Final Fantasy XII: primeras impresiones

Final Fantasy XII: primeras impresiones
Facebook Twitter Flipboard E-mail

Por fin está entre nosotros el esperado Final Fantasy XII. He podido echarle el guante y, tras pasar unas cuantas horas probando esto y aquello, estas son mis primeras impresiones.

Después de una intro de muy bella factura (en algunos pasajes nos parecerá estar viendo una nueva entrega de Star Wars), y de más de 7 minutos de duración, nos encontraremos controlando a un personaje llamado Reks con el que, gracias a las indicaciones del Capitán Basch, aprenderemos los movimientos básicos. Desde lo más tonto como pueda ser andar, correr o mover la cámara hasta la forma de encarar nuestros combates. Recordemos que el habitual sistema de batalla por turnos ha desaparecido en pos de uno nuevo bastante más directo.

Final Fantasy XII

En seguida tendremos que enfrentarnos a nuestros primeros enemigos, siguiendo un poco en plan tutorial, para que nos vayamos familiarizando con los controles. Por cierto, los enemigos en esta entrega no aparecen de la nada cuando menos lo esperemos. En todo momento los veremos y podremos decidir si queremos combatir o pasar de largo. Si vamos a por un enemigo es tan sencillo como pulsar el botón X, seleccionar el comando Atacar, seleccionar nuestro objetivo y aceptar. En ese momento un haz luminoso azulado unirá a nuestro personaje con el blanco elegido y aparecerá una barra de ataque en la parte inferior derecha que, al llenarse por completo, hará que ataquemos. No tendremos que volver a introducir ningún comando más, a no ser que queramos cambiar de comando, ya que nuestro personaje volverá a atacar una y otra vez al objetivo hasta acabar con él. Es conveniente mantener pulsado el botón R2 durante la batalla, de forma que fijemos la cámara en nuestra presa. Especialmente útil cuando hay más de un enemigo.

Más adelante descubriremos el uso de los Gambits, que no son otra cosa que una serie de órdenes de actuación en batalla con las que podemos programar a los personajes. De esta forma nosotros podremos dedicarnos a controlar al líder y dejar que el resto del equipo actúe de una u otra forma autónomamente siguiendo las pautas que le hayamos indicado en sus Gambits. También podemos desactivarlos y dar órdenes a cada miembro por separado en cada batalla, a gusto del consumidor.

Final Fantasy XII

Pronto nos meteremos en la piel de Vaan. Con él podremos campar a nuestras anchas por las bellas calles de Dalmasca, pero obviamente tendremos que ir siguiendo una serie de indicaciones/misiones para que la historia avance. Tremenda la primera misión de acabar con una Escoria llamada el Tomate Perdido. Al parecer este monstruo está causando cierto revuelo entre los lugareños, impidiendo que lleguen mercancias a la ciudad y demás, pero la verdad es que es una pequeña broma (o una parte más de nuestro aprendizaje) porque realmente el tomatito tiene guasa. Es enano y en un plis plas habremos acabado con él. Tras reportar nuestra hazaña cobraremos la recompensa.

Final Fantasy XII

Bueno, no seguiré contando la historia paso a paso porque no es la idea. Sí que me gustaría hablar del sistema de Licencias. Para resumirlo podría decir que un personaje puede llevar entre su equipo un brazalete, por ejemplo, pero no podrá equiparse con él a menos que disponga de la licencia para accesorios que se lo permita. Para obtener licencias tendremos que acumular puntos de licencia (PL) y luego emplearlos en un tablero encargado de mostrárnoslas. En dicho tablero las encontraremos ubicadas por categorías (Armas, Magia, etc.) y cada vez que decidamos adquirir una se desbloquearán aquellas que rodeen a la adquirida. Parece un poco lioso, pero en la práctica es algo bastante sencillo. Las licencias nos ayudarán a perfilar a nuestro personajes y es recomendable no cortarlos a todos por el mismo patrón. De esta forma podemos conseguir que el punto fuerte de tal personaje sean las armas y el de tal otro la magia, para tener un equipo variado capaz de responder en cualquier situación.

Para acabar un par de apuntes. sí, gráficamente es muy bonito, pero tiene un problemilla: la cámara. En algunas ocasiones funciona realmente mal y nos encontraremos con ángulos incómodos que nos marearán un poco. No he visto que sea grave, pero, como ya digo, a veces es molesto. Hasta ahora es el único punto negativo que le he encontrado.

Seguiremos jugando, que este tiene horas y horas.

Comentarios cerrados
Inicio