Existe una verdad que puede aplicarse a todos los videojuegos: los jugadores siempre intentamos buscar formas más fáciles, rápidas y que nos expongan menos ante el peligro. El lado oscuro de esta forma de pensar son las trampas y los chetos. Otras personas deciden moverse en la fina línea entre la genialidad y lo dudosamente legal.
The Finals, como cualquier videojuego multijugador y competitivo, suele acentuar la creatividad de los jugadores... llegando a conseguir tácticas que definitivamente crean villanos. Este caso tiene como protagonista a la torreta, que ya es problemática en sí misma: la adhieren a barriles, cogen estos últimos y utilizan un fallo del juego para que atraviese suelos y mate a jugadores sin exponer al dueño.
Aunque se trate de una táctica muy situacional, otorga una ventaja muy superior sobre los rivales. Al fin y al cabo, estamos hablando de una torreta que mata de forma automática en un FPS... y encima el dueño no se expone demasiado al fuego enemigo. Por no mencionar que es algo que no debería pasar y que Embark Studios debería arreglar cuanto antes.
Las tramas o triquiñuelas siempre han formado parte de la experiencia multijugador. Si bien no podemos considerarlas trampas como ver a través de paredes o dar en la cabeza siempre, definitivamente utilizarlas implica jugar a la comba con la moralidad y fastidiar la experiencia a otros jugadores.
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