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Análisis de Death Stranding en PC, una de las experiencias más excepcionales de los últimos años

El 2019 nos dejó un buen cargamento de videojuegos que pasarán a la historia y entre todos ellos está Death Stranding, considerado por muchos como el mejor título del año pasado cuando salió a la venta en PS4. Desde luego es innegable que la última obra de Hideo Kojima no dejó a nadie indiferente y a partir de mañana más gente podrá disfrutar de ella.

Eso será posible gracias a la versión para PC que será publicada en cuestión de unas horas y con la que los usuarios que les guste jugar en su ordenador podrán comprobar las bondades de esta grandiosa aventura y el motivo por el que ha cosechado tantos premios a lo largo de todo este tiempo. Lo cierto es que al juego se le ha otorgado calificativos muy positivos de todo tipo y solo hace faltar jugar sus primeras horas para darse cuenta de que son muy merecidos.

Tras recorrer el mundo de arriba a abajo y explorarlo a fondo se podría decir que esta versión para compatibles es como la edición definitiva de Death Stranding. Así pues, os invitamos a leer el análisis que hemos preparado para la ocasión y por qué deberíais plantearos muy seriamente el dar una oportunidad a este pedazo de juego o incluso volver a pasároslo si ya lo hicisteis en PS4.

El glorioso viaje por un mundo que nos sorprenderá a cada paso que demos

Lo primero que he de reconocer es que no tuve oportunidad de jugar a Death Stranding en PS4 y era una espinita que tenía clavada. No paraba de oír y leer auténticas maravillas del último trabajo de Hideo Kojima y sentía la necesidad de comprobar por mí mismo si era cierto si de verdad era tan bueno, aunque me echaba mucho para atrás su mecánica principal de los viajes de un lado a otro. No entendía por qué algo que sobre el papel parecía muy simple podía acabar enganchando tantísimo hasta el punto en el que las horas se pasaran volando sin que te dieses cuenta.

Los primeros compases se hacen un poco extraños y lentos mientras vas descubriendo un poco cómo jugar y cómo es realmente la propuesta del juego. Es precisamente a partir de ahí, cuando ya le has dedicado unas horas, cuando te das cuenta de que estás frente a uno de los mundos abiertos más alucinantes que se ha llegado a crear en un videojuego. Ya no es solo por el hecho de que todo lo que veas es un lugar al que puedes llegar de alguna forma, sino también porque absolutamente todo lo que lo rodea importa. Es decir, lo que aparece en pantalla o por el camino no es un simple decorado y en realidad tiene su importancia.

A medida que avancemos dispondremos de una herramienta llamada Odradek que será un dispositivo atado a nuestro taje que nos resultará indispensable para examinar al detalle todo lo que nos rodea. Gracias a él el terreno se mostrará de diferentes colores con los que quedará claro si estamos pasando por un lugar normal o por el contrario uno que nos puede resultar más complicado atravesar o resultar una ardua tarea superarlo. Más que nada por lo indicado previamente, porque todo lo que veáis en pantalla está ahí por algo, ya sea para ayudarnos o perjudicarnos en nuestro trabajo.

Más adelante os indicaremos por qué hemos de ejercer de recaderos, pero es debido a eso el motivo por lo que estaremos constantemente yendo de un lado para otro. Por lo tanto, hay que tener cuidado con las montañas, las piedras, los ríos, las rampas, la hierba, el barro y todo lo que se os ocurra que pueda estar presente en este mundo postapocalíptico en ruinas. De hecho, todos estos aspectos afectarán sobre todo al control que tendremos en Sam Porter Bridges, nuestro protagonista, porque su manejo cambiará por completo dependiendo de la zona por la que pasemos.

Esto provocará que los ríos habrá que atravesarlos despacio procurando que la corriente no sea muy fuerte o de lo contrario el agua le arrastrará hasta lugares que pueden resultar totalmente perjudiciales, como una catarata (a los hechos propios me remito). Tampoco resultará fácil andar por un terreno con piedras enormes, que esté embarrado o subir por montañas muy empinadas. Al final, entre unas cosas y otras, eso conllevará que Sam se tropiece, le cueste andar, se resbale o incluso correr el riesgo de caerse y pegarse un leñazo contra el suelo.

Desde luego en otros mundos abiertos el escenario es simplemente un elemento cualquiera para ir de un lado a otro, pero aquí es su piedra angular al ser donde radica absolutamente toda su jugabilidad. Y para demostrar que todo importa he de decir que ha habido veces que igual una roca sobresalía de una pared por la que intentaba escalar y ha empujado la carga que llevaba en la parte superior de mi mochila, derribándola y tirándola al suelo, al igual que me ha ocurrido si trataba de pasar por debajo de una puerta muy baja.

Esto no son más que unos poquitos ejemplos de las mil y una anécdotas que al final acabará viviendo cada uno y que a mí me ha encantado compartir con mis compañeros que ya habían jugado en PS4, porque otro de los aspectos que hace tan especial a estos viajes es que no habrá una única forma de afrontarlos. La experiencia será completamente diferente para cada uno, ya sea porque se ha trazado una ruta distinta para llegar del punto A al B, por los peligros que ha tocado afrontar o por los materiales que ha cargado a sus espaldas.

Sea como sea, me ha resultado impresionante el hecho de que, a pesar de llevar más de 30 horas jugadas, el juego seguía introduciendo novedades, cambios en algunas características de la jugabilidad, mecánicas diferentes, mejoras, cambios en los escenarios y mucho más que provocaban que la experiencia resultara más variada constantemente. Así que no os penséis que todo lo que veáis en el primer capítulo será idéntico en el segundo o en el tercero. Nada más lejos de la realidad, porque si bien la propuesta de los viajes siempre estará presente, no tendrá nada que ver los que hagáis al principio con los que hagáis en futuros episodios de la aventura.

Reconectando Estados Unidos con un argumento magistral

Si bien los viajes es de lo más importante y de lo que más os marcará mientras juguéis, el argumento no se queda atrás en absoluto. Ya desde el primer momento nos presentan una trama bestial, con unas secuencias cinemáticas apoteósicas y que no nos cansaremos de presenciar, por mucho que en algunos casos nos podamos tirar bastante rato escuchando a los personajes hablando entre ellos. Pero es que hay que reconocer que todo está tan bien hecho que a veces parecerá que estamos frente a una película real.

Sinceramente no quiero contar demasiados detalles por no chafar ninguna sorpresa, así que con que sepáis lo básico es suficiente. Así pues, el objetivo es el de llevar la red quiral por todas las bases principales de las ciudades clave de Estados Unidos con el fin de unir todos estos puntos unos con otros. Esto se debe a que el fenómeno Death Stranding ha causado que el mundo esté en la ruina, con la humanidad esparcida y al borde de la extinción, de ahí que se intente reunir a todo el mundo para buscar la colaboración de unos y otros con el único objetivo de volver a la normalidad.

Ya desde los primeros compases el argumento te atrapa por completo y te deja con ganas de saber más detalles. Sobre todo porque la forma en la que se contará la historia os dará la impresión de que no estáis entendiendo nada, pero no os preocupéis porque es normal, dado que hasta que no vayáis avanzando más y más no iréis descubriendo todo el pastel, con giros argumentales inesperados y otras sorpresas difíciles de imaginar. Al final todo esto consigue que siempre tengáis ganas de avanzar para averiguar qué será lo próximo que sucederá.

La historia está dividida por capítulos, los cuales están dedicados cada uno a los distintos personajes principales que iremos conociendo, aunque sobre la marcha todos tendrán su protagonismo en otros momentos. Sin embargo, por algún motivo no todos los que conoceremos acabarán resultando igual de importantes y lo cierto es que las apariencias engañan en este sentido. Hay casos en los que algunos personajes dan la impresión de ser un pilar fundamental en la trama y luego se vuelven más secundarios. Es una lástima, porque te deja un poco con la sensación de que a algunos se les podría haber sacado más partido todavía con una historia tan bien lograda como esta.

Aun así, no os penséis que el argumento no es bueno porque en absoluto es así. No obstante, es una historia que no podéis jugar un día y retomarla dentro de un mes, porque entonces será difícil que os lleguéis a enterar de algo. En ocasiones resulta un tanto complicada o difícil de seguir el hilo, de ahí que sea determinante no perderse ningún detalle de las conversaciones que se lleven a cabo, por insignificantes que puedan parecer a veces. Por eso mismo hay que prestar atención a todos los diálogos, como ya ha ocurrido también en la saga Metal Gear Solid.

Asimismo, también hay que reconocer que sobre la marcha conoceremos a personajes secundarios con sus respectivas tramas que también resultarán de lo más interesantes, dejándonos con ganas de completarlas. Al final todo esto es un cúmulo que te da la sensación de estar presente en un mundo vivo, pese al aspecto tan siniestro y demacrado que presenta, pero que te deja con ganas de formar parte de él y ayudar en esa misión tan trascendental de reconectar todo el país mientras viajamos de una punta a otra por todo Estados Unidos.

Escogiendo con cuidado la carga que llevaremos

En Death Stranding no solo bastará con hacer que las bases formen parte de la red quiral. Al tratarse de un mundo postapocalíptico los recursos son muy limitados y no existen los medios suficientes para enviar las cosas fácilmente a otras partes, como sí sucede en la realidad. Es por eso mismo que el trabajo de Sam Porter es tan determinante, ya que es un mensajero especializado en transportar cargas pesadas de un lado a otro, atravesando terrenos por lo que la mayoría de civiles no se atrevería a viajar por nada del mundo, de ahí que todos dependan de nuestra ayuda para salir adelante.

Esto conlleva que antes de partir a nuestro próximo destino nos asignarán una serie de encargos, tanto principales como secundarios, para cumplir al ritmo y por el orden que nos parezca mejor. La mayoría de ellos consistirán en transportar una carga que nos será asignada procurando que por el camino sufra la menor cantidad de daños posible, pero también habrá ocasiones en las que tendremos un tiempo limitado para cumplir con nuestro objetivo u otros requisitos a tener en cuenta, como el hecho de llevar el equipaje de una forma determinada o hacer todo lo posible para que no se moje, por ejemplo.

A su vez, al comenzar cada viaje nos tocará pensar bien qué vamos a llevar encima, porque esto no es como un RPG en el que los personajes pueden tener mil objetos con su bolsillo mágico y se seguirán moviendo igual de bien. Aquí importa cada kilo que tengamos encima y también el volumen de cada pieza que carguemos encima de nuestra espalda o alrededor de nuestro cuerpo. Por eso mismo es esencial medir al milímetro toda nuestra carga, fijándonos sin parar en su peso y sus dimensiones o de lo contrario lo pasaremos realmente mal.

Vale que Sam esté entrenado para estas situaciones y sea capaz de cargar con más de 100 kilos de peso, pero eso no quiere decir que vaya a ser fácil. Por eso mismo tocará administrar la carga por sus brazos, sus piernas, su cintura y especialmente en su espalda. De esta forma, cuanto más peso lleve Sam, más difícil le resultará moverse por el mapa, ya que lo hará más despacio, su resistencia disminuirá más rápido e incluso puede provocar que la carga se tambalee bastante. Para evitarlo tocará agarrar bien las cuerdas de la mochila con el fin de mantener el equilibrio, pero como paséis por un terreno peliagudo... no descartéis que Sam se pegue un porrazo contra el suelo.

Personalmente, a mí se me han caído las cosas en numerosas ocasiones por tropiezos o por arriesgarme demasiado a atravesar una zona no adecuada para tanto peso que llevaba encima. A la larga y a base de vivir estas situaciones acabas aprendiendo la forma de afrontar mejor los viajes, porque lo importante es tener cuidado con el equipaje, dado que las cajas se rompen, se deterioran y hasta se pueden hacer añicos si son excesivamente frágiles. Y si lleváis como carga un cuerpo humano, que hasta habrá momentos en los que os topéis con ese tipo de misiones, pues con razón de más que haya que protegerlos de los golpetazos.

En este sentido la jugabilidad me ha parecido una pasada por el realismo que presentan todos los movimientos de Sam y por cómo vibra el mando, que hace que te sientas más dentro de la partida, como si fuese uno mismo el que lleva la carga. Desde luego no se me ocurre nada negativo que decir al respecto porque cuando el personaje ha tenido problemas para desplazarse ha sido por motivos más que justificados por el terreno y en absoluto por fallos en el control. Y por supuesto no todo es andar y andar sin parar, porque por el camino podremos sacar partido de otros utensilios que nos facilitarán algo más nuestra tarea.

Debido a que no todo se podrá atravesar caminando o saltando, a veces no nos quedará más remedio que emplear escaleras o cuerdas para trepar por muros, descender por ellos sin problemas o para pasar por encima del agua sin mojarnos. De hecho, hasta habrá vehículos para conducir, pero no serán aptos para todo tipo de situaciones o de terrenos, dependiendo sobre todo del que elijamos para ponernos al volante. Lo que no penséis que lo que coloquéis en el escenario permanecerá ahí eternamente, porque otro motivo por el que da la sensación de que es un mundo vivo es que los objetos que coloquemos llegará un punto que se acabarán deteriorando hasta hacerse añicos de tantos usos o simplemente por el declive, sobre el que os hablaremos más adelante.

La conexión y la ayuda de otros jugadores

Para disfrutar de la mejor experiencia de Death Stranding os recomendamos encarecidamente que lo hagáis conectados a Internet. Esto provocará que, desde cierto punto de vista, juguéis en compañía de otros jugadores del mundo y no porque estén pululando por el escenario junto con nosotros. En su lugar lo harán las escaleras y cuerdas que dejen colocadas por el mapa, al igual que las construcciones que se lleven a cabo para modificar el terreno y nos resulte de ayuda para desplazarnos por el mapa.

Las susodichas construcciones resultarán de una gran ayuda en infinidad de ocasiones, como los puentes para cruzar ríos, las instalaciones para resguardarnos y reparar la carga que llevemos encima, los buzones para dejar o recoger materiales o las torres de vigía para examinar lo que tenemos a nuestro alrededor. Todo ello lo podrá construir uno mismo, pero no cabe duda que gracias a la cooperación de otros jugadores resultará más fácil todavía, porque algunos de estos levantamientos requerirán que empleemos una burrada de materiales que obtendremos por completar misiones o recolectando por el escenario.

Uno de los mejores ejemplos de esto lo descubriréis muy pronto cuando se os presente la primera carretera, lo que levantará una vía para movernos por ella con un vehículo y para sortear otros terrenos más peliagudos. No obstante, el que lo haga uno solo conllevará un gran esfuerzo y una enorme cantidad de viajes. Es por ello que el juego fomenta el trabajo en equipo para ayudarnos unos a otros con estas construcciones que requerirán tantos objetos y que también resultarán de ayuda a los futuros jugadores. Sin ir más lejos, un día os podéis levantar con una carretera a medias y al siguiente puede que esté terminada.

A la larga todo lo que dejemos o en lo que ayudemos a construir por el escenario nos irá recompensando con "me gusta" por parte del resto de jugadores por la buena labor que hemos realizado, aunque también se los podremos otorgar a los demás. Puede eso sí que esto no valga para nada y no tenga relevancia en la trama o en la jugabilidad, pero no os hacéis una idea de lo gratificante que resulta cuando has construido una carretera de lo más esencial y no paran de llegarte "me gusta" porque a otro jugador le ha venido bien, porque así sabes que tu trabajo ha merecido la pena por llevar a cabo una buena acción.

Ahí es donde se vuelve a notar por qué es tan importante reconectar todo el país, porque vale que no consigues nada a cambio más allá de la gratificación de haber resultado útil para alguien o por demostrar a otra persona que gracias a su ayuda no ha hecho falta que hagamos frente a tantas adversidades. Esto nos animará a seguir construyendo más cosas por el escenario, además de por dedicarle un uso propio, para que los demás lo tengan a su disposición si así lo desean, porque los viajes a veces son extremadamente largos y cualquier ayuda que haya por el camino, por insignificante que sea, siempre será de agradecer.

Por otra parte, la primera vez que viajemos a una base nueva será la más complicada de todas, porque en el mapa no se reflejarán las construcciones de otras personas al no estar a la vista, pero al unirlas a la red quiral se irán desbloqueando partes del mapa, lo que a su vez implicará que se muestre en él las escaleras, cuerdas, señales, construcciones y otros detalles importantes que hayan dejado los jugadores, lo que vendrá a las mil maravillas a la hora de trazar rutas, porque siempre vendrá bien pensar cuál es el mejor camino a seguir en lugar de ir ahí a la aventura dando tumbos y andando sin parar, más que nada para evitar que Sam se fatigue demasiado y sus botas no se rajen del todo o de lo contrario sus pies se pondrán a sangrar.

Además, el juego puede durar eternamente porque por el camino no paras de encontrarte con materiales extraviados que hay que llevar a las bases. Al final, con tal de ser buena persona, no puedes evitar dar vueltas y vueltas e ir de un lado a otro con tal de ayudar a todos los refugios y bases que hay esparcidas por el mapa, aunque no sea el objetivo principal, porque al final por inercia siempre se acaba tomando un "ligero" desvío con tal de aprovechar el viaje lo máximo posible. A la larga las horas se te pasan volando de esta forma y es cuando te das cuenta de que en una tarde no has progresado casi nada en la historia principal.

Las misiones están tan bien realizadas que siempre querremos hacer más de lo que le pida el cuerpo a Sam. A la larga a base de completar los encargos iremos recibiendo puntuaciones que variarán dependiendo de una serie de factores, como el estado de la carga o la distancia que hemos andando, entre otros detalles. Todo esto nos dará una especie de puntos de experiencia que mejorarán nuestras estadísticas para así ampliar algo más las funciones que puede desempeñar nuestro protagonista.

Lo único que habría estado bien mejorar es que los personajes a los que ayudemos, en lugar de escribirnos emails de vez en cuando después de echarles un cable o hacerles una entrega, nos contarán lo mismo hablando. Es comprensible que si esos textos se hubiesen pasado a diálogos tal vez habrían quedado muy extensos, aunque también de la forma que se ha elegido quedan un poco fríos y no resulta tan interesante echar un ojo a lo que nos cuentan, pese a que a veces nos dan buenos consejos para los futuros viajes.

Acción o sigilo en un mundo que no está exento de amenazas

Lo primero que hay que dejar claro es que Death Stranding no es un juego de acción o al menos no es el género que predomina, porque sí que habrá en más de un momento y a veces será inevitable que se produzca. Eso sí, la mayoría de ocasiones dependerá de la forma de jugar de cada uno, pero no hay que olvidar que Sam no es un superhéroe y por lo tanto no será coser y cantar plantar cara a las amenazas que traten de fastidiar nuestra travesía, de ahí que dependerá de cada uno huir o afrontar estas situaciones.

Sea como sea, Sam es inmortal. Da igual lo que nos acabe pasando que siempre acabaremos volviendo a la vida si morimos. Por suerte no es fácil que se produzca este hecho si tenemos cuidado, pero si se llegara a dar el caso es cuando comprenderíamos por qué la muerte tiene un peculiar protagonismo en la trama. Más que nada porque si fallecemos dejaremos un cráter en el suelo que se quedará de forma permanente en el escenario, causando que lo vean otros jugadores y de paso no podamos atravesar ese lugar.

La mayor amenaza a la que nos tocará hacer frente son los EVs, unos seres siniestros que aparecerán en cualquier momento cuando se ponga a llover. Este efecto ambiental, llamado declive, es radiactivo y capaz de deteriorar toda nuestra carga si permanecemos demasiado tiempo expuestos a ella. Al mismo tiempo servirá como señal para advertirnos de que en cualquier momento nos podremos llegar a encontrar con los EVs, de manera que la única forma de zafarnos de ellos será aguantando la respiración (ni os imagináis la tensión que causa), aunque también sabremos por dónde andan gracias al escáner de BB, el bebé que llevaremos encima y del que iremos conociendo más detalles con el tiempo.

Aun así, si los EVs te atrapan se formará una especie de mugre negra de la que es posible escapar y lo más recomendable es que lo logréis, porque de lo contrario provocará una pelea contra una especie de jefe final que hay que eliminar. Algunos de estos encuentros son obligatorios por temas argumentales y es una pena que este tipo de batallas no estén bien resueltas, porque algunas dejan mucho que desear y a la larga no logran ser lo suficientemente impactantes, lo que es una verdadera lástima por la calidad tan elevada que presenta el resto del juego constantemente.

Por si no fuera suficiente, otra de las amenazas contra la que tocará lidiar son las mulas, quienes antiguamente eran recaderos como nosotros, pero la locura se ha apoderado de ellos y ahora se quedan con las cargas que pillen para uso propio, de ahí que haya que pasar de largo de ellos porque de lo contrario tratarán de apoderarse de nuestras pertenencias. Lo malo es que, al contrario que los EVs, ellos cuentan con detectores que causarán que se abalancen en grupo a por nosotros.

Por suerte se les puede evitar con cuidado, aunque también es posible combatir contra ellos a base de puñetazos y patadas o con armas para interceptarlos. Y naturalmente con el tiempo dispondremos de armas para erradicar a los EVs o también para eliminar a las mulas.

Extrayendo todo el potencial del juego en PC

Al ponerme a jugar a Death Stranding y consultar sus requisitos, uno de mis mayores temores era que el juego no me rindiese correctamente por tener una gráfica GeForce GTX 970, pero la verdad es que el juego se ha movido sin ningún problema en todo momento a 60 fps constantes a 1080p. Una fluidez excelente con una calidad gráfica que te deja sin palabras por lo alucinantes que lucen todos los escenarios.

Visualmente el juego ha mejorado más todavía en los colores, las texturas, los modelados de los personajes, una mayor visión de campo y en general en todos los detalles gráficos que provocan que el título se vea mejor que nunca y más realista todavía, que ya es decir. Además, los tiempos de carga son muy bajos y prácticamente todo lo que ocurra sucederá al momento.

Junto a esto está la posibilidad de jugar con teclado y ratón con unos controles que también se han adaptado perfectamente para que resulten cómodos, pero no logran la misma inmersión que jugar con un mando en las manos, de ahí que esta última sea la opción que más os recomendamos cuando juguéis. Y ahí no queda todo, porque otra de las novedades que incluye de base es su modo Foto para captar unas instantáneas que logren enmarcar el épico viaje que estamos viviendo.

Pero si hay algo que destaca y no se puede pasar por alto son una serie de añadidos relacionados con dos de las sagas estelares de Valve como son Portal y Half-Life. En estos casos se debe a que a veces nos realizarán un encargo que consistirá en localizar el famoso Cubo de Compañía de la saga Portal y llevarlo al destino que nos indiquen, lo que hará que como recompensa nos entreguen artículos cosméticos de Half-Life para modificar la apariencia de nuestro héroe.

En cambio, a falta de comprobar si se implanta una actualización el día de su lanzamiento, hay ciertos unos pocos detalles que han afectado a que su rendimiento no sea perfecto al 100%. Así ha habido momentos en los que los controles se quedaban pillados y era obligatorio reiniciar el juego para arreglarlos, además de alguna ralentización muy puntual en ciertas secuencias, pero lo peor es que a veces el juego se quedaba cargando eternamente al depositar materiales en las estaciones para ayudar a otros jugadores si así lo deseaban ellos. Si bien no pasaba siempre, pero era un poco lotería que se diese ese fallo que como decimos esperemos que esté subsanado mañana.

La opinión de VidaExtra

La verdad es que a lo largo del texto he tratado de plasmar todas las sensaciones que me ha producido Death Stranding durante las decenas de horas que le he dedicado, pero es uno de esos videojuegos en el que se podría decir que las apariencias engañan. Por mucho que pueda parecer simple o una propuesta poco interesante, es ponerte a jugar y te das cuenta en seguida de que es un título excepcional. Una de esas experiencias tan maravillosas que pocas veces se vive en un videojuego.

Gráficamente es soberbio en su versión para PC, con un mundo abierto que siempre tendremos ganas de recorrer de arriba a abajo con una jugabilidad que es difícil de igualar, porque este sí que es un escenario que se ha diseñado a conciencia y en el que no se ha dejado nada al azar. Es diferente a cualquier otra cosa que hayáis jugado y es precisamente por eso, por su originalidad y por lo sorprendente que resulta constantemente, por lo que siempre estaremos disfrutando de un viaje sublime en cada uno de los encargos.

Por supuesto también ayuda el que los personajes sean tan realistas y el que se haya elegido a actores tan conocidos como Norman Reedus, Mads Mikkelsen o Guillermo del Toro, entre otros, para interpretar a algunos de ellos, con un doblaje fabuloso al castellano, aunque por supuesto con las voces originales es como gana más puntos todavía. Y si hay un apartado que nos ha encantado ha sido su magnífica banda sonora, con unos temazos que sonarán cuando estemos cerca de las ciudades a las que lleguemos por primera vez y en otros momentos clave, a lo que hay que sumar que el conjunto de sonidos que se escucharán de fondo constantemente encajan de una forma espectacular.

Hideo Kojima ha logrado desarrollar un videojuego con una historia asombrosa, una jugabilidad espléndida y original, un mundo postapocalíptico que nos ha dejado sin palabras y un elenco de actores de diez, aunque por ciertos detalles puntuales no alcanza el diez, lo que no quita que sea una obra épica de esas que por muchos años que pasen será muy difícil de olvidar y superar. Una obra que se merece que le deis una oportunidad porque nunca imaginé que reconectar un país iba a ser tan satisfactorio y gratificante.

Ficha Análisis Death Stranding

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