Una de las sagas más queridas de los últimos años ha sido sin duda Harry Potter. La franquicia de películas surgida de los libros escritos por J.K. Rowling ha recibido una acogida brutal desde su estreno allá por el 2001. De hecho, el éxito de Hogwarts Legacy no puede entenderse de otra forma que no sea a través de las producciones de Warner Bros.
Uno de los directores más importantes de la historia del cine, Steven Spielberg, estuvo muy cerca de ser el encargado de dirigir el proyecto cinematográfico, pero realmente no sucedió. Durante una entrevista con el director de RRR, Spielberg aseguró que dirigir películas conlleva un conflicto familiar, pues muchas veces debe desplazarse de Los Angeles a otra ciudad durante mucho tiempo:
"Kate [Capshaw] y yo empezamos a formar una familia y a tener hijos. La decisión que tuve que tomar fue aceptar un trabajo que me trasladaría a otro país durante cuatro o cinco meses en los que no vería a mi familia todos los días. Fue una experiencia desgarradora".
Teniendo en cuenta esta clase de experiencias en mente, Spielberg se mostraba muy reacio a aceptar películas que le obligasen a cambiar de ciudad y separarse de su familia. Harry Potter era una de ellas, pues la mayoría de las secuencias se rodaron en Londres. Así explica el director la decisión que tomó:
"Hubo varias películas que decidí no hacer. Decidí rechazar la primera entrega de Harry Potter para pasar el año y medio siguiente con mi familia, con mis hijos creciendo. Así que sacrifiqué una gran franquicia, de lo que hoy me alegro mucho, para estar con mi familia".
Su rol lo acabó asumiendo Chris Columbus, quien dirigió Harry Potter y la piedra filosofal, mientras Spielberg daba forma a A.I. Inteligencia Artificial. La particularidad del film protagonizado por Haley Joel Osment y Jude Law es que fue grabada en Los Angeles, por lo que todo fue más fácil para el cineasta.
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