Singularity

'Singularity' se muestra en vídeo

FPS

Jugar con el tiempo. Ésa será la premisa principal que girará en torno a 'Singularity', juego del que nos habló a mediados de enero mi compañero Dani. Debo reconocerlo, en su día no le presté demasiada atención, pero tras ver el vídeo mi...

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Noticias de Singularity en Vida Extra

Ha llegado sin hacer demasiado ruido, aunque con tanto FPS en el mercado es hasta comprensible, pero lleva varias semanas entre nosotros. ‘Singularity’ y la nueva vuelta de tuerca al continuo espacio-tiempo, en esta ocasión gracias a un arma acoplada a nuestro brazo izquierdo llamada DMT.

La singularidad según Raven Software, estudio con sobradas tablas en los FPS (ahí tenemos de ejemplo el ‘Quake 4’, entre tantos otros). Un título que, una vez superada una primera parte (entre 30 minutos y una hora), tiene algo que atrae más y más, hasta que finalmente, y casi sin darnos cuenta, hemos terminado la aventura. ¿O no?

Porque quien juega con el tiempo, ya se sabe… Pero bromas aparte, ‘Singularity’ basa su principal baza en el arma DMT, capaz de envejecer o renovar algunas cosas. Y digo algunas porque no podremos aplicar esa fórmula sobre lo que queramos. Tan solo en cosas que serán realmente relevantes para la historia, bien sea en forma de crono-notas, pizarras con fórmulas indescifrables para gran parte de los mortales, escaleras, cajas… O incluso humanos, pudiendo convertirlos en cenizas. O a la inversa, de un modo tanto o más desagradable.

Un arma muy poderosa que no existiría de no ser por el elemento E99. ¿Y qué es eso?

Elemental E99, querido R2-D2… digo, Renko

“1945. El poderío militar y la influencia política de la unión soviética sigue creciendo. Pero Estados Unidos conocía el secreto de la energía atómica. Sin embargo esta superioridad duraría poco, ya que Stalin estaba desarrollando un plan propio. Mientras buscaban uranio en un islote de la costa sudeste de la unión soviética los ingenieros rusos descubrieron el E99. Una fuente de energía potente e inaudita. Al ver que se le presenta la oportunidad de dominar el mundo Stalin concede fondos ilimitados con el fin de investigar la sustancia.

Barisov, el director de proyecto, funda un centro de investigación en la isla: Katorga-12. Gracias a su revolucionaria investigación recibe la orden de Lenin. Al suceder a Stalin Nikita Khrushchev acelera el programa y presiona a Barisov para que den comienzo los experimentos sobre el terreno. Pero el E99 no solo da una energía inimaginable, sino que es increíblemente volátil. No hubo supervivientes del desastre. Moscú entierra el complejo y lo borra completamente del mapa.

2010. La radiación inutiliza un satélite espía de los Estados Unidos al sobrevolar la zona. Por temor a otro Chernobyl, y receloso del silencio de Moscú, el pentágono ordena una misión de reconocimiento sobre Katorga-12.”

Y aquí entramos en escena, por medio del soldado Renko, con esa misión inicial de reconocimiento sobre la zona, pero después, como veremos, con más de un misterio por resolver y con el aliciente de poder ver hasta tres finales distintos, dependiendo de la decisión final que tomemos.

Pero nada de esto serviría si el camino no fuese lo suficientemente interesante. Salvo el tramo inicial, algo tedioso y típico en el género, el punto de inflexión sin duda lo pone el DMT. A partir de ahí la historia va in crescendo, al igual que nuestras habilidades. Lo único malo es que cuando más estamos disfrutando la cosa se termina. Y es que la isla parecía más grande al verla en miniatura en la entrada a Katorga-12. Que por cierto, ya que he dicho “isla”, los fans de Perdidos (Lost) encontrarán un guiño a la serie casi al final con logro/trofeo incluído.

DMT (Dispositivo de Manipulación Temporal)

Si bien el DMT será el arma más poderosa de ‘Singularity’ en cuanto a repercusión en la historia y variedad de posibilidades, no será el único arma a manejar por Renko. Tendremos la pistola de turno (Centurion), el rifle de asalto (AR9 Valkyrie), la escopeta (Volk S4), el rifle de francotirador (Kasimov SNV-E99), un fusil de puntas, un lanzagranadas Dethex, un cañón auto (una gatling), un lanzacohetes (RLS-7) y un arma muy especial llamada Buscador. Con esta última al disparar tendremos un momento bala y podremos dirigirla, siendo de lo más fácil acertar en la cabeza de los enemigos. Aunque no será un arma que abunde, y tampoco tendrá muchas balas. Mientras, del resto, la particularidad del Kasimov será su modo de apuntado, pudiendo ralentizar la acción para facilitarnos los head shots. El resto son más o menos comunes.

Por su parte, con el DMT no solo podremos envejecer o renovar objetos, sino utilizar impulsos para alejar casi cualquier cosa, o atraerlas para luego lanzarlas (o simplemente recogerlas). Una utilidad muy efectiva es la de atrapar cohetes del rival. Pero la cosa no quedará aquí, ya que podremos crear un punto muerto donde se parará el tiempo, y la guinda del asunto… convertir en polvo a los humanos, o revertirlos convirtiéndolos en monstruos, que a su vez podremos provocar para que exploten y se lleven a más enemigos por delante.

Todas esas armas y accesorios del DMT los iremos consiguiendo progresivamente a lo largo de la historia, aunque, al igual que pasa con la saga ‘Bioshock’, encontraremos mejoras de arma y dispositivos especiales para aplicarlas. Mayor potencia, mayor velocidad de recarga o mayor capacidad del cargador. No habrá variedad en ese sentido, aunque por suerte sí que la habrá para nuestro DMT y las habilidades de nuestro héroe a cambio de E99.

Desde una bonificación de cura por enemigo muerto a una regeneración cuando no estamos en peligro, pasando por mejoras de resistencia a ataques de corta distancia y proyectiles, o aumento de las barras de vida y DMT. El ansia por conseguir todas las mejoras hará que busquemos E99 por cada rincón de Katorga-12.

La pega es que no podremos explorar tan libremente como hubiese sido lo ideal. Nuestro protagonista puede saltar, pero a veces misteriosamente no podrá llegar a una zona. Esto se hace bastante frustrante según avanzamos, porque nuestro ímpetu por explorar hará que nos demos de bruces con barreras invisibles que en la generación en la que estamos deberían estar prohíbidas a toda costa. Aunque si nos retrotraemos de ese detalle, la historia se disfruta sin problemas.

Una historia que particularmente me ha encantado y que me ha tenido enganchado durante los poco más de tres días que me duró la aventura, gustándome especialmente el detalle de los tres finales, a cada cual mejor.

¿Singularidad o pluridad? Dos modos de juego distintos

Es curioso, porque uno se pone a mirar con detenimiento toda la historia de la campaña en solitario de ‘Singularity’, con todos esos cambios, esos puzzles en algunos casos con reminiscencias a ‘Portal’ (por cómo jugamos con la “cajita”), y no comprende muy bien el modo multijugador. O al menos la primera reacción al entrar en una sala será la de: “¿pero qué?”.

Porque aquí habrá solamente duelos entre soldados y criaturas con claras diferencias entre ambos, incluso entre los de la misma especie. Por un lado el duelo sin más en criaturas contra soldados, y luego el modo exterminio, la estrella de esta pequeña (por poca variedad) fiesta. Hay tres balizas por cada mapa, y nuestro objetivo es apoderarnos de ellas, siempre y cuando manejemos a los soldados. Ya que si por contra estamos en el bando de las criaturas tenemos que impedirlo.

Bien sea por armamento o habilidades (aquí tendremos una de teleportación, aunque a muy corta distancia), se podría decir que tenemos el clásico tanque, el que va rezagado para apoyar desde la distancia, el velocista de turno para llegar antes que nadie a la baliza, e incluso el curandero. La sabia combinación de todas estas clases hará que un equipo u otro alcancen la victoria de manera más rápida y eficiente. Algo que, tras una partida de prueba, resulta bastante divertido. Lo malo son los minutos de espera que tendremos que sufrir al inicio para encontrar partida, ya que no abundan mucho y el sistema de búsqueda a mí personalmente no me ha gustado nada. De hecho he tenido muchos intentos fallidos, bien sea por no encontrar, o habiendo encontrado pero sin lanzar la partida agotando mi paciencia por perder 5 minutos para echar unos tiros.

En cualquier caso, el principal aliciente de ‘Singularity’ es su modo campaña en solitario. El multijugador es un incentivo por si la historia nos dejó con ganas de más. Pero de todas formas, a mi juicio, se convierte en un FPS muy a tener en cuenta que además tenemos completamente localizado al castellano (voces y textos).

Ficha Técnica: Singularity Plataformas: PC, PS3 y Xbox 360 Editor: Activision Desarrollador: Raven Software Lanzamiento: Ya disponible Precio: 69,95 euros en PS3 y Xbox 360, 59,95 en PC

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