En Joystiq se preguntan por Killzone 2, aquel juegazo que dejó atónito a media humanidad videoadicta con aquellas imágenes prerenderizadas durante el penúltimo E3. El juego prometía ser uno de los pesos pesados de la Playstation 3.
La historia se repite. De vez en cuando aparece en escena un juego que intenta llamar la atención, crear espectativas que por una u otra razón acaban por no cumplirse y en consecuencia el juego termina por no ver la luz del sol. Parece que sucederá con Killzone 2, de la misma forma que con otros juegos que han desaparecido de nuestra memoria antes de nacer, como el eterno Duke Nukem Forever o los nunca finalizados como el Warcraft Adventures. Es una lástima que esto suceda, y no sé si la culpa es de las empresas desarrolladoras, de las distribuidoras, del vaporware generado alrededor suyo o de causas ajenas a estas compañías. El caso es que no sirve de nada publicitar un juego que no se va a vender, ¿o si?
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