Pocas cosas hay más golosas que descubrir cuál es el siguiente juego de Daedalic Entertainment después del sonoro tropiezo, y la posterior sorna pública, acontecida a con el lanzamiento de Gollum. Un foco que tiene muchos números para salpicar a New Cycle pese a no tener nada que ver con el vilipendiado juego del Señor de los Anillos.
De la mano de otro estudio y un género completamente distinto, hoy nos acercamos al desafío de reconstruir la civilización en una mezcla de construcción, gestión y dualidades morales, al más puro estilo Frostpunk.
Entre Frostpunk y Anno 1800
Tras el apocalipsis generado por unas llamaradas solares que han acabado con nuestra tecnología y nuestro modo de vida, bajo el tutelaje de una tribu nómada deberemos asentarnos para crear una nueva urbe mientras las condiciones climáticas extremas, y las decisiones más duras respecto al bienestar y supervivencia de nuestro poblado, nos lo ponen todo en contra.
No sólo es un juego con lo básico del género que ya todos conocemos. Aquello de talar árboles para conseguir madera y con ella crear tablones que nos permitan dar forma a edificios cada vez más complejos. También es uno de esos desafíos en los que la constante lucha contra las condiciones del entorno, y la escasez de recursos, provocan que el racionamiento y las enfermedades se encarguen poco a poco de minar la moral de unos trabajadores que, ya os adelanto, no están para muchas hostias.
Su condición de juego en acceso anticipado me obliga a quedarme más con lo prometedor de la idea de esta mezcla de Frostpunk con Anno 1800. Su profundidad permite juguetear con las construcciones en modo libre o cuadrícula, hay una buena sartenada de tecnologías esperando a ser investigadas, elevar la categoría de nuestros ciudadanos implica algo más que simplemente tenerlos contentos, y hay un punto de automatismos en sus procesos industriales que, junto a un tren que supone lo más vistoso de todo, hace que sea fácil mantener la esperanza pese a todo lo que tiene por mejorar.
Resultan incómodas, por ejemplo, ciertas decisiones de diseño como que haya edificios que puedan servir para varias cosas y, a su vez, otros en los que deberás duplicar la estructura para poder generar dos recursos distintos. Pero también que haya un incomprensible e inconsistente ritmo a la hora de crecer, que el juego sea injusto con tu progreso constantemente por culpa de retos inasequibles en base a tu evolución, y que hayan decidido apostar por la IA para dar forma a sus eventos (ahora vamos a ello).
El curioso añadido de la inteligencia artificial
Es uno de esos desafíos que te obliga estar a 1.000 cosas a la vez, pero que además está constantemente echándote a la cara nuevos tiers de recursos y producción entre los que es fácil perderse cuando hay decenas de edificios esperando a ser construidos para no romper la cadena. Más aún cuando tu pueblo te empieza a hablar de revolución industrial cuando tú acabas de descubrir el ladrillo.
Como digo, son inconvenientes que inevitablemente están ahí y que, pese a suponer un buen reto a los más exigentes, New Cycle soluciona a base de menús de accesibilidad y dificultades en vez de medir un poco mejor los ritmos. En cualquier caso son “problemas” de muy fácil solución que, en colaboración con aquellos jugadores que le den una oportunidad, terminarán solventándose más pronto que tarde.
Sobre la polémica con el uso de la inteligencia artificial no hay mucho que decir. Ni para bien ni para mal. De tanto en tanto te visitarán algunos exploradores especiales con los que podrás mantener una conversación y negociar mediante un campo de texto, adaptándose su mensaje a lo que acabas de contestar de forma interesante, pero también cayendo en algunos errores como repetir frases constantemente y ser un proceso algo lento y tedioso, especialmente cuando estás hasta arriba y lo que quieres es volver a tu cadena de producción.
No revoluciona nada y sería fácil adaptarlo a mensajes más tradicionales como el resto que recibirás, pero entiendo hasta qué punto el detalle puede ser una buena forma de captar la atención de un público saturado por el ingente número de lanzamientos que se producen. Reconozco que, sin haberme ganado por completo desde el minuto uno, New Cycle ha conseguido despertar mi curiosidad y, sin duda alguna, seguiré de cerca su acceso anticipado en Steam para ver cómo evoluciona.
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