Payasos locos, faquires y muñecas de porcelana que cobran vida: Circo Maldito nos invita a crear nuestro propio circo de los horrores

Payasos locos, faquires y muñecas de porcelana que cobran vida: Circo Maldito nos invita a crear nuestro propio circo de los horrores

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Circo

Nunca he sido un gran fan de los juegos de apuestas, pero debo reconocer que tanto la temática como mecánicas de este Circo Maldito me ha ganado por completo. No todos los días tienes la oportunidad de crear tu propio circo de los horrores con una jugada tan acertada como la que propone aquí Maldito Games.

La idea detrás de Circo Maldito es ir acumulando cartas de espectáculos para conseguir que tu circo tenga más valor que el del resto de jugadores. En cómo lo conseguirás está precisamente la clave, así que vamos a acercarnos a sus mecánicas para conocerlo mejor.

Cómo se juega a Circo Maldito

Con un set de cajas y paneles para esconder tu avance en el juego, la propuesta de Circo Maldito nos invita a comerciar con espectáculos y utilizar cartas de evento para conseguir llegar al final de la partida con más puntos que los jugadores rivales.

Para ello en cada ronda habrá un jugador que pondrá a disposición del resto una de las cartas de evento que hayan robado. Si nos interesa esa carta, de cara a puntuar en el final de la partida de forma aislada o para crear sets de cartas específicas que nos ayuden a sumar un buen puñado de puntos, realizaremos una puja.

Para ello utilizaremos nuestra caja de pujas añadiendo en su interior monedas o contratos que puedan resultar apetecibles para el jugador que vende y, como el resto de jugadores interesados hará lo propio, el jugador que vende irá abriendo una a una las cajas para decidir con cuál se queda.

No las abrirá todas para elegir la mejor, claro, es justo ahí donde se introduce la apuesta. Tras abrir una caja decidirá si le interesa quedarse con ella y vender la carta a ese jugador o devolverla. Si decide lo segundo saltará a la siguiente caja, pero no podrá recuperar las que ya ha descartado y tendrá que decidir si se conforma con lo ofrecido o se la juega con otras cajas que podrían tener menos valor.

Entre magos, faquires y monstruos

Con esa propuesta básica Circo Maldito ya daría para una buena ración de piques y risas, pero para añadir algo más de profundidad entran en juego las cartas de eventos. Acciones de uso y descarte automático: robar cartas, provocar apuestas de contratos, hacer que otros jugadores se descarten de cartas con las que contaban para la victoria…

Circo

El arte de las cartas me parece magnífico, la idea es divertidísima y ha conseguido que mi percepción respecto a los juegos de apuestas cambie por completo con una dinámica tan ágil como entretenida. Sin embargo, hay algo más con lo que Circo Maldito ha conseguido ganarse un hueco en mi estantería de juegos habituales.

Con partidas de apenas 45 minutos, su gran baza es tener a mano la posibilidad de sumar hasta ocho jugadores en la misma partida, cada uno con sus correspondientes cajas y paneles, y quienes seáis fans de los juegos de mesa y tengáis una familia de tamaño considerable sabréis lo difícil que es dar con juegos como estos.

Especialmente por lo sencillo que es de explicar y cómo la idea de las cajas y las apuestas secretas son lo suficientemente llamativas para que entrar en el juego sin demasiadas quejas respecto a su complejidad. Si buscas un juego para grupos grandes que se salga un poco de lo habitual, ojo a este Circo Maldito.

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