13 Sentinels: Aegis Rim es la última gran estrella de las visual novel. Esto es lo que opina de él alguien que no soporta ese género

13 Sentinels: Aegis Rim es la última gran estrella de las visual novel. Esto es lo que opina de él alguien que no soporta ese género

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13 Sentinels

Cada uno tiene sus filias y sus fobias porque, sorpresa, cada uno es de su padre y de su madre. 13 Sentinels: Aegis Rim bien podría ser un sólido decálogo sobre las mías que, para bien y para mal, me han hecho mirar con recelo a esta visual novel de Vanillaware desde que se anunció. Un recurrente sí pero no.

Aquí hay apocalipsis futurista, viajes en el tiempo, batallas entre kaijus y robots gigantes, costumbrismo nipón y homenajes a la ciencia ficción de ayer. Pero también personajes hipersexualizados, conversaciones chapas al más puro estilo relleno de anime, y un foco más puesto en el drama estudiantil de adolescentes en la edad del pavo que en los guantazos metálicos de los citados robots. Y por si eso fuera poco, tiene alma de visual novel

Un salto al vacío sin paracaídas

Creo que queda claro que un listado me convence bastante más que el otro. Pero la curiosidad mató al gato y, en mi caso, me ha llevado a intentar descubrir qué parte de 13 Sentinels: Aegis Rim, si las filias o las fobias, acaba ganando la partida.

Entrar de culo a un juego nunca es lo más recomendable, aunque sea sólo por chafardear, pero si lo haces con la mosca detrás de la oreja y consigues salir de ahí encantado, entonces es que estás ante una joya capaz de conseguir lo imposible. En mi caso, hacer que disfrute una visual novel pese a renegar del género.

Y no es poca cosa, ojo. Estamos hablando de un juego en el que la acción palomitera queda relegada a un mapa virtual en el que las peleas entre los monstruos y los robots te las -casi- imaginas. Sabes que si haces esto uno le va a pegar un puñetazo al enemigo, y que si optas por esto otro vas a lanzar una andanada de misiles, pero más allá de tímidas referencias visuales, aquí lo importante es otra cosa.

Es, como ya habréis imaginado por el género que nos ocupa, la historia. Una trama que nos lleva adelante y atrás en el tiempo para seguir las desventuras de 13 adolescentes que pilotan robots con la intención de frenar un misterioso y constante ataque. Nada que no hayamos visto ya hasta la saciedad.

13 Sentinels

Como Lost pero con kaijus y waifus

El prólogo que sirve para ponernos en situación y plantar el primer cebo es sólo la punta del iceberg. En él se nos darán a conocer los primeros personajes y cómo funcionará el juego a partir de ahí. Por un lado desgranando las claves de ese relato de ciencia ficción, por el otro presentando las accesibles pero entretenidas batallas que cerrarán cada capítulo.

Con el juego ya abierto de par en par tocará elegir con qué personaje queremos continuar la historia y, llegados a cierto punto, se nos indicará que ya no podemos seguir por ahí. Toca acudir a otros personajes o revisitar anteriores para ver qué conversaciones se han quedado en el tintero o, con lo que ya sabemos, cómo continuar la historia para siga entrelazándose.

Mi mayor miedo ahí era precisamente el salto de uno a otro. Está claro que en este tipo de historias siempre hay un personaje que te tira más que el resto, pero los cliffhanger con los que el juego te indica que “hasta aquí puedes llegar” son más que suficientes para correr a por las otras tramas y seguir avanzando.

13 Sentinels

Una idea fantástica que, casualidades de la vida, ha coincidido con un revisionado de Lost. Otra historia que también se apoya con éxito en las relaciones entre personajes y las consecuencias de su pasado, presente y futuro. Como allí, reconozco que ciertos momentos o protagonistas se me hacen algo cuesta arriba, pero lejos de sacarme del juego simplemente me ha hecho desear con más ganas saltar al siguiente punto de la historia.

¿Y si lo juego con las batallas en mente?

Llegados a este punto, el que aún se mantenga frente a la idea de una visual novel con un collar de cabezas de ajo y un crucifijo no tiene mucho que hacer. Acercarse a 13 Sentinels: Aegis Rim puede no sonar como una idea descabellada para cualquier fan de la estrategia, pero cabe destacar que esa parte del juego es algo anecdótica.

Con cuatro comandos distintos -atacar, movernos, recuperar vida y recuperar puntos de ataque-, la idea es ir acabando con las oleadas enemigas valiéndonos de unidades cuerpo a cuerpo, a distancia, voladoras… Cada una con un set de ataques que podremos ir ampliando y mejorando al conseguir puntos tras cada batalla.

13 Sentinels

Con combates vivos que se frenan cuando toca decidir qué hacer -ofreciendo algo similar a una pelea por turnos-, cada acción que realicemos desgastará una barra de acción que nos invitará a mantenernos a la espera hasta estar completa otra vez. 

Mientras tanto, podremos realizar acciones con el resto de unidades en combate. Ya sea para seguir atacando, proteger con un escudo al que está recargando o frenar el misil que se dirige a otro robot con un cañón antiaéreo.Es divertido y está bien pensado, pero queda muy lejos de ser la nota predominante en un juego cuya mayor baza es la historia. 

Una que, por suerte para los que no casamos con esa práctica, transforma el “pulsa X para seguir leyendo” en una suerte de aventura gráfica mucho más amena y dinámica. La diferencia es que aquí, en vez de  “usar pollo de goma con polea”, tocará aprovechar lo aprendido sobre tu personaje y el resto para hacer avanzar la trama.

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