Un de las propuestas más ambiciosas de los últimos años la ha planteado Google con el lanzamiento de Stadia. La plataforma de streaming comenzó con mucha fuerza gracias a la dirección de Jade Raymond, un catálogo exclusivo y la posibilidad de incrementar su cartera de obras en el futuro.
Sin embargo, la comunidad no terminó de convencerse de las virtudes del servicio y las marchas en el equipo comenzaron a hacerse más patentes. Incluso Google demostró querer seguir implicándose en el proyecto aumentando el margen de beneficios para los desarrolladores.
Ahora, tras la presentación de Google for Games Developer Summit 2022, la compañía tecnológica definió el rumbo de Stadia hacia un camino que parece disolver su futuro como ente propio. El cambio más significativo radica en el acceso por parte de terceros Immersive Stream for Games, un servicio que contendrá las herramientas de streaming que han definido a Stadia.
¿Qué significa esto? Básicamente hablamos de que empresas terceras puedan hacer uso de la tecnología de Google para crear demos o servicios de streaming de sus propios catálogos de videojuegos. Algo similar a lo que sucedió el año pasado con AT&T y Batman Arkham Knight, el cual se pudo probar de forma gratuita.
Por otro lado, se facilitará que los desarrolladores puedan transferir sus títulos creados en Unreal Engine o Unity de forma mucho más sencilla a Stadia. Wired Productions, Team17 o Saber Interactive son algunas de las editoras que ya se han postulado en este sentido para publicar sus juegos en la plataforma.
Derribando barreras en Stadia
Ese ha sido otro de los fundamentos que ha querido dejar claro Google. Desde ya mismo cualquier desarrollador puede publicar una demo gratuita en Stadia y no se requerirá de una cuenta por parte del usuario para probarla. Tal es el caso de Risk of Rain 2, el cual ya se puede probar durante una hora.
Hasta ahora era necesario contar con una cuenta creada en Stadia para poder navegar por el catálogo y comprobar si es de nuestro gusto. Ya no hará falta ese requisito, ni siquiera el de una cuenta de Google, pues se abren las puertas para poder ver de primera mano qué es lo que tiene en su interior la plataforma.
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