Ya lo dije hace un tiempo: la única manera de que Sony afrontara con éxito el lanzamiento occidental de PS4 era desplazar el japonés a 2014. El frente de batalla estaba aquí y no en el país del sol naciente. Aquí se enfrentaba a Xbox One, siendo Japón un mercado seguro para PS4 en el que las consolas de Microsoft solo tienen una presencia testimonial.
Sony contó a los japoneses una milonga para justificar el retraso. Estoy seguro de que no se trataba, como dijeron, de que los juegos específicos para aquel mercado no estuvieran listos, simplemente era una estrategia para que hubiera unidades de PS4 presentes en las tiendas occidentales durante toda la campaña navideña... A estas alturas está más que claro que les salió bien la jugada. Muy pero que muy bien.
Lo que me ha resultado extraño es que el anuncio para la televisión que prepara el desembarco de PS4 por aquellas tierras el 22 de febrero se dedique a rastrearles por la cara que la consola ya ha llegado a los principales mercados menos al suyo. ¿Humor amarillo?
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