La verdad es que no me considero un gran aficionado de los videojuegos de terror porque lo paso muy mal cuando me pongo a los mandos, pero reconozco que tienen su público y hay uno que fue lanzado el año pasado al que merece la pena darle una oportunidad. Ese es Scorn, la espeluznante obra de Ebb Software y Kepler Interactive.
Esta terrorífica aventura espacial la tenéis disponible en el catálogo de Xbox Game Pass, así que solo necesitaréis apuntaros al servicio para acceder a su descarga en la tienda de Microsoft. Además, ahora que comienza el fin de semana os viene muy bien, porque su duración apenas llega a la decena de horas, por lo que en un par de tardes la podéis completar.
Uno de los aspectos que hace tan especial a este título es precisamente su ambientación y sus escenarios que os harán vivir una auténtica pesadilla, sobre todo por lo grotescos que son. Los distintos lugares que iréis visitando se tratan de zonas interconectadas que podréis recorrer de forma no lineal, pero os resultarán de lo más perturbadores, con una estructura laberíntica.
Cada lugar se caracteriza por su propia temática, por sus puzles y otros detalles que se han basado en los trabajos de artistas como H.R Giger o Zdzislaw Beksińsk. La inmersión es fascinante por el realismo que presenta y por la forma en la que podremos interactuar con todo lo que nos rodea, pero también por las criaturas contra las que tocará luchar.
Eso no quiere decir que estemos ante un título de acción, ni muchísimo menos, porque la munición a emplear contra los monstruosos enemigos que acechan detrás de cada esquina, con pasillos repletos de vísceras y cadáveres, es demasiado escasa. Por todo ello, a la larga acabas con la sensación de querer escapar de una vez por todas de esta pesadilla infernal.
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