Análisis de Super Monkey Ball Banana Mania: el típico juego que compras para tus hijos y acabas jugando tú hasta las tantas

Análisis de Super Monkey Ball Banana Mania: el típico juego que compras para tus hijos y acabas jugando tú hasta las tantas

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Banana Mania

Sería tan feo como hipócrita pasarse el día refunfuñando por los pocos juegos aptos para críos que llegan a nuestras manos -no sólo por estética, sino también por accesibilidad- y no reverenciar como es debido la llegada de Super Monkey Ball Banana Mania a nuestras vidas.

La saga de las bolas de hámster con monos en su interior no es sólo uno de los últimos grandes coletazos de creatividad que nos entregó Sega al abandonar el mundo de las consolas, también es uno de esos juegos en los que el diseño de niveles es capaz de dejarte con la boca abierta fase tras fase.

Una oda a Super Monkey Ball

El caso de Super Monkey Ball es uno de esos que merece la pena ser contado por lo curioso del proyecto. Nacido de uno de los mejores product placement que nos ha legado el mundo del videojuego, la colaboración entre Sega y la compañía de frutas Dole, colocaba en medio mundo una recreativa con un plátano haciendo de joystick.

Gracias a él debías mover un escenario para, inclinándolo a un lado y al otro, conseguir que una pelota con un mono dentro llegase desde el inicio del nivel hasta la meta. Una vuelta de tuerca al Marble Madness de Mark Cerny que, como ya habréis imaginado por lo curioso de la idea, acabó convertido en pelotazo.

Apenas un año después, aquél primer Monkey Ball arcade se transformaría en Super Monkey Ball para llegar a Nintendo GameCube, donde también vería una secuela al año siguiente y, tras su paso por Game Boy Advance, aterrizaría en PS2 y Xbox con un recopilatorio llamado Super Monkey Ball Deluxe.

Esos tres juegos, una colección de más de 300 niveles en los que recoger plátanos y caer al vacío perdiendo los nervios, son el grueso de una celebración que pretende aplaudir los 20 años de la franquicia con este Super Monkey Ball Banana Mania. Y como suele ocurrir siempre que Sega se mete en uno de estos saraos, la fiesta seguera se hace por todo lo alto y sin dejar a nadie atrás.

Un caramelito para los segueros...

Con bolas personalizables a las que puedes cambiarle el color o el personaje que va en su interior, desde los clásicos monos hasta héroes míticos de Sega como Sonic o Beat (o incluso meter una Dreamcast dentro de la pelota), nuestro objetivo será ir recorriendo niveles en solitario o en cooperativo para avanzar en la historia.

Banana Mania

La gracia al jugar con críos en pantalla partida está precisamente ahí, y es que entre opciones como añadirle un salto a la pelota para hacerlo más fácil, el poder jugar varios a la vez para ver quién es el que llega a la meta evita que la dificultad de algunos niveles termine en frustración.

Como en toda la saga, Super Monkey Ball Banana Mania es un juego que demanda más temple y paciencia que habilidad, pero lo retorcido de algunas fases con losas estrechas o plataformas en movimiento destinadas a lanzarte por los aires al menor despiste, pueden hacer que algún nivel que otro se atragante.

Por suerte la colección de fases da constantemente una de cal y otra de arena en ese sentido, y de caminar lentamente sobre un suelo a lo cuerda floja, pronto te lanza a una vertiginosa montaña rusa en la que tu personaje saldrá despedido hacia la meta tras una buena colección de giros cerrados y saltos.

... Y para los completistas

Pero pese a lo divertido de la mezcla, debo reconocer que donde más horas he pasado con los críos ha sido en la sección de minijuegos de este Super Monkey Ball Banana Mania.  No es que sea una colección excesivamente original, pero que me aspen si no es lo suficientemente divertida para quemar un buen puñado de tardes.

Banana Mania

Carreras, peleas en las que empujar al contrario, billar, lanzarte por los aires para caer sobre una diana… Un total de 12 minijuegos entre los que también se encuentran opciones algo más obvias y bastante menos inspiradas como el tenis, el fútbol o el béisbol.

Lo importante es que no cede hueco a pausas y, niños a un lado, es también uno de esas golosinas que los completistas agradecerán tener entre su colección. Entre la recolección de plátanos y los desafíos de cada nivel, como llegar en X segundos a la meta, en Super Monkey Ball Banana Mania hay contenido para aburrir.

De tener que echarle algo en cara me quejaría de que su interfaz me parece algo más seriota de lo necesario a nivel visual, o que recoger sólo los niveles de los tres primeros juegos teniendo en cuenta todos los que han ido llegando después puede oler a escaso. Pero en realidad luego miro todo lo que aún me queda por completar y se me pasa.

La opinión de VidaExtra

Super Monkey Ball Banana Mania es uno de esos juegos que lo tiene difícil para destacar entre una apabullante colección de lanzamientos, pero espero con ganas que más de un crío se acuerde de él cuando le toque hacer la carta a los Reyes Magos este año.

Ideal para jugar con los más pequeños, llevarte un chute de nostalgia o poner a prueba tu habilidad en niveles exquisitamente diseñados, Super Monkey Ball Banana Mania quiere ser ese juego que vas degustando poco a poco cuando tienes el tiempo justo para desconectar rodando por un par de niveles. Si bien es cierto que puede pecar de falta de ambición en su homenaje, no es un juego que vayas a completar al 100% en dos tardes.

Super Monkey Ball Banana Mania Launch Edition Ps5 Esp

Super Monkey Ball Banana Mania

Super Monkey Ball Banana Mania

Plataformas PC, Xbox One, Ps4, Switch y PS5 (versión analizada)
Multijugador
Desarrollador Ryu Ga Gotoku Studio
Compañía SEGA
Lanzamiento 5 de octubre de 2021

Lo mejor

  • Un buen puñado de niveles esperando a ser completados
  • Desafíos, retos y coleccionables para aburrir
  • Ideal para jugar con niños

Lo peor

  • Una saga tan longeva tal vez merecía algún retorno más
  • Algunos niveles pueden atragantarse

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