Hace ya 11 años que GTA V vio la luz en PS3 y Xbox 360 y desde entonces la comunidad no ha parado de hallar nuevos secretos en el mundo abierto de Rockstar Games. La desarrolladora es famosa por incluir toda clase de referencias, easter eggs y guiños en el mapa de sus videojuegos, siendo Los Santos uno de sus mayores exponentes.
Podemos toparnos con fantasmas en el Monte Chilliad, una secta llena de personas desnudas muy agresivas y hasta detalles tan bien trabajados como un perro yendo a visitar con frecuencia la tumba de su amo. Todos ellos pueden tomarse como invenciones de la propia desarrolladora o inspiraciones ligeras para dar forma a situaciones realmente extrañas, pero uno de ellos parece tan rematadamente absurdo que cuesta creer que llegase a ser real.
Si recorremos la carretera Great Ocean Highway en la parte izquierda del mapa y llegamos hasta la zona de Chumash, nos toparemos con una buena zona para pasar el día en la playa. Con todo, si decidimos lanzarnos al agua en un punto cercano del océano, y comenzamos a bucear con el personaje, terminaremos por encontrarnos con un cementerio de neumáticos. En el vídeo que hay a continuación podéis ver su localización y cómo luce en GTA V.
No se puede hacer nada con la enorme cantidad de ruedas, más allá de observar lo que cualquiera calificaría como un vertedero acuático. Una broma que no parece estar relacionada con absolutamente nada, de no ser por la idea a la que dio luz verde el gobierno de Florida allá por la década de 1970, el conocido como Arrecife Osborne.
Broward Artificial Reef Inc., una organización sin ánimo de lucro de la zona, propuso arrojar millones de neumáticos a las costas del estado para crear un coral artificial. Aunque pueda parecer descabellado, el grupo consiguió recibir la aprobación del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos, pues se habían llevado a cabo la creación de proyectos similares en otras partes del mundo. El objetivo no era otro que el de conseguir atraer a la fauna marina y consolidar el punto como un lugar de pesca.
En 1974 se comenzó a trabajar para que el condado de Broward tuviese todo listo y muchas personas se involucraron en la tarea. Un barco dragaminas del Ejérctio de los Estados Unidos colaboró junto a más de 100 barcos privados que se ofrecieron como voluntarios, mientras que la marca de neumáticos Goodyear prestó soporte constante durante su construcción. Tal fue su protagonismo que incluso lanzaron un neumático con una llanta de oro desde un dirigible Goodyear Blimp para bautizar ese espacio que contó con más de dos millones de ruedas atadas a lo largo de 15 hectáreas de superficie, a 2,1 kilómetros de distancia de la costa y a 20 metros de profundidad.
El problema surgió poco a poco, pues todos los neumáticos se mantenían unidos gracias a cuerdas de nailon y clips de acero, los cuales se comenzaron a soltar. Esto fue provocado porque no se tuvo en cuenta la corrosión de los materiales al estar en contacto al agua durante mucho tiempo, por lo que la vida acuática no tuvo a bien adherirse al arrecife artificial. Como cada elemento podía moverse con libertad al no estar amarrado, las especies huyeron del lugar y se impidió el asentamiento de organismos.
Por si fuera poco, los neumáticos comenzaron a chocar contra corales naturales, por lo que los efectos secundarios del desastre fueron todavía peores. Todo ello agravado por las numerosas tormentas que se han producido a lo largo de las décadas, las cuales desplazaron las ruedas hacia diferentes zonas. Para sorpresa de nadie, Malasia y Francia son países donde los intentos de generar corales han fracasado estrepitosamente, por lo que ahora son empresas como 4ocean las que intentan reparar el daño causado.
"Esta operación es una batalla cuesta arriba", expresó recientemente la institución, la cual busca financiación para las tareas de limpieza creando joyas hechas con los neumáticos extraídos. Son muchos los intentos de retirar los neumáticos del fondo del mar, pero la última estimación del estado de Florida es que en 2016 todavía habían 650.000 bajo el agua. Según 4ocean, la cifra se mantenía por encima de los 500.000 en 2022.
En 2023, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, aprobó una evaluación del Departamento de Protección Ambiental con el que se estableció un cronograma para finalizar la extracción en julio de 2024. Con todo, muchos no pueden ser reciclados debido a su estado, pero aún así son transportados hasta la Autoridad de Residuos Sólidos de Florida donde se hacen cargo de los restos.
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