Si le pidiéramos ahora mismo a un grupo de jugadores habituales que nombraran rápidamente un título de temática bélica, estoy convencido de que una gran mayoría pensaría en el 'Call of Duty' de turno. La saga de Activision, con su presentación despreocupada, explosiva y deshumanizada de la guerra, no es más que el perfeccionamiento de una forma de tratar este tema tan delicado que llevamos años viendo en los videojuegos, pero también en el cine y en la televisión. Y conste en acta que no tengo nada en contra de ello, pues soy el primero que se divierte de lo lindo con obras así, aunque siempre teniendo muy presente que la glorificación de la guerra es algo que debe quedar restringido de manera sana a nuestros ratos de ocio y nunca se tiene que llevar más allá.
No obstante, también me gusta encontrarme con voces que buscan dar un toque de atención más profundo sobre una temática que, en la vida real, no tiene nada de divertida ni de estimulante. 'This War Of Mine' se presenta precisamente con esta idea en mente, y allí donde juegos como 'Call of Duty: Advanced Warfare' resultan ser exuberantes y llenos de gratificación a la violencia, la obra de 11 bit studios se marcha al punto opuesto del espectro para presentar la cara más realista, y por tanto más fea, de la guerra y de sus consecuencias. Esta apuesta por el mensaje social no es absoluto nueva en la industria y se trata de una muestra más de su creciente madurez.
La experiencia cuenta con una carga emocional mucho más fuerte de la que acostumbramos a afrontar en un videojuego
Dado que este juego viene a contar cosas que no nos gusta tener que oír, se hace bastante obvio que estamos ante un producto destinado a un público relativamente reducido. No obstante, creo que las grandes cifras comerciales no estaban precisamente entre los objetivos de sus creadores (como prueba el hecho de que estén regalando códigos del juego en The Pirate Bay a quienes quieran probarlo por la vía legal), y en su lugar han preferido centrar sus esfuerzos en dotar a la experiencia de una carga emocional mucho más fuerte de la que acostumbramos a afrontar en un videojuego. Solo por eso, 'This War Of Mine' ya merece toda nuestra atención.
La guerra siempre ocurre en la puerta de alguien
Bajo el lema de que no todo el mundo en la guerra es un soldado se presenta este título donde no tienen cabida los marines hipervitaminados dispuestos a acabar con cualquier enemigo de su nación empleando un arsenal que haría temblar hasta a Los Mercenarios. En su lugar, se pondrá ante nosotros a un grupo de ciudadanos normales que se verán obligados a sobrevivir dentro de una ciudad largamente asediada durante una cruenta guerra, cada uno con su propia historia personal truncada por los horrores del conflicto: periodistas, futbolistas o cocineros que ahora no tienen otro remedio que rebuscar entre las ruinas de la sociedad algo que poder echarse a la boca o con lo que poder calentarse en las frías noches. Suena a ficción, pero hay mucho de realidad en ello.
Las pequeñas historias de cada uno de estos protagonistas accidentales se irán mezclando con las de otros supervivientes que nos iremos encontrando a lo largo de la aventura, todos tan temerosos y desesperados como nosotros. En nuestras manos quedará decidir si queremos ayudarles, atacarles, ignorarles o negociar con ellos, pero siempre teniendo muy presente que nuestras decisiones tendrán consecuencias irreversibles. Y lo que es aún más impactante, sabiendo que deberemos aceptar el peso del camino que tomemos, aunque eso suponga quitar la comida a personas indefensas para poder alimentar a quienes tenemos en nuestra propia casa muriendo de hambre.
Al mismo tiempo iremos profundizando más y más en las experiencias de los protagonistas que viven en nuestra casa a través de los diarios que ellos mismos van escribiendo, gracias a los cuales podremos entender mejor cómo van las cosas y recibir algo de orientación a la hora de avanzar, dado que en realidad el juego explica muy poco y espera mucha proactividad por nuestra parte. No nos costará demasiado tiempo conseguir establecer un vínculo emocional con ellos, hasta el punto de que llegaremos a experimentar verdadera sensación de angustia cuando los veamos peligrar, de alegría cuando las cosas parezcan ir un poco mejor o de pena cuando no podamos evitar la muerte de alguno de ellos sin posibilidad ya de dar marcha atrás.
This War Of Mine, el verdadero survival horror
'This War Of Mine' es un juego pensado para que lo pasemos mal y no se molesta en disimularlo en ningún momento. En lugar de las constantes gratificaciones que se lanzan sin ningún reparo durante el típico shooter bélico, esta aventura resulta deliberadamente huraña, de rostro feo y gris, con pocos motivos para la alegría y demasiados indicadores de que la guerra no es un parque de atracciones para G.I. Joes. Es todo tan descarnadamente realista, tan mísero y tan difícil de asimilar, que bien podríamos decir de él que se trata del juego que mejor se ajusta a la etiqueta de survival horror.
Durante el día nos veremos obligados a permanecer en casa, dentro de cuyos escombros podremos ir obteniendo unos pocos recursos para ir empezando, además de ir construyendo lo necesario para conseguir hacer de las ruinas un espacio más habitable (camas, cocinas, estufas, colectores de agua y cosas por el estilo) y administrando las fuerzas de nuestros protagonistas ofreciéndoles descanso, alimento, curación o alguna vía de consuelo para su tormento. Eventualmente recibiremos visitas furtivas del exterior, como traficantes dispuestos a hacer intercambios o sufridos ciudadanos que reclamarán nuestra ayuda.
Las historias que se irán tejiendo en torno a nuestro derruido hogar y las consecuencias de nuestras decisiones serán los principales motores de la partida
Por las noches el juego cambiará completamente, pues nos tocará elegir a uno de nuestros protagonistas para salir por la ciudad en busca de alimentos y recursos para poder aguantar con vida un día más. En estas fases cambiaremos el toque de estrategia ligera del día por la infiltración, enfrentándonos también aquí a importantes decisiones morales y a los momentos más arriesgados cuando se crucen en nuestro camino otros ciudadanos con pocas ganas de entablar una conversación sobre el reparto de alimentos. Las mecánicas de combate son prácticamente inexistentes, dado que todo el juego se desarrolla a base de ratón, así que el objetivo claro será evitar el enfrentamiento ante todo, e ir equipados lo mejor posible en caso de que no encontremos la forma de sortearlo.
Este ciclo constante de días y noches se irá repitiendo hasta el final de la partida, y aunque durante el camino se irán presentando situaciones que nos sacarán de la monotonía, lo cierto es que los patrones de acción variarán poco: conseguir recursos evitando todos los daños posibles, invertirlos en mejoras, mantener en el mejor estado posible a nuestros personajes y vuelta a empezar. Serán pues las historias que se irán tejiendo en torno a nuestro derruido hogar y las consecuencias de nuestras decisiones los principales motores para conseguir mantener nuestra atención durante el transcurso de la partida.
Nadie dijo que la guerra fuera agradable
Además de las pocas gratificaciones que la experiencia nos ofrece, estamos también ante un juego bastante difícil y en el que un paso en falso puede ser tan fatal como lo sería dentro de cualquier zona en guerra del mundo. Dado que las muertes son permanentes, nos tocará ser cuidadosos con la administración de nuestros recursos y muy especialmente durante las salidas nocturnas, porque precisamente una de las cosas que pretende dejar claro este título es el alto coste que pagan quienes se ven involucrados en una guerra real, donde no hay puntos de control ni partidas guardadas.
Pero sobre todo, estamos ante un juego que nos plantea preguntas muy incómodas, que nos obliga a mirar dentro de nosotros mismos para ver hasta dónde seríamos capaces de llegar por sobrevivir en las situaciones más extremas y crueles. A pesar de sus carencias mecánicas, de lo repetitivo que se puede volver en determinados puntos o de tener algunos momentos en los que nos limitamos a mirar a la pantalla esperando a que el tiempo pase mientras nuestros personajes descansan o luchan contra la enfermedad, hay mucho mérito en lo que 'This War Of Mine' consigue transmitir, y solo por ello ya merece la pena dar una oportunidad a esta obra situada a todos los niveles en el extremo opuesto de lo que representan 'Call of Duty', 'Battlefield' y otros títulos similares. Hacen faltan más propuestas así.
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A favor
- Profundidad emocional de las historias personales y del mensaje general
- Planteamiento original y desafiante
- Apartado artístico sobrio pero muy bien aplicado
En contra
- Su lentitud y falta de explicaciones no gustarán a todos
- Sus mecánicas de juego se hacen algo repetitivas
- Tenemos muy poco margen de actuación en los combates
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