Análisis de Predator: Hunting Grounds, una cacería con un encanto bastante peculiar

Análisis de Predator: Hunting Grounds, una cacería con un encanto bastante peculiar

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Predator: Hunting Grounds

Si hasta un juego de la talla de Resident Evil 3 opta por un modo extra online con multijugador asimétrico, queda patente que estos duelos tienen bastante atractivo cuando hay que enfrentarse a un monstruo icónico y poderoso. De ahí que, sobre el papel, el juego Predator: Hunting Grounds tenga todo el sentido del mundo.

Atrás quedaron, por desgracia y hasta nuevo aviso, los momentos donde la figura del Depredador compartió protagonismo con Alien... Lo que se destila ahora es esta clase de juegos y pese a que las intenciones de los creadores de Friday the 13th: The Game hayan sido buenas, está muy lejos de los grandes representantes del género. Y eso que tiene mucho encanto si somos pacientes con sus carencias.

El regreso de todo un icono del mundo del cine

Predator: Hunting Grounds

Vamos a dejarlo claro de entrada: Predator: Hunting Grounds no es un juegazo. Se veía venir tras haber jugado unas cuantas horas a su beta de hace unas semanas. A nivel técnico está muy lejos de los shooters que se destilan en la actualidad, salvando algún momento puntual donde no sale tan mal parado frente a otros.

Da el pego con la recreación de la jungla y ciertas partes del escenario, sobre todo por cómo juega con la iluminación o el barro, pero si nos fijamos con detenimiento no deja de estar muy a la sombra de lo que se suele ver en la actualidad y su rendimiento no siempre va fino a la hora de cargar texturas o mostrarse estable.

En mi caso lo he jugado desde una PS4 Pro, pero conviene recordar que también está en PC (Epic Games Store) y cuenta con juego cruzado entre ambos sistemas, mostrando en todo momento desde dónde juega cada persona. Y sí, se puede desactivar el Cross-Play desde las opciones, por si alguien siente que los del combo ratón+teclado cuentan con mayor "ventaja" frente a los del mando de PS4.

Que no juega en la liga de los grandes tampoco extraña, puesto que ni tan siquiera Capcom lo logró con el reciente Resident Evil Resistance, pero sí que choca la parquedad de su contenido, con tan solo un modo de juego (Caza) y tres mapas a escoger para enfrentar a cuatro soldados contra el temible y letal Depredador.

Ya sea dentro de la partida pública (aquí bautizada como "rápida") o por medio de una partida privada con colegas (por invitación), nosotros decidiremos si queremos estar dentro del bando del Cazador o ser los Cazados... Y aquí es evidente que los tiempos de espera se disparan si queremos al Depredador. Porque no es lo mismo optar por cuatro ranuras para los soldados (30 segundos, como mínimo) que una para ese alienígena de dos metros y medio (entre tres minutos, con suerte, hasta los siete habituales). Hará falta mucha paciencia.

Predator: Hunting Grounds tiene algo que atrapa

Predator: Hunting Grounds

El atractivo de Predator: Hunting Grounds, al igual que el resto de juegos con multijugador asimétrico, es la enorme diferencia que hay entre cada uno de esos dos bandos. Y es que se podría pensar que jugar como Depredador nos convierte en toda una máquina de matar y que lo tenemos todo a nuestro favor... pero no.

Encarnar a este alienígena tan icónico (con distintos aspectos a desbloquear, donde no falta el que le vio nacer en 1987 donde se enfrentó a Schwarzenegger) no nos garantiza la victoria, puesto que su estilo de juego es totalmente diferente al de la escuadra militar. Para empezar, no sabremos qué misión tendrán activada los humanos ni tampoco su localización. Para esto último sí que nos podremos guiar por el sonido y, sobre todo, la visión infrarroja para captar las señales de calor. Pero no será nada sencillo convertirse en un Depredator letal de entrada.

La mítica frase de "Si sangra, podemos matarlo" cobra especial relevancia al ver cómo este alienígena, por muy letal que sean sus ataques, deja rastros de sangre cuando está malherido o que no puede hacer uso de su camuflaje cuando entra en contacto con el agua. Y su vida, además, no es tan grande como se imaginaría.

Lo más seguro, en las primeras horas de Predator: Hunting Grounds, es jugar como el escuadrón militar e ir subiendo nivel de personaje (es global para los dos bandos) para que se vayan desbloqueando todas las armas, equipo y ventajas, para que no solamente nuestros soldados cuenten con más garantías de éxito, sino que el Depredador sea más competente porque está muy limitado de inicio.

Si optamos por la partida rápida, se seleccionará aleatoriamente entre uno de los tres mapas (Sobrecrecimiento, Remanso y Zona de Descarrilamiento) y con tres objetivos que también variarán entre cada partida. No se suelen diferenciar en exceso, teniendo que destruir objetivos, localizar ciertos objetos o matar a enemigos importantes. Si cumplimos todos sin que nos mate el Depredator, podremos pedir que nos rescate en helicóptero la OWLF y salir pitando de ahí.

Para el Depredador la misión será un éxito si consigue eliminar al escuadrón entero, mientras que si logra escapar tan solo un humano ganará el equipo de los militares. Esto puede tener un par de variantes que logran ser bastante adictivas:

  • Si matamos al Depredator y no desactivamos su bomba de autodestrucción, puede arrasar con los humanos en un radio de acción bastante grande, por lo que se convierte automáticamente en una victoria para el alien si los pilla
  • Si, por contra, desactivamos su secuencia de autodestrucción, vendrá una última oleada más agresiva de Stargazer para hacerse con su cadáver. Si aguantamos el tirón, lo extraerá la OWLF y ganará el escuadrón militar

Y pese a todo, es casi el mejor juego de la saga

Predator: Hunting Grounds

Predator: Hunting Grounds es un shooter que, si le perdonamos sus carencias y somos pacientes, va ganando enteros a medida que jugamos. Y lo cierto es que me enganchó bastante a lo largo de todo el fin de semana, brindándome alguna partida bastante épica, especialmente en una donde logré escapar tan solo con un cuchillo tras ver que el Depredador asesinó a mis otros compañeros de equipo.

Va sacando su jugo con los desbloqueos por nivel, por lo que cuanto más juguemos, más cosas podremos ver y por lo tanto llegar a disfrutar. Me chocó bastante al principio, por ejemplo, la escasez de munición y lo difícil que es localizar los puestos donde se puede recargar (también porque los puede destruir ese alienígena cabrón), hasta que desbloqueé la práctica bolsa de munición.

Es uno de los muchos complementos de equipo que podremos llevar, siempre y cuando no nos pasemos del peso que puede aguantar el soldado. Hay sutiles diferencias entre cada clase (Asalto, Reconocimiento, Explorador y Apoyo) en base a la salud, resistencia, velocidad y equipo; precisamente, algo que también comparten los distintos tipos de Depredador. Pero cualquiera puede equiparse con cualquier arma, equipo o ventaja, por lo que acaban siendo 100% personalizables.

Tiene mucho peso, por otro lado, la planificación previa de la misión. Y para eso habrá que jugar muchas veces hasta saber por dónde nos conviene desplegarnos para tener más a mano los objetivos y no recorrer el mapa de punta a punta. El Depredador va por libre, pero es un personaje mucho más ágil que los humanos gracias a su capacidad de abalanzarse bastantes metros por el aire o hacer uso del llamado Depredakour para realizar parkour por las ramas de los árboles.

Choca, eso sí, que los humanos no cuenten con ninguna opción de escalada para objetos de medio metro... Es uno de los múltiples aspectos que chirrían en Predator: Hunting Grounds, como esa IA deficiente por momentos para los enemigos de relleno para las misiones... y para ganar experiencia fácil. O que no cuente con un apartado de Extras en condiciones para consultar nuestras estadísticas, por ejemplo, tan solo unos coleccionables de relleno de la OWLF.

Al menos el tema de las cajas de botín (maletines de campo) se reserva única y exclusivamente para complementos estéticos y sin rastro de micropagos, puesto que en cada partida conseguiremos una buena cantidad de fragmentos de veritanio para comprar esos maletines de campo o pagar directamente por esos complementos sin opción a usar dinero real. Y hay algunos diseños muy chulos.

Se nota que hay buenas intenciones y se ven muchos detalles que harán las delicias de los fans de las películas de Depredador, como la rueda de imitaciones de este alienígena para despistar a los humanos... pero es inevitable pensar que le falta mucho contenido para agradar a todos por igual. Ojalá reciba DLC gratis.

La opinión de VidaExtra

En definitiva, Predator: Hunting Grounds es un producto que sabrán valorar en su justa medida los seguidores de la franquicia, hasta el punto de perdonarle sus carencias. No es un shooter imprescindible, pero por suerte no resulta un juego tan desastroso como la gran mayoría que protagonizó antaño este icono del cine.

Predator

Predator

Plataformas PS4 (versión analizada) y Epic Games Store
Multijugador Sí, online (4 contra uno)
Desarrollador Illfonic
Compañía Sony Interactive Entertainment
Lanzamiento 24 de abril de 2020
Precio 36,99 euros

Lo mejor

  • Tensión jugando como humano o Depredador
  • Los dos enlaces posibles al matar a Predator
  • Buena variedad de personalización y misiones...

Lo peor

  • ... pese a la escasez preocupante de mapas
  • A nivel técnico no deslumbra y tiene carencias
  • Tan solo cuenta con un único modo de juego

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