Lo que 'Ridge Racer' consiguió en PSX, 'Forza 5' lo pretende en Xbox One, ofrecer una entrada a la consola en la que la recreación de escenarios y vehículos impongan el salto gráfico que todos esperábamos con el cambio de generación. Podrían quedar ahí sus pretensiones, pero en Turn 10 Studios son conocedores de la importancia de su franquicia y tienen guardadas algunas sorpresas más.
Parece ser el único título de lanzamiento que aguanta con fuerza el vendaval de un catálogo que no está a la altura de las posibilidades de la consola, pero más allá de eso, alejado de las pretensiones del paso generacional, 'Forza 5' es un título con cara y ojos al que todo fan del género, o incluso del mundo del motor en general, debería acercarse.
El escueto pero agradecido catálogo de Forza 5
No invitaban a la esperanza ni el número de circuitos ni el de vehículos disponibles, 14 para el primer grupo y unos 200 para el segundo, pero lo visto y probado invita a pensar que todo lo que tiene que estar en 'Forza 5' o está o se le espera.
Ahí entra en juego esa lacra llamada DLC que pende de un hilo sobre nuestras cabezas, creada especialmente para aquellos que quieren algo más, pero con contenidos descargables o no, la falta de circuitos como Suzuka o Nürburgring es un atentado a lo que todo buen juego de conducción debería incluir.
No tengo reparos con la selección de vehículos, que aunque inferior a otras ocasiones cuenta con todo coche que se me ha pasado por la cabeza comprar. Lástima no ver entre ellos al LaFerrari, que se encuentra entre los de descarga de contenido, pero en general el plantel es muy completo y se ciñe a lo importante, sin rellenar huecos con utilitarios insignificantes con la firme apuesta de aportar más calidad que cantidad.
Como era de esperar los modelados son soberbios y Forzavision, la herramienta con la que conocerlos a fondo, encandilará a todo gran apasionado del Car Porn. Lástima que en algunos encuadres tengamos que seguir lidiando con redondeces con cortes poligonales, un problema que la promesa de una nueva generación gráfica ya debería haber solucionado.
¿Te gusta conducir?
Lo mejor de 'Forza 5' es que puestos a poner frente a frente gráficos y jugabilidad, el segundo apartado gana por goleada. No es que a nivel visual no esté a la altura, circuitos como el de Praga nos esperan dispuestos a que babeemos sobre el mando con sus espectaculares juegos de luces y curvas que dan paso a puestas de sol cegadoras que obligarán a que instintivamente apretemos los párpados. Sencillamente espectacular.
'Forza 5' se posiciona como un gran título de conducción, tremendamente divertido de controlar y fanático de la competición que puede llegar a ofrecer. Ahora, más que nunca en esta saga, los gráficos no lo son todo.
La ayuda de frenado y giro sigue ahí, acompañando a otras características personalizables como la de la dirección o el ABS, pero para conseguir los mejores cronos y vencer a tus rivales vas a necesitar tener completamente el control del vehículo.
La épica de la que hablábamos se materializa en salidas como la de Montmeló, serpenteando entre vehículos para alcanzar la cabeza en un reto que aquí adquiere más fuerza gracias al añadido de los Drivatar, el sistema de inteligencia artificial que convierte a los clásicos toscos y milimétricos rivales en locos en los grupos traseros y verdaderos genios en la cabeza de carrera.
O el sistema funciona a las mil maravillas o han creado una inteligencia artificial muy lograda y nos la están colando por toda la escuadra. El caso es que conducir contra ellos en niveles de dificultad alto es un reto, y aunque siempre acabas encontrándote con alguien cuya agresividad necesita tratamiento, tienes las herramientas necesarias para solventarlo.
La recta del Circuit de Catalunya llega a su fin y te acercas a la primera curva tras una jugada perfecta y unos adelantamientos de película, tú estás pensando en lo que viene después y en lo bien que va a quedar esa jugada en tu Drivatar personal, que sigue corriendo para ganar dinero incluso cuando no estás conectado, pero el golpe que te propina por detrás uno de los cafres que toma las curvas frenando con el resto hace que tu coche culee más de la cuenta.
Tienes la opción de rebobinar unos metros, manteniendo tu posición en la carrera pero evitando que esa vuelta rápida se suba a la tabla de clasificación, pero como hablaba de herramientas, en plural, decido optar por lo difícil e intentar controlar el coche.
Golpe de freno, volantazo y acelerador progresivamente descendiendo. En ese momento entra en juego la vibración de los gatillos, una herramienta que más allá de la sorpresa inicial va a conseguir que conduzcamos mucho mejor.
Más allá del sonido que hacen tus ruedas obtienes un feedback más directo, indicándote que la vibración no está ahí para que veas lo bien que aceleras, sino para demostrarte que tu coche está derrapando y toda la presión que ejerces sobre el gatillo tendrá su respuesta cuando consigas enderezarlo.
Dicho y hecho, supero la curva y me alejo del grupo trasero para dirigirme a los dos que quedan por delante. La carrera acaba de empezar, voy séptimo y aunque la épica de 'Forza 5' y sus corredores ya me ha reportado más de un susto y alegría, quedan tres vueltas por delante. En ese punto es cuando realmente te percatas del gran juego que tienes ante tus ojos.
Forza 5, un juego casi redondo
Sabe realmente mal que con algo tan potente como lo anteriormente citado 'Forza 5' pierda la fuerza por otros lados. El modo carrera ofrece más libertad a la hora de ejecutar las pruebas, pudiendo escoger casi desde el principio los eventos que más nos gusten (siempre que tengamos dinero para un coche válido, claro), y el sistema de progresión se limita aquí a la suma de puntos y créditos para ir comprando y mejorando nuevos vehículos.
Con esa misma propuesta podría haberse creado un envoltorio más vistoso, algo que nos aleje de la sensación de estar jugando carreras sueltas en vez de luchando por el éxito sobre el asfalto. Como en el caso de los coches aquí van al grano, ¿quieres correr? pues corre, y sólo los vídeos que preceden a cada carrera intentarán ponernos en situación mientras se carga el juego.
Tendrás el multijugador para comprobar si los Drivatar realmente funcionan, colocándote además en un grupo que case con tus características de conducción, así que incluso cuando estás solo ante la máquina lo más sensato es conducir todo lo bien que puedas. Eso o acabar probando tu propia medicina.
Entre el resto de opciones encontramos los desafíos contra los fantasmas de nuestros amigos o el ya conocido por todos sistema de creación de vinilos, que permitirá crear nuestros propios diseños o adquirir alguno de los ideados por la comunidad. Escondidas y con piel de cordero se introducen las microtransacciones, para aquellos que quieran comprar un coche antes de ganar el dinero suficiente en la pista u optar a ventajas que amplíen los créditos que ganamos en las carreras de forma temporal.
Están ahí, no molestan y por mi parte así se pueden quedar. En ningún momento hay una barrera de pago y todos los vehículos podrás adquirirlos con dinero del juego (salvo los DLC), así que si alguien quiere tirar por la vía rápida tiene esa opción. Veremos si la tendencia es a seguir por ahí o tarde o temprano intentan colárnosla.
Lo que está claro es que la decisión es ilógica, y es que si algo tiene 'Forza 5' es una gran facilidad para engancharte y mantenerte corriendo durante horas. Los menos experimentados podrán saborear el éxito y disfrutar de los gráficos gracias a las ayudas de conducción, y al resto nos toca sudar sangre con una sonrisa de oreja a oreja mientras lo único que nos falta en la habitación es un ambientador con aroma a gasolina y neumático quemado.
,5
A favor
- Gráficos
- Drivatar
- Vibración gatillos al conducir
En contra
- Catálogo de coches y circuitos
- Modos de juego sosos
- Coches importantes en DLC
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