Pero al menos tenemos salud. Es lo que llevo repitiendo en mi cabeza constantemente desde que el otro día un colega se trajo a casa varios juegos de mesa con organizadores personalizados. Una fantasía que desconocía por completo y me ha dejado alucinado.
Para quienes seáis aficionados a los juegos de mesa, páginas como Smonex o Laserox son como un paraíso en la Tierra. De la mano de troquelados de madera y piezas realizadas con impresoras 3D, entre páginas oficiales y usuarios que comparten sus diseños de forma desinteresada, el mundo de los organizadores de juegos de mesa no deja de crecer a diario.
Si os habéis encontrado alguna vez con una caja completamente vacía en la que todo está organizado a base de bolsitas de plástico o cintas de papel entenderéis la frustración que supone preparar una partida u organizar la caja tras terminarla.
Estos organizadores, realizados con la mente puesta en las necesidades de cada juego, simplifican esa tarea ofreciendo distintos sistemas que, además de ayudarnos a montar y recoger de la forma más ágil posible, también tienen la mala costumbre de ser bonitos a rabiar.
La mala noticia es que, por lo general, la gran mayoría cuestan un riñón y el desembolso puede variar desde los 8 euros hasta superar los 100 euros, especialmente si incluimos ahí los gastos de envío y aduanas.
En cualquier caso, pasear por sus diseños se ha convertido en mi pasatiempo de las últimas semanas, como cuando caminas por una calle comercial soñando con todo lo que te comprarías si estuvieses podrido de dinero.
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