Pese a ser uno de los medios más menospreciados por los jugadores, el juego en móvil siempre me ha parecido una opción muy interesante para cierto tipo de géneros. Uno de ellos es el de gestión y construcción, que a base de títulos como los de Kairosoft, me han regalado muchas alegrías desde hace años. Sin embargo todo dura poco y, con la llegada del freetoplay, todo el esfuerzo que algunos habían puesto se fue por el desagüe.
'Pocket City' es un juego que, como si de otra época se tratase, abandona ese modelo de negocio para ofrecernos dos opciones: una lite y otra de pago. En ambos no hay micropagos, ni tiempos de espera, ni monedas premium, sólo el vicio que supone construir una ciudad desde cero mientras gestionas la población, consigues nuevos edificios y lo dejas todo lo mejor posible.
Una tregua en el mercado free to play
Con anuncios y un techo de progreso en la versión lite, la única opción que te queda si realmente te interesa el juego es saltar a la opción de pago, y viendo como está el panorama en este tipo de títulos para móvil, no es algo que me haya pensado dos veces. No hay hueco aquí para "Rubén se viene arriba, sale mal", pero tampoco para venderle a nadie que ‘Pocket City’ es el segundo advenimiento de Cristo.
Es un juego que cumple con lo que promete, una experiencia libre de todas esas intromisiones y jugarretas que se han apoderado del mercado de juegos para móviles. Un título entretenido, simple y con buenas ideas que puede darte más de un par de tardes de alegría y que, eso sí, engancha una barbaridad.
Tampoco es que le pida mucho más a fracciones de juego que no suelen superar los 10 minutos. Menos aún a un título que cuesta 2,39 euros en su versión para Android. Así que me vale con agradecer que alguien se salga de la norma y me deje disfrutar de su experiencia sin palos en las ruedas. A eso hemos llegado.
Construyendo en Pocket City
Con la intención de crear una ciudad sostenible, ‘Pocket City’ nos invita primero a construir zonas residenciales, comerciales e industriales conectadas por carretera. Con una barra indicadora que muestra qué falta en nuestra ciudad en todo momento, depende de nosotros decidir si el trozo de tierra que adquirimos con lo ganado en la primera inversión lo dedicamos a ampliar hacia uno u otro lado.
Conforme vayamos construyendo iremos ganando experiencia y, si cumplimos los retos que nos van demandando en los desafíos de su campaña, las subidas de nivel nos darán acceso a bonus de dinero y la aparición en la tienda de nuevos edificios. Desde estaciones de bomberos a castillos emblemáticos, todo está orientado a mantener ese citado equilibrio y hacer frente a posibles problemas que puedan surgir. ¿Un volcán que aparece en medio de la ciudad y genera un incendio? ¿Por qué no?
La simplificación de ese estilo de construcción se arrastra también a los recursos de agua, energía y comunicación que necesitan para funcionar. Nada de alcantarillas o torres de alta tensión, aquí todo lo que esté conectado por carretera recibirá su dosis necesaria. No ocurre así con autovías y otros medios de transporte, por lo que tocará jugar con cómo conectamos cada zona de la ciudad para que todos los distritos tengan su correspondiente dosis de electricidad y agua potable.
No es Cities Skylines, pero tampoco lo persigue
No es difícil pillarle el truco porque, en esencia, ‘Pocket City’ elimina todas las barreras posibles con las que te puedas cruzar. Ni las tasas generan grandes problemas ni la curva de dificultad consigue nunca ponerte en apuros. No es un juego desafiante, sino uno destinado a que disfrutes construyendo y vayas mejorando tu estrategia poco a poco mientras desbloqueas nuevos edificios y posibilidades.
Le vale con ser uno de esos juegos en los que la primera partida es un mero tutorial. Tras ella descubres los puntos flacos en los que has caído a la hora de gestionar tus construcciones e irremediablemente saltas a una segunda en la que, ahora ya con todas las cartas sobre la mesa, creas tu ciudad perfecta.
Va a ser difícil que llegue una tercera, ni siquiera en distintos niveles de dificultad, pero para entonces ya te habrás tirado un buen puñado de días acudiendo a ‘Pocket City’ como tu principal fuente de entretenimiento cuando no tienes nada más a mano. Si eres fan de la estrategia de gestión y quieres agarrarte a algo con cara y ojos con lo que desconectar, me parece una opción fantástica. Si buscas algo más, siempre te quedará ‘Oxygen Not Included’ o las ofertas de GOG de los juegos que te engancharon al género.
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