Si a mi yo de hace 20 años le explicas que acabaría jugando a la consola sentado en una silla más propia de un vehículo de carreras, probablemente se partiría de risa en tu cara. Algún día alguien podría escribir estas mismas líneas hablando de la nueva silla de Razer.
Convertido en un proyecto destinado a mostrar cómo jugaremos en el futuro, la silla Brooklyn de Razer se plantea como un accesorio bastante normal a primera vista, pero en realidad esconde mucho más que un diseño arriesgado.
De forma automatizada se transforma para extraer de la espalda una pantalla plegable de 60 pulgadas que nos rodea la cabeza. Además, de sus reposabrazos nace una bandeja para que podamos apoyar los mandos o el teclado.
Por si eso fuera poco, la silla hecha de fibra de carbono y cuero incluye también su propio sistema de vibración, un invento heredado del sistema háptico de Razer con el que sorprendió en la misma feria hace un par de años.
Con su propio sistema de almacenaje de cables para tenerlo todo ordenado y que fluyan por la parte trasera de la silla, lo único que le podrías echar en falta a estas alturas son unas buenas luces. Pero estamos hablando de Razer, así que por supuesto tiene su propio sistema de LEDs para alumbrar el cuarto a tu gusto o recreando los colores que se ven en pantalla al estilo Ambilight.
El proyecto Brooklyn presentado en el CES 2021 es uno de esos prototipos que, como en el caso de los vehículos, nunca llegaremos a ver comercializados, pero no negaré que me daría rabia morir sin probar una de estas.
Eso sí, también como en el caso de los coches, pueden servir de fuente de inspiración para nuevos productos sobre los que sí pondremos nuestras posaderas. Especialmente ahora que la marca se ha puesto las pilas con las sillas gaming.
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