Por lo general a los juegos de Omega Force, cuya inmensa mayoría pertenecen a la serie 'Dynasty Warriors', se les suele acusar de que suelen ser demasiado parecidos unos de otros. En parte es verdad, porque sin contar a los personajes o la historia del propio título, los musou son así, no dejan de ser unos machacabotones.
Pero eso no ocurre con todos los juegos que ha desarrollado y un buen ejemplo es el que os traemos hoy: 'Attack on Titan: Wings of Freedom', el videojuego basado en la serie anime y manga que ha sido creada por el autor japonés Hajime Isayama.
En los últimos meses hemos tenido la oportunidad de ver numerosos vídeos e imágenes de este título que algunos estaban esperando con ganas y otros no estaban muy convencidos sobre qué hacer. Así que dejémonos de líos y vamos a pasar a ver con más detalle si merece la pena el juego.
Una historia muy fiel
Para quien nunca haya oído hablar de 'Ataque a los Titanes' hay que tener dos detalles en cuenta antes de nada. El primero es que ya estáis tardando en verla y el segundo es que lo deberíais hacer en cuanto terminéis de leer el análisis. Dicho lo cual, nos encontramos con un juego cuya historia es idéntica a la del anime y manga.
La humanidad ha llegado a un punto en el que se ha visto obligada a levantar unos muros de un tamaño gigantesco con el fin de protegerse de la terrible amenaza de los titanes. Estos seres de gran tamaño tienen como objetivo devorar a los humanos y se desconoce su procedencia y el motivo que les lleva a acabar con toda persona viviente que se encuentran a su paso.
La civilización se encuentra rodeada por tres murallas en forma de circulo: el muro Maria, Rose y Sina. Parecía que con esta medida los Titanes no tendrían forma alguna de acceder al interior de la ciudad, hasta que un Titán más poderoso y grande de lo normal, denominado Titán Colosal, logra causar una brecha en la muralla Maria, lo que permite el acceso a los Titanes a la zona donde creían los humanos estar viviendo a salvo.
Naturalmente la masacre se produce en cuestión de horas y nuestro protagonista, Eren Jeager, impotente al presenciar tal matanza y no poder hacer nada para evitarla, decide ingresar en las filas del grupo militar que se encarga de dar caza a los titanes. Así, tras cinco años de entrenamiento, él y el resto de sus amigos consiguen formar parte de la Tropa de Reclutas Nº104.
Desde ese momento cualquiera que haya visto la serie anime que han emitido por la televisión le traerá grandes recuerdos todo lo que ocurra en el juego, porque no varía en absoluto. Omega Force ha respetado totalmente la serie original, no solo con las mismas situaciones y aventuras que se viven en ella, sino también con los mismos personajes y las frases que dicen.
Omega Force ha respetado la serie original, presentándonos un argumento idéntico al de la primera temporada.
Es de agradecer la verdad que hayan tomado esta decisión porque el juego gana muchos enteros gracias al inmenso parecido que guardan ambos productos en este sentido. Además, la campaña principal no solo recorre la primera temporada a lo largo de numerosas misiones que nos mantendrán entretenidos durante horas, sino también cuenta con capítulos adicionales que hasta la fecha solo se han visto en el manga, a la espera de que se estrene la segunda temporada.
Unos simples humanos capaces de plantar cara a los titanes
Personalmente, cuando me enteré por primera vez que se iba a desarrollar un videojuego de 'Ataque a los Titanes', una de las primeras preguntas que me vino a la cabeza fue, ¿cómo van a representar los combates? Porque si nos fijamos en los 'Dynasty Warriors' vemos siempre a nuestro personaje luchando contra cientos de enemigos a la vez, pero que al fin y al cabo son de su mismo tamaño.
Evidentemente eso no podía ser así en 'Attack on Titan: Wings of Freedom', porque resultaría demasiado irreal que un simple humano pudiese acabar con cientos de titanes de un solo golpe. Por suerte las similitudes con la serie vuelven a estar presentes en este aspecto también al aplicarse en el juego la misma mecánica y sistema de combate.
Esto implica que para acabar con estas bestias hay que hacerles una raja en la nuca. Los humanos, conscientes de esta única solución posible de acabar con ellos, diseñaron el llamado equipo de maniobras tridimensional, que les permite desplazarse por el aire rápidamente empleando unas cuerdas para ello y equipados con un conjunto de espadas lo suficientemente afiladas para poder rajar la dura piel de los titanes.
Dicho así no parece excesivamente complicado, pero la verdad es que llevará su tiempo llegarle a pillar el truco a la mecánica del juego. Sobre todo porque no es nada fácil dañar a los enemigos y no siempre se les podrá atacar en la nuca. En ocasiones habrá que cortarles los brazos o las piernas para tirarles al suelo para que así resulte más sencillo atacarles por detrás, aunque dependiendo del tipo de titán unos aguantarán más golpes que otros.
Hay que decir que la variedad de diseños entre los diferentes titanes es lo suficientemente grande para darnos cuenta de si hay dos iguales o no. Además, no aparecerán demasiados en pantalla al mismo tiempo y eso nos permitirá acabar con ellos sin que otros nos molesten, aunque esto no será siempre así. A veces se nos juntará un grupo muy molesto de cuatro, cinco o más y en ese momento será tremendamente complicado poder golpear a alguien o incluso salir con vida.
De todos modos esas situaciones no serán muy frecuentes y las cosas como son, el juego no es especialmente complicado (al menos en su dificultad media) y en cuanto aprendes a manejarte bien por el aire se vuelve pan comido aniquilar a los titanes. No obstante, la mayor parte de la aventura nos pasaremos haciendo eso una y otra vez, porque las misiones no variarán demasiado unas de otras y tendremos la sensación de estar jugando las mismas constantemente. Sobre todo porque muchas transcurren en el mismo escenario.
Tampoco ayuda el hecho de que las misiones secundarias que nos ofrecen en cada pantalla no aportan nada en especial, solo el hecho de que un personaje te solicita ayuda y si le salvas te acompañará durante la misión. Lo bueno en ese sentido es que nunca estaremos solos y siempre tendremos a nuestro lado a un máximo de cuatro aliados que podremos ir intercambiando en medio de la pantalla para que nos ayuden en el combate.
También nos encontraremos con niveles en los que no tendremos que emplear únicamente a nuestros personajes con el equipo de maniobras, pero eso ya sería entrar demasiado en spoilers y es mejor que lo descubráis vosotros mismos.
La profundidad del juego se queda un poco corta
Un detalle que caracteriza a los 'Dynasty Warriors' u otros juegos similares es la cantidad de armas u opciones de personalización que tienes para tu personaje, pero aquí brillan por su ausencia. Desde el principio ya nos avisan que podemos conseguir mejorar los tubos de aire del equipo de maniobras tridimensional, la velocidad a la que se mueve o el número de espadas que puede llegar a contener.
La cantidad de piezas de equipo diferentes que existen no son numerosas en absoluto y la mayor parte del tiempo nos lo pasaremos mejorando con objetos una que ya tengamos equipada. Y en cualquier caso tampoco es que acabe siendo realmente necesario, ya que en cada nivel habrá personajes que nos entregarán objetos para cambiar los tubos de aire o las espadas, dado que se desgastarán de tanto combatir y será casi imposible quedarnos sin materiales para sobrevivir.
Por otro lado, los personajes irán ganando experiencia según lo bien que hayamos jugado cada pantalla. Estos puntos les servirán para obtener nuevas habilidades y para conseguir materiales para la fabricación de objetos o mejoras del equipo, pero volvemos a lo mismo. Al haber tan pocas piezas para elegir iremos acumulando decenas de objetos que a la larga no nos resultarán de gran utilidad.
De todos modos, los niveles ofrecen rejugabilidad por la cosa de llegar a conseguir la máxima puntuación posible en cada pantalla, para aquellos que quieran lograr una "S" en todo lo posible. Pero más allá de la campaña el juego se queda un poco corto, porque además de ese modo de juego incluye un modo multijugador online para rejugar variantes de las misiones principales.
Suponemos que ha sido por la cosa de que el juego no ha salido a la venta, pero la verdad es que en todo momento nos resultó complicado llegar a encontrar a alguien con quien salir de caza, como mucho a una persona por partida, cuando el máximo son cuatro. Y quitando el modo online, lo único que podemos hacer también es consultar una galería de imágenes o de información de los personajes, enemigos y otros detalles de la historia y el juego.
¿Recomendado solo para fans?
Hay que ser justos con todo lo que se escribe y hay que reconocer que 'Attack on Titan: Wings of Freedom' es un buen juego, divertido, emocionante y muy entretenido. Gráficamente pinta muy bien y, como ya hemos mencionado previamente, es un grandísimo homenaje para los fans de la serie por su argumento, personajes y escenarios, porque todo es exactamente igual.
Además, en cuanto a aspectos técnicos, el juego va muy fluido en todo momento a pesar de ser mapas tan abiertos y haber tanta destrucción de por medio. Pero quizás los puntos negativos que hemos ido contando echen atrás a más de uno a la hora de comprar el título, sobre todo si nunca han visto la serie o leído el manga, porque no les impactará tanto como al resto.
La música por su parte está muy bien llevada con algunos temas (no las canciones) originales. En cambio, los subtítulos están en inglés y al menos durante las cinemáticas se puede leer todo tranquilamente, pero en las batallas los personajes también mantendrán conversaciones y si alguien no entiende lo que dicen se perderán muchos detalles. Al menos las voces cuentan con el doblaje original en japonés, pero habría estado bien que utilizasen el de la serie en castellano que es brillante.
Dicho lo cual, 'Attack on Titan: Wings of Freedom' puede merecer la pena si os gusta la obra de Hajime Isayama. Si no es así os encontraréis con un título que perfectamente en un fin de semana seréis capaces de completarlo y que a la larga no os aportará gran cosa. Insistimos que es un buen juego, pero se queda muy corto en cuanto a lo que ofrece de forma global. Al menos es algo diferente a lo que nos tiene acostumbrados Omega Force.
A favor
- El hecho de que la historia sea idéntica a la original.
- Una buena jugabilidad y batallas muy entretenidas.
En contra
- A la larga se puede hacer un poco repetitivo.
- Su dificultad no es para nada complicada.
- No está localizado en castellano.
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