The Number podría jugarlo hasta un mono, y sin embargo me parece uno de los más originales y divertidos que he probado este año

The Number podría jugarlo hasta un mono, y sin embargo me parece uno de los más originales y divertidos que he probado este año

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The Number

Siempre que me enfrento a un nuevo juego de mesa mi gran preocupación está en hasta qué punto va a ser difícil ya no de entender, sino de explicarlo a quienes consiga convencer para que se sienten alrededor de él.

En ese sentido, The Number es como dormir en una colchoneta sobre la piscina en medio de una ola de calor. Gloria bendita. Pero que sea fácil no necesariamente implica que no vaya a aportar profundidad, y es justo ahí donde esta genialidad del japonés Hisashi Hayashi brilla de forma especial.

Cómo se juega a The Number

Con la apuesta y el faroleo por bandera, la idea detrás de The Number es que escribamos un número de tres cifras en una tablilla intentando, a la vez, que nuestro número sea el más alto posible y que no se repitan cifras respecto a lo que escriban nuestros rivales.

Con la posibilidad de escribir un número que vaya del 000 al 999, lo haremos en secreto mediante unas pizarras y rotuladores borrables para luego colocarlas boca abajo en el centro de la mesa. Una vez todos, de tres a cinco jugadores a partir de 8 años, hayan hecho lo propio, le damos la vuelta.

A partir de aquí empiezan las puntuaciones. Lo primero que hacemos es ordenarlos de más alto a más bajo y comprobar que los números que estén por debajo de los nuestros no se repitan. Por ejemplo, si hay un 723, un 445, y un 299, el jugador del 723 queda descartado de esta puntuación porque su 2 está repetido en uno de los números que están por debajo.

De entre los que quedan, la primera cifra del número es la que puntúa, y la que sea más alta se lleva un bonus de puntuación. En este primer intento el 4 del 445 se pondría un 6 en el marcador (el 4 más un bonus de 2), y el segundo se apuntaría un 2.

La mezcla perfecta de estrategia y psicología

Tras ello, los jugadores que han conseguido puntuar se tachan los números utilizados de su tablilla de puntuación. El que ha quedado primero ya no podrá volver a utilizar el 4 o el 5 en sus siguientes intentos (aunque sí en la siguiente ronda de The Number), y al segundo le ocurrirá lo mismo con el 2 y el 9. El del 723, que ya ha tenido suficiente con marcarse un 0 en la tablilla, podrá seguir utilizando esos números en intentos posteriores.

The Number

Al quedar esas tablillas de puntuación y números tachados a la vista de todos, los cuatro intentos siguientes son la oportunidad perfecta para ver qué han hecho los contrarios e intentar aprovechar esa jugada utilizando los números que sabemos que han quedado descartados, pero claro, esa posibilidad está abierta también al resto y corremos el riesgo de no poder puntuar.

Justo aquí entra lo mejor de The Number, en las risas provocadas por cómo vas esquivando posibles errores mientras ves que los números más “feos” terminan llevándose muchos más puntos de los que parecía que iban a rascar.

Si a tres jugadores ya es divertido y lo convierten en el filler perfecto, a cinco se vuelve complejo ya no sólo ganar, sino el mero hecho de puntuar, lo que termina convirtiéndose en una búsqueda de patrones y vicios a la hora de escoger números que tiene detrás más estrategia y psicología de lo que nunca habrías llegado a imaginar antes de empezar a jugar a The Number.

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