Tenía muchas ganas de ver qué me deparaba NUTS tras ese enigmático final de su demo. El juego sobre vigilar ardillas parecía esconder mucho más de lo que mostraba a primera vista y siempre me ha sido difícil decirle no a un misterio. Especialmente si va sobre ardillas que acumulan dinamita y cerillas.
Ahora, tras superar las cuatro horas que me ha llevado completar la aventura de cabo a rabo me veo obligado a rebajar un poco las expectativas. Las buenas ideas siguen ahí y el misterio te lleva de la mano hasta un final más o menos satisfactorio, pero lamentablemente unos y otros acaban sabiendo a poco.
Una idea de lo más original
La idea detrás de NUTS no podía ser más original. Nuestro cometido es vigilar ardillas, pero lejos de hacerlo en vivo y en directo deberemos hacerlo colocando distintas cámaras por el bosque. Por la noche revisaremos sus grabaciones para comprobar si hemos captado algo y, si no es el caso, tocará recolocarlas para ver si hemos tenido más suerte.
La pista inicial y la estructura del escenario hace que seguir los pasos de las ardillas durante varias noches sea relativamente fácil. Una mera consecución de pruebas de ensayo y error con las que, por ejemplo, acabamos con las cámaras en una parte del bosque y finalizamos el capítulo en la otra punta del mismo.
Como cada noche siguen el mismo recorrido simplemente debes ir moviendo tus cámaras de aquí para allá intentando cubrir todos los ángulos posibles. Una vez has descubierto dónde se dirigen y las has perdido de vista, toca recolocarlas para intentar encontrar el siguiente tramo.
Sufrida repetición
Con distintos escenarios a los que vamos accediendo cada vez que descubrimos dónde guardan las ardillas su alijo, sólo algunos de ellos suponen un reto un poco más complejo. En su mayoría se limitan a pedirte repetir acciones -coloca cámaras, revisa grabación y vuelta a empezar- que se van reduciendo más y más conforme le pillas el truco a enfocar mejor cada escena.
Ya sea por los giritos que parece querer proponer su historia, o por lo buena que resulta la idea de la cámara en los primeros compases, esperaba de NUTS un algo más que nunca llega a materializarse. Lo que ves durante los primeros minutos es lo que verás durante el resto del juego y, aunque hay tímidas variaciones, no siempre aportan más de lo que restan.
En uno de los escenarios toca perseguir a las ardillas a pie y en otro debes capturar en qué punto están en distintas horas de la noche, pero el resto del juego implica ir y volver en busca de las cámaras hasta dar por completado tu objetivo. Con una campaña de apenas cuatro horas está bien, pero dudo que me hubiese tomado con más entusiasmo que se alargase mucho más sin modificar sus mecánicas.
La opinión de VidaExtra
Comentaba en mis impresiones que, ante la duda de más opciones de grabación u otras mecánicas, su trama era lo que te impulsaría a querer seguir grabando ardillas. No iba muy desencaminado, pero esperaba algo más potente.
Si bien tanto el inicio como el final se apoyan mucho en esa idea, todo lo que ocurre entremedias no goza de la misma fuerza y parece un relato un tanto desaprovechado. Sabemos, en definitiva, por qué la ardilla guardaba bellotas, cerillas y cartuchos de dinamita, pero no ha conseguido sorprendernos demasiado.
A tener en cuenta por su originalidad y el precioso espectáculo de colores que consigue con su particular estilo visual, NUTS queda lejos de ser uno de esos indies a recomendar encarecidamente, pero sí entra en el grupo de esos juegos a devorar del tirón un domingo de lluvia por la tarde.
Lo mejor: un juego indie simpático y divertido.
Lo peor: se echa en falta algo de variedad y sorpresas.
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