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Dr. Mario World, o cómo Nintendo ha convertido un clásico de NES en un título genérico para móviles

Donde fueres, haz lo que vieres. Con Super Mario Run la Gran N decidió ir contra las reglas del propio ecosistema de los juegos para móviles: acceso a todos los contenidos tras un único pago. Podría parecer que Nintendo quería hacer las cosas a su modo dentro y fuera de sus consolas, pero entonces llegó Dr. Mario World

Casi tres años después, y con una soberbia racha de lanzamientos en Switch, la superestrella de los videojuegos reaparece en iOS y Android con las lecciones aprendidas de su primera incursión y evocando a un clásico de NES. Por desgracia, en su regreso pierde cualquier ápice de identidad nintendera. 

Tras un primera semana jugando -cada vez menos- y dándole más oportunidades de las que merecía, no puedo evitar preguntarme dónde quedó el toque especial que distingue a los juegos de la gran N.   Desafortunadamente, y pese al encanto de los héroes del Reino Champiñón, Dr. Mario World es genérico hasta la médula. 

Que no se me malinterprete. El Dr. Mario original no era una propuesta  revolucionaria. Un juego de lógica y habilidad que tiene más de Puyo-Puyo que de Tetris. Todo el que disponga de una suscripción Online de Switch puede disfrutarlo de primera mano y, pese al paso de los años, su planteamiento sigue funcionando. 

Sin embargo, con Dr. Mario World, Nintendo tenía la oportunidad de ofrecer algo distinto a lo que ya nos ofrecen infinidad de juegos en la Appstore y Google Play Store.  Distinto por no decir mejor. Puzzles divertidos sí, pero también el clásico sistema de energía por jugada, los desbloqueables aleatorios y detalles que hacen más que coquetear con el pay-to-win. 

Y esto último es algo que realmente cuesta asociar a la superestrella de Nintendo.

Lo bueno: rediseñando la fórmula original

Al César lo que es del César: Nintendo no se ha limitado a trasladar Dr. Mario a los dispositivos móviles, ha creado una experiencia completamente actualizada a la vez que fiel a la saga, de modo que nuestro objetivo sigue siendo limpiar de bacterias cada nivel, aunque en esta ocasión hay dos diferencias esenciales:

  • Las cápsulas no caen, se elevan. A lo que hay que sumar que el tiempo no será nuestro enemigo en el modo principal, pese a que se han repartido retos contrarreloj por cada uno de los escenarios.
  • Sin embargo, el otro gran cambio de Dr. Mario World es que hay un número limitado de piezas que podremos usar. Y ahí es donde está el desafío (y el sistema de monetización): se nos darán ventajas que podremos obtener jugando o adquiriéndolas través de diamantes, el crédito que se compra con moneda real. 

De este modo, los reflejos de las entregas anteriores dejan paso a la lógica y la reflexión. Incluso el sistema táctil nos da una ventaja singular, teletransportando cualquier cápsula en caída sin esperar a que la pieza entre a base de giros in extremis. Así, tras las primeras partidas, veremos que el tiempo suele jugar a nuestro favor. Pero no las circunstancias.

Encontraremos los obstáculos y barreras de las entregas anteriores que, pasado el nivel 30, nos obligarán a estudiar cada movimiento y aprovechar de la manera más efectiva las bombas, caparazones y demás items repartidos en cada nivel. Pero también -en menor medida- podremos usar habilidades especiales y ayudantes  con los que ahorrarnos movimientos y complicaciones. Al final, y como veremos, la verdadera clave en Dr. Mario World está en saber cuando usar estos últimos de la manera más eficiente.

Con la teoría aprendida, la experiencia se bifurca en dos: en el modo Aventura se trata de acceder a nuevos puzzles de manera gradual, delegando la rejugabilidad de las fases superiores al clásico sistema de calificación de tres estrellas según nuestro rendimiento. 

Dato curioso: tras la descarga inicial, el juego nos invitará a descargar unos 100 MB extra.

De primeras iremos desbloqueando hasta cinco mundos basados en los escenarios habituales de la saga plataformera, aunque se espera la llegada de nuevos escenarios. Eso sí, cada intento de cada nivel nos costará un corazón, un consumible que se recarga con el tiempo y que también se puede adquirir con diamantes. Es decir, a cambio de dinero real. 

Este aspecto en torno al consumo de diamantes y corazones es, además del sistema de monetización principal del juego, donde más evidente se hace que Nintendo toma prestados demasiados elementos de otros puzzles de móviles.

¿El premio por limpiar de bacterias cada nivel? Además del propio hecho de ver cada desafío superado y abrir la puerta hacia el siguiente puzzle, podremos desbloquear médicos y ayudantes. Recompensas que lucirán especialmente bien en el modo Duelos.

Dr. Mario World ofrece un PvP que, a diferencia del modo aventura, podremos jugar sin gastar corazones en matchmaking o contra amigos. Su propósito es doble ya que nos permite esperar mientras se recarga la energía y -a la vez- darle uso a los médicos y ayudantes desbloqueados con sus respectivas habilidades, recuperando en lo jugable el espíritu y las mecánicas del Dr. Mario original.   

Y es aquí donde queda todavía más patente el verdadero problema de Dr. Mario World: todas las ventajas tienen un precio y lo verdaderamente valioso se concede de manera aleatoria.

Lo malo: un sistema de progresión carente de “magia nintendera”

Poniendo ya las cartas sobre la mesa, la escalada de dificultad de Dr. Mario World no es proporcional a la gratificación obtenida. El hecho de quedarte sin corazones no será un problema hasta que el juego esté bien avanzado (aproximadamente la mitad del Mundo 2) y siempre puedes recibir corazones extra de otros jugadores, vía asociando la app a  Facebook, Line o tu cuenta Nintendo.

Desafortunadamente, Dr. Mario World no es Candy Crush: no podremos continuar nuestras partidas en el navegador y lo peor es que la acogida del puzzle de Nintendo no ha conseguido calar lo suficiente como para que este ese reparto de corazones entre contactos se produzca de manera rutinaria, sino más bien excepcional. Y, en mi caso, más bien por compromiso explícito y para la elaboración de este texto.

No obstante, el mayor punto flaco de la propuesta es que, llegados a los niveles más avanzados, te da la sensación de que todo tiene un precio. Los mejores ayudantes, las continuaciones en caso de querer experimentar un poco con las posibilidades de la partida. Y luego están los desbloqueables aleatorios.

¿Se te resiste un nivel? Con diamantes podrás extender un poquito más la partida.

El máximo reclamo en cualquier free-to-play son los héroes desbloqueados, y Dr. Mario World no es la excepción. Todo el reino Champiñón se ha enfundado una bata blanca y encajado el estetoscopio, desde Bowser hasta Yoshi, con lo que se da un punto extra de variedad ofreciendo diferentes  habilidades. Pero claro, aquí surgen dos complicaciones:

  • A la hora de realizar un desbloqueo, lo mismo te toca un personaje que un ayudante. Y lo segundo es drásticamente más frecuente que lo primero.
  • Estos médicos extra tienen una presencia especial en el modo Duelo, potenciando sus habilidades extra a base de ganar experiencia. Y lo cierto es que hay personajes mejores que otros.

Pese a que se nos da la opción inicial de elegir entre Mario, Peach y Bowser, al final nos encontramos con que el juego no consigue bonificar lo suficiente al jugador pasadas las fases iniciales. Un elemento esencial en éxitos como Brawl Stars, Hearthstone o Crash Royale. 

Como resultado, uno se queda pinzado entre desafíos que se acaban haciendo rutinarios y un modo Duelo que sacrifica la competitividad en favor de la dedicación o el canjeo de diamantes, se obtengan del modo en que se obtengan. Algo que, por cierto, no me había pasado en ninguno de los anteriores juegos de Nintendo para móviles. 

Que no se me malinterprete, Dr. Mario World cumple con lo que se espera de cualquier juego de puzzles en dispositivos móviles. Es desafiante y ofrece suficientes contenidos de lanzamiento como para tenernos entretenidos mientras descubrimos puzles, mundos y bacterias de nuevos colores. Pero ¿cumple con lo que se espera de un juego de Nintendo?

Lo feo: ¿es este el futuro de Nintendo en móviles?

El mayor problema del regreso de Mario a los móviles es como flaquea frente a lo que se espera de un juego de Nintendo. Es decir, una propuesta de entretenimiento casi universal, destinada a toda la familia, incluyendo peques y mayores, y que ofrezca diversión constante. Y sería complicado encasillar Dr. Mario World ahí.

No te negaré que cuando empezaron a aparecer bacterias de color rosado y verde me topé con una barrera extra: al igual que otros puzles, no está diseñado para daltónicos. No sería la primera vez que esto me pasa y estoy medianamente acostumbrado a ello. Estoy más decepcionado con el sistema de progresión del juego. Y me temo que no es buen precedente.

En la tienda del juego encontraremos bonificaciones diarias y lotes especiales.

Nintendo va seguir a apostando fuerte por los móviles. No solo estamos hablando del prometido Mario Kart, sino los juegos de Pokémon que llegarán más pronto que tarde, como Pokémon Masters y Pokémon Sleep. Y si Super Mario Run fue una sonda para ver cómo funcionaba el sistema de un único pago en móviles y Animal Crossing daba un paso menos tímido hacia los micropagos, Dr. Mario World es la transición total de Nintendo hacia el modelo free-to-play de cualquier compañía. Sin anuncios, eso sí. 

A fin de cuentas, es una propuesta de juego diferente. Una que ya han puesto a prueba cinco millones de jugadores (un despegue no tan afortunado como en otras sagas de la Gran N en iOS y Android). Pero también el siguiente trazo en la trayectoria que Nintendo está dibujando en móviles. 

Esperemos que las siguientes experiencias nos recuerden con más acierto lo que muchos hemos interiorizado como magia nintendera y menos lo que ya nos hemos aburrido de ver en móviles. 

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