciente tuit, apostarán por a ofrecer 90 fps por ojo. 180 fps en total.

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No está de más recordar que se trata de un prototipo y, pese a que tienen sus propios planes para atraer a cualquier desarrollador interesado en publicar en la Mad Box, según estima Bell estamos a tres años de verla en las estanterías. Dicho de otro modo: es más probable que la versión final sea diferente.

Con todo, Ian Bell adelantó que veríamos las primeras imágenes del prototipo entre cuatro y seis semanas, y aquí las tenemos. Así que tampoco descartamos las sorpresas.

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