Análisis de Epistory - Typing Chronicles: el juego ideal para mejorar tu mecanografía

Análisis de Epistory - Typing Chronicles: el juego ideal para mejorar tu mecanografía

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Análisis de Epistory - Typing Chronicles: el juego ideal para mejorar tu mecanografía

Adoro cruzarme con juegos pequeñitos que han pasado sin pena ni gloria por mi radar y resultan ser una grata sorpresa. El último en entrar en tan curioso saco ha sido ‘Epistory - Typing Chronicles’, un juego al que llegué vía Humble Monthly y que se ha convertido en uno de los indies que más me han encandilado este año.

La ya mítica epopeya de un escritor enfrentándose a la página en blanco, se traslada aquí a un mundo de papel maché en el que una musa y su zorro deben dar vida a la historia a base de teclear palabras. Todo en un género prácticamente olvidado que en 'Epistory' se aleja de la simpleza de los juegos de disparos estilo ‘The Typing of the Dead’ para arrimarse al rol descafeinado de un ‘The Legend of Zelda’ al uso.

Jugando a Epistory

Para dar vida a esa alegoría sobre el proceso de escribir el juego nos plantea un mundo vacío al que iremos dando forma con nuestras palabras. No es un libre albedrío, ni mucho menos, utilizando WASD o las incómodas teclas que se la han ocurrido al equipo de desarrollo para ofrecer una situación más lógica de nuestros dedos sobre el teclado, moveremos a la musa y su zorro por el mundo mientras utilizamos nuestros poderes para dotarlo de vida.

Estos se limitan a pulsar la barra espaciadora para frenarnos y que las palabras aparezcan sobre objetos aparentemente muertos. Así no sólo iremos talando árboles o haciendo crecer flores para continuar nuestro camino y superar obstáculos, también atacaremos a los enemigos con palabras más o menos largas dependiendo de la dificultad que entrañen los mismos.

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Conforme damos forma a esas palabras iremos creando combos que nos brindarán distintas puntuaciones, una economía de puntos que nos servirá para abrir nuevas áreas y, poco a poco, ir desvelando las distintas mazmorras que nos esperan en el juego.

Estas sirven de antesala para poderes que, una vez adquiridos, conseguirán que aprendamos nuevos idiomas como el del fuego o el rayo, pudiendo así eliminar obstáculos que antes aparecían en lenguas ilegibles y, por lo tanto, imposibles de teclear.

Un rolazo descafeinado de los de antes

A partir de ahí quemar zarzas o crear puentes de hielo abrirán nuevos caminos en un mundo abierto que el juego se encarga de limitarnos para hacer de este ‘Epistory’ una aventura bastante lineal. Una idea genial no sólo para hacer mover la historia como es debido, también para evitar que nos perdamos en exceso en el basto escenario que poco a poco vamos desgranando.

Por suerte hay ayudas en ese sentido como la brújula o el sprint que, utilizando las subidas de nivel al acumular grandes cantidades de puntos (importante aquí lo de mantener los combos sin errores), nos permitirán mejorar las características de ambos personajes para hacer nuestro camino un poco más fácil y rápido.

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Con todas sus mecánicas sobre el papel el reto del juego acaba siendo, como no podía ser de otra forma, nuestra habilidad para teclear rápido y bien. Lo comprobaremos en zonas en las que hordas de enemigos se dirigen hacia nosotros y, tecleando fuego, rayo o el nombre de alguno de nuestros poderes, iremos intercambiando entre las distintas magias para hacer frente a los bichos de cada elemento.

Si uno de ellos llega hasta a ti y te toca, estás muerto, así que mejorar habilidades para congelar o quemar enemigos acaba resultando imprescindible si queremos deshacernos de la avalancha que, de mazmorra en mazmorra, se va acercando a nosotros. Es una forma inteligente, aunque treméndamente repetitiva, de dar algo de vida a los combates de un juego en el que tampoco habría mucho más que rascar.

Luces y sombras en un juego muy interesante

Al final acaban resultando ser un añadido más, siendo la creación de combos y la solución de distintos puzles con algo que ver (o no) con el tema de la mecanografía, las principales bazas de su aventura. No hay hueco para una dificultad desmedida o una campaña excesivamente larga, se queda en unas seis horas, así que a menudo navega entre la alegría y la desidia sin brillar especialmente en ninguna de las dos partes.

‘Epistory’ sirve como experimento para recuperar un género muy olvidado, como interesante forma de acercarse a una historia con una narrativa muy original y, en mayor medida, como paseo por un mundo bellísimo que nada tiene que envidiar a piezas como ‘Tearaway’.

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Compatible con todo tipo de teclados, no sólo el QWERTY, y disponible en nuestro idioma, es una herramienta fantástica para aquellos que quieran mejorar su nivel de mecanografía mientras disfrutan de una experiencia tan bonita como original.

Es una lástima que a nivel de diversión sólo sirva de reto para aquellos que en su día pasaron horas delante de juegos de mecanografía, y quieran ver cómo podrían seguir evolucionando este tipo de títulos, pero sin duda es uno de esos experimentos que, pese a sus luces y sombras, vale la pena añadir en nuestra lista de deseados de Steam para acercarnos a él cuando llegue una rebaja potente.

A favor

  • Un juego precioso
  • Un título muy original en el género de los typing
  • Interesante forma de abordar una historia
  • Completamente traducido a nuestro idioma

En contra

  • Muy corto y sin reto
  • Algunos problemas de compatibilidad con teclado (Mac)
  • Puede hacerse repetitivo con relativa facilidad
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