Aviso: Spoilers del capítulo 1111 del manga de One Piece
Aunque el manga de One Piece vaya a tomarse un descanso de casi un mes, Eiichiro Oda ha querido despedirse a lo grande con algo a lo que ya estamos acostumbrados: un cliffhanger que ha dejado a todos los fans de la serie con ganas de más.
Con la llegada de Dorry y Broggy, Luffy y sus Nakamas comenzaron su viaje al barco de los gigantes con el objetivo de escapar cuanto antes de una isla asediada por los seres más poderosos del Gobierno Mundial. Cada uno de ellos mostró su enorme habilidad, pero ninguno pudo vencer al Sombrero de Paja.
Saturno intentó lanzarle bolas explosivas que, en un principio, parecían inquebrantables, pero el Gear 5 volvió a demostrar que el poder de un Dios está por encima de cualquier otra cosa. Imitando a un jugador de béisbol y preparado para un Home Run, nuestro protagonista aturdió a Jaygarcia con su propio ataque, dejando así un margen de tiempo para poder escapar.
Sanji, Vegapunk, Bonney y los demás aliados del Mugiwara ya estaban en marcha, pero la Marina no se lo quiere poner fácil y los problemas han vuelto a aparecer con la llegada de vicealmirantes que estaban esperando pacientemente delante del barco.
Esto parecía ser el final, pero Oda tenía una pequeña sorpresa bajo la manga: el enigmático robot que se encontraba perdido en la isla por fin se puso de pie e incluso pudo soltar una frase: "Lo siento, Joy Boy". Ahora, queda esperar tres semanas para ver qué demonios ocurre con este gigantesco robot y cuáles son sus intenciones con el Sombrero de Paja.
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