Análisis de Splatoon 3, locura y diversión repletas de tinta para cerrar por todo lo alto el espléndido verano de Nintendo Switch

Si hay un año que quedará para la memoria de Nintendo Switch podría ser perfectamente el 2022 por los juegazos que ha recibido la consola de Nintendo durante su quinto aniversario, especialmente durante este verano. Una época en la que ha resultado imposible aburrirse gracias a los partidos de fútbol de Mario Strikers: Battle League Football, las batallas de Fire Emblem Warriors: Three Hopes y la épica aventura de Xenoblade Chronicles 3.

Ahora la gran N quiere poner la guinda al pastel con Splatoon 3, otro de sus lanzamientos más importantes de este año que se pondrá a la venta en tan solo un par de días, aunque algunos ya habréis podido probar un adelanto el pasado fin de semana gracias a la demo que se habilitó durante un único día para así haceros una idea de lo que os llegaréis a encontrar.

Por nuestra parte hemos tenido la oportunidad de darle más caña todavía, probar sus diferentes modos de juego y todas las novedades que estarán presentes en esta tercera entrega de la saga, así que os invitamos a leer el siguiente análisis si queréis descubrir todo lo que le hará especial.

La fiesta de la pintura con y contra otros jugadores

Lo suyo es empezar directamente hablando del multijugador, el que sin duda es el plato fuerte del título, como ya pasaba en sus predecesores al ser el apartado en el que sin duda llegaréis a pasar la mayor cantidad de horas a los mandos. Eso sí, antes de nada, hay que destacar que a nivel general se nota que este nuevo capítulo es muy continuista en la mayoría de aspectos, cogiendo todo lo bueno que tenía Splatoon 2 y mejorándolo más todavía.

En el vestíbulo desde el que accederemos a los diferentes modos de juego contaremos con una sala para practicar con nuestras armas preferidas, para así comprobar qué tal nos desenvolvemos con cada una mientras esperamos a que se inicie la partida. Es muy importante todo esto porque una vez comience la acción no podremos cambiar de arma hasta que finalice, así que lo suyo es jugar con una que estemos lo suficientemente familiarizados o que se adapte a nuestro estilo de juego.

Desde luego no será por opciones, porque entre las decenas de armas estarán todas las de los anteriores Splatoon junto con otras tantas que debutan en la serie, desde rodillos a ametralladoras, pasando por cubos, espadas, arcos, etc. Todas ellas con sus respectivas bombas e incluso ataques especiales con los que nos volveremos unas auténticas máquinas de repartir tinta si los recargamos lo suficiente.

Volviendo a los modos de juego, entre todos ellos nos encontramos con cinco diferentes en los que se enfrentarán dos equipos de cuatro jugadores en una batalla que durará tres minutos. Dependiendo del modo, los objetivos variarán, pero desde luego el combate Territorial se podría decir que es el principal y sin duda el más adictivo de todos porque siempre te deja con ganas de jugar una partida más.

Básicamente, el objetivo consiste en que ambos equipos se deben pintar la máxima cantidad de terreno que puedan, de manera que ganará aquel bando que haya recubierto de tinta más zonas que el contrario. Algo similar a lo que sucede en Pintazonas, aunque en este caso lo que se requiere es recubrir de pintura una zona en concreto y protegerla a toda costa.

Otra de las opciones es Torre, en el que habrá que conquistar una plataforma móvil para que avance al campo de los rivales, también estará Pez Dorado, cuya finalidad es la de atrapar un pez especial y llevarlo a la base contraria, y Asalto Almeja, en el que hay que recolectar unas cuantas almejas que permitirán destruir las dianas de los adversarios y así ganar puntos. Así pues, son propuestas muy diferentes unas de otras con las que el entretenimiento estará más que garantizado.

Lo cierto es que tampoco he tenido ocasión de probar muy a fondo el modo multijugador porque nuestra sesión fue muy limitada y únicamente podíamos jugar con otros compañeros de prensa, así que tocará esperar a que salga a la venta para enfrentarme al resto del mundo. No puedo negar que tengo bastantes ganas de ello, porque da igual que ganes o pierdas que todas las partidas resultan muy divertidas y más aún si te juntas con amigos en un mismo grupo.

En este sentido, el juego te facilita mucho la tarea al poder seleccionar si quieres juntarte con cualquier persona aleatoria o buscar a amigos que estén conectados para unirte a su misma partida e incluso crear una sala privada. Además, me ha encantado la rapidez con la que transcurre todo, porque si todos los jugadores aceptan regresar a la acción no se tarda nada en volver al escenario en cualquiera de los modos de juegos, ya sea el mismo o uno escogido al azar.

De hecho, hablando de los mapas, hay un total de 12 disponibles de lanzamiento, entre los que podemos encontrar algunos nuevos y otros que resultarán muy familiares a los que vengan de Splatoon 2. Todos ellos cuentan con sus propias características, pero sobre todo hubo uno que me llamó la atención porque en él subía y bajaba el nivel del agua, lo que te obligaba a permanecer atento a los alrededores para no ahogarte.

Pero el multijugador no se resume únicamente a los citados modos de juego, porque a todos ellos se suma también el regreso de Salmon Run, el modo cooperativo en el que cuatro jugadores deben acabar con hordas de enemigos mientras se dedican a recolectar huevos dorados en un tiempo límite. Así a lo largo de tres rondas en las que la dificultad irá en aumento y hasta habrá que luchar contra minijefes.

A su vez, se pueden establecer límites de dificultad por si alguien quiere afrontar un auténtico desafío de lo más caótico o algo más simple, pero lo que siempre será igual es que después de cada ronda las armas se cambiarán por otras completamente aleatorias, para que así los jugadores no utilicen siempre las mismas y tengan que adaptarse a la situación que vaya planteando la propia partida.

No obstante, si hubiese que sacar algún "pero" de todo el multijugador es el hecho de que no todo está desbloqueado desde el principio. El propio juego te obliga a jugar partidas sin parar y subir de nivel para desbloquear poco a poco ciertos modos, así que os tocará darle mucha caña si queréis disfrutar de todos ellos, lo que puede suponer un problema para los menos hábiles a los mandos porque tardarán bastante tiempo en poder acceder a algunos de ellos.

De compras impulsivas por Tintelia

De vez en cuanto viene bien tomarse un descanso entre tanta batalla de tinta, así que el juego nos permite darnos una vuelta por Tintelia, la ciudad que hace la función de lobby principal y desde la que podremos acceder a las distintas tiendas y lugares importantes de la aventura, ya sea yendo a pata por nuestra cuenta o directamente desde el menú seleccionando el lugar deseado para que sea infinitamente más rápido.

Las tiendas son un apartado fundamental al tener que acudir a ellas siempre que podamos cuando hayamos obtenido la suficiente cantidad de monedas jugando partidas online. Más que nada porque el dinero será indispensable para pasar por caja al adquirir los distintos productos que encontraremos en los puestos en forma de accesorios, ropa y calzado, cada uno con sus propias bonificaciones que potenciarán a nuestro personaje.

Por eso mismo los artículos son tan esenciales para que así nuestra barra de tinta se recargue más rápido, podamos desplazarnos más rápido por la tinta del rival o los ataques especiales tarden menos en activarse, entre otra serie de efectos que incluso se pueden mejorar más todavía. Por lo tanto, no solo nos vendrán bien para modificar la estética de nuestro Inkling, sino también para hacerlo más demoledor y no tan vulnerable en el online.

Por otra parte, otra de las tiendas servirá para adquirir nuevas armas, ya que de primeras comenzaremos con una muy básica y a medida que vayamos subiendo de nivel iremos recibiendo cupones para desbloquear otra serie de herramientas, porque estas no se pueden conseguir con dinero normal, así que otro motivo adicional para animarnos a pasar el rato jugando contra otros jugadores.

Pero si hay un mayor incentivo para todo ello es el hecho de que, al igual que pasa con Salmon Run y otros modos de juego, las tiendas se desbloquean única y exclusivamente al alcanzar cierto nivel con nuestro personaje. Sí, no os quedará más remedio que veros las caras con otros jugadores con vuestro Inkling de lo más simple sin nada equipado hasta que pueda lucir algo mejor o al menos poder desenvolverse algo mejor durante las batallas.

Más allá de todo esto, por las calles de Tintelia estarán los personajes de otros jugadores con los que hemos interactuado, por si queremos echar un vistazo a sus prendas para tomar ideas, así como otros personajes que pueden resultar de gran utilidad. Entre ellos hasta hay una guía que nos permite jugar en solitario a los mapas del multijugador en cualquiera de los modos disponibles por si queremos practicar antes de regresar a la acción.

En otro orden de cosas, también me ha resultado curioso que ahora el juego no te devuelve a la sala de informativos para notificarte acerca de los mapas o modos que están disponibles en ese momento, dado que van rotando. Si bien en Splatoon 2 tenías que tragarte la charla cada vez que estos se intercambiaban, aquí se verá en la parte superior de la pantalla mientras te dedicas a jugar o a hacer otras cosas para no interrumpir nada.

Alterna y la experiencia en solitario

A lo largo de todo el análisis he hecho bastante hincapié en la relevancia que tiene el modo multijugador en multitud de aspectos del juego, lo que no quita que Nintendo no se ha olvidado en absoluto de aquellos que prefieren jugar en solitario, sin verse obligados a conectarse a Internet para pasar el rato. Al menos en este caso se nota que ha hecho los deberes tras los desastrosos casos de Mario Strikers y Nintendo Switch Sports en la experiencia para un solo jugador.

Esto nos deja con un nuevo modo historia que nos traslada a Alterna, una región lejos de las calles de Tintelia donde de una vez más nuestro objetivo será el de recuperar el Gran Siluro. Por el camino nos toparemos con personajes muy familiares de la franquicia, aunque la trama lo cierto es que se queda totalmente relegada a un segundo plano muy rápidamente y ni nos acordaremos de ella la mayor parte del tiempo. Tampoco es que el propio título pretenda darle mucha importancia.

La región de Alterna se divide a su vez en varias zonas a las que iremos accediendo poco a poco, pero todas ellas pueden presumir de ser unos escenarios inmensos que a su vez podrían ser perfectamente como un nivel a superar, porque para ir de un lado a otro deberemos destruir lo que se llama plasma pelificador. Más o menos viene a ser como una barrera que nos matará al instante si tratamos de tocarla, así que la única manera de eliminarla es con la ayuda de Cenutrín.

Este diminuto y simpático personaje nos acompañará en todo momento y deberemos alimentarlo con caviar rojo que iremos obteniendo a base de superar las numerosas fases del modo historia. De esta manera, cuanto más caviar rojo tengamos, más plasma pelificador podremos destruir, pero lo mejor de todo es que las zonas no son lineales, por lo que podemos avanzar por ellas a nuestro ritmo e ir de un lado para otro como queramos.

Sin duda esto último viene muy bien por si hay alguna pantalla en concreto que se nos atragante un poco y queremos volver más adelante. Aun así, la curva de dificultad está perfectamente equilibrada, lo que supone que las primeras fases serán muy sencillas para familiarizarnos con los controles, mientras que las últimas requerirán que nos esforcemos más todavía para seguir adelante.

Los objetivos suelen ser muy diferentes para que no todas resulten idénticas. Esto nos llevará a enfrentarnos con enemigos, tener que disparar a dianas para desbloquear caminos y hasta habrá fases que consistirán en que no recibamos ni un solo golpe o que dispongamos de una cantidad de tinta muy limitada para utilizar. En cualquier caso, he de decir que he acabado bastante satisfecho con el modo historia, por la cantidad de niveles diferentes que hay y también por lo largo que es, porque os llevará su buen puñado de horas finalizarlo.

Y ahí no quedará todo, porque en la plaza de Tintelia también se puede participar en las denominadas luchas carterritoriales. Se trata de un nuevo modo de juego con una mecánica bastante peculiar, ya que a su manera mezcla la mecánica de Tetris con la de Splatoon 3 y la de los juegos de cartas. Dicho así parece muy confuso, pero la verdad es que la combinación resulta muy acertada tras jugar unas cuantas partidas, porque de primeras se trata de un modo bastante confuso.

En él contaremos con una baraja de cartas con dibujos en forma de terreno recubierto de tinta. Las cartas las iremos colocando en el escenario, al igual que hará nuestro oponente, así que la finalidad será la de cubrir la mayor parte de terreno en unos cuantos turnos, como ocurre en las batallas territoriales comunes. No obstante, aquí no se puede pintar encima del contrario y los dibujos tienen formas muy concretas para que pensemos bien dónde colocarlos al no poder pisarnos tampoco a nosotros mismos.

A base de jugar se irá subiendo de rango para obtener más cartas y poder desafiar a otros oponentes más duros todavía. Eso sí, por el momento solo se puede combatir contra la inteligencia artificial hasta que Nintendo facilite en el futuro una actualización con la que podremos combatir contra nuestros amigos u otras personas de todo el mundo.

Por lo demás, en Tintelia también hay otro par de actividades que no están mal para pasar el rato, como son los tablones de dibujos por si queremos dejar mensajes por las calles de la ciudad, y nuestra propia taquilla, como la de los institutos, para decorarla con toda clase de objetos. Dicho esto, los artículos se pueden adquirir en una de las tiendas y también en el propio modo historia, así que otro motivo más para no dejar ni un solo rincón por explorar, porque por toda Alterna encontraréis desbloqueables a tutiplén, en forma de potenciadores, melodías u objetos, para que merezca más la pena ir de un lado para otro.

La opinión de VidaExtra

Hay que reconocer que Splatoon 3 es muy continuista en gran parte de sus apartados, lo que no tiene por qué ser necesariamente algo negativo, porque si la fórmula ya funcionaba y la puedes mejorar más todavía, bienvenido sea entonces. Eso mismo pasa con los mapas, el multijugador, los diferentes modos de juego, las armas, etc., que todo se ha visto ampliado y perfeccionado para que sea más especial todavía.

La aventura por Alterna es un gran puntazo para los que quieran jugar en solitario, porque ya solo por lo que dura y por todo lo que ofrece supone una buena compra. Si a eso le sumamos el pozo de horas que puede suponer el multijugador online, tenemos un título al que siempre podréis recurrir cuando tengáis un rato libre u os apetezca pasar una tarde divertida y repleta de tinta.

Mención especial para su apartado gráfico, con ese toque artístico tan característico de la serie, y a su excelente banda sonora que nos acompaña en todo momento con unos temas de lo más pegadizos. Por lo demás, tal vez las novedades no abunden demasiado, pero Splatoon 3 es un juego que fácilmente encantará por igual a los más veteranos y a aquellos que se quieran adentrar por primera vez en la saga.