Cuando tu logo está presente en juegos como Elden Ring, sagas de culto como Tekken, Dark Souls o la serie Tales y engloba la mayoría del anime llevado al videojuego (de Dragon Ball a One Piece pasando por Doraemon) no necesitas justificar ni tu presencia en la industria ni tu brutal posicionamiento de cara a los fans. Precísamente por ello, que Bandai Namco anuncie la cancelación de nada menos que cinco juegos (o más) es algo que no pasa desapercibido. Más bien lo contrario.
Los motivos no tienen vuelta de hoja: el más reciente informe de ganancias de Bandai Namco dibuja un panorama muy concreto con una caída del 8,9% en las ventas año tras año. Sin embargo, el dato clave es la sonada caída del 96,5% en los ingresos. Dicho lo cual, no todo son malas noticias: juegos recientes como Tekken 8 han supuesto un empujón realmente positivo para la compañía y en poco menos de un mes ya se han vendido dos millones de copias. Lo cual no evitará una reestructura interna.
A lo largo de la tanda de preguntas y respuestas de la compañía durante, un representante de Bandai Namco afirmó que se estaban realizando cambios de cara a su estrategia de desarrollos. El gran plan es ser más selectivos, tanto a la hora de embarcarse en un desarrollo como reduciendo la cantidad de los mismos. Además, su nueva estrategia también pasa por diversificar sus categorías y prioridades. Lo cual nos lleva al tema central: al menos cinco juegos han sido cancelados de manera tajante.
"Hemos decidido deshacernos del trabajo en curso de acuerdo con nuestras normas internas sobre la evaluación de productos en desarrollo.También hemos decidido interrumpir el desarrollo de al menos otros cinco títulos en desarrollo y registramos una pérdida por la venta de estos títulos.
Además, hemos cambiado nuestra estructura de desarrollo desde la segunda mitad del año fiscal anterior, estableciendo criterios más estrictos para proceder con el desarrollo, reduciendo el número de títulos y registrando los costos de desarrollo."
Los nombres de los cinco juegos en cuestión no se han dado, pero está claro que los cada vez mayores costes y plazos de desarrollo están poniendo cada vez más contra las cuerdas de las grandes producciones y los riesgos añadidos.
En cualquier caso, Bandai Namco tiene buenas cartas por delante: desde apuestas seguras como Dragon Ball: Sparking! ZERO al regreso de sagas más modestas, pero bien arraigadas, como Little Nightmares 3. Además de la expansión de títulos como el esperadísimo DLC de Elden Ring o los próximos luchadores de Tekken y una cada vez más prolífica alianza con Nintendo que incluso se ha traducido en dos nuevos estudios específicamente dedicada a sus juegos.
2024 será el año en el que todos los grandes agentes de la industria del videojuego deberán acomodarse al nuevo panorama. Algunos apuestan por expandirse a lo grande hacia nuevas plataformas y otros están obligados a hacer maniobras drásticas o ser mucho más comedidos con sus proyectos. En cualquier caso, ni siquiera titanes como Bandai Namco se libran de cancelaciones y tener que apretarse el cinturón.
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