Arriesgarse perdiendo margen de beneficios o directamente perdiendo dinero hoy para recuperarlo el día de mañana. Esa fue la jugada que Sony intentó con PS3 y durante muchísimo tiempo pagó la osadía. Al principio cada unidad se vendía más barata de lo que costaba fabricarla y en Sony estaban dispuestos a afrontar unas pérdidas salvajes a cambio de implantar un Blu-Ray en cada casa.
Algo parecido ocurrió con Microsoft y las primeras Xbox 360. Consolas que eran más costosas de fabricar debido a sus componentes y que luego se tenían que vender a un precio inferior. ¿Les salió bien la jugada? Podemos imaginarlo ya que ni Sony ni Microsoft van a repetir la jugada. De hecho y según un análisis de costes de fabricación y montaje que ha elaborado la firma IHS, cada Xbox One le cuesta a Microsoft unos 471 dólares.
Eso es lo que le cuesta a la compañía de Redmond el poner cada unidad de la consola a la venta. Y teniendo en cuenta que el precio final ronda los 499 dólares está claro que mucho margen de beneficio no les queda. Pero eso sí, al haber apostado por componentes menos punteros que los que llevaba en su momento Xbox 360 (entendiendo que han pasado un montón de años y estableciendo una relación con el resto de hardware del momento) cada venta de una consola no se convierte en pérdidas.
Pero, ¿qué componentes son los más caros? Según IHS la mayoría del presupuesto de fabricación se va en la CPU y la cámara Kinect. El procesador ha sido valorado en unos 110 dólares y a la cámara se le dedican 75 dólares de todo el presupuesto. Hay que sumar otros 60 dólares de la RAM, más lo que cuesten el resto de componentes, fabricación, montaje, distribución… en definitiva, un precio de fabricación alto sin duda y que contrasta con los grandes márgenes que suele manejar una empresa como Apple.
Vía | GamesIndustry, AllThingsD
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