Análisis de Destroy All Humans!: un remake que mezcla caos y chistes malos mejorando y ampliando el clásico doble A

Análisis de Destroy All Humans!: un remake que mezcla caos y chistes malos mejorando y ampliando el clásico doble A

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La clave de un buen remake no está sólo en apoyarse en la nostalgia, sino en saber actualizar la obra que recupera sin salirse de la propuesta original. En el mundo del videojuego hemos visto pocos ejemplos de ello, pero hoy tenemos el gusto de poder incluir a Destroy All Humans! en esa lista.

El juego de Pandemic Studios y THQ es uno de esos clásicos que ejemplifican con maestría la originalidad y riesgo que desprendía la moda del doble A en PS2, y su retorno sirve para demostrar que el potencial de juegos así, más descerebrados y canallas, sigue muy latente.

Caos, sigilo y chistes de otra época

Para aquellos que no disfrutáseis del juego original que repasamos en su reciente retroanálisis, aquí la idea es controlar a Crypto, un alienígena que llega a la tierra en busca de un compañero caído en combate y emprende una misión de venganza en la que su objetivo no es sólo aniquilar a la raza humana, sino también humillarla.

Desde los platillos volantes hasta la abducción de vacas o las sondas anales, Destroy All Humans! toma todas las locuras de la ciencia ficción extraterrestre y las mezcla en un juego en el que la coña, la destrucción y los chistes pasados de vueltas son una constante.

Visitando distintas localizaciones -en escenarios lo suficientemente grandes para no ser un mero nivel, pero sí lo bastante pequeños para quedar lejos de la idea de mundo abierto-, el juego nos irá proponiendo misiones en las que el sigilo se intercala con la acción y el caos tanto a pie como a bordo de nuestra nave.

Una granja de rednecks, una urbanización californiana, una base aérea secreta o la ciudad de Washington, cualquier sitio es bueno para llevar a Crypto de aquí para allá extrayendo cerebros de los ciudadanos, disfrazándose de generales para pasar desapercibido o lanzando rayos capaces de reducir a escombros cualquier edificio.

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Con una historia cuyos guiños a la serie B se cuentan por decenas, el remake de Destroy All Humans! no sólo se encarga de empacar todo ese caos en cierta lógica igual que lo hacía el juego original, sino que también amplía y mejora las posibilidades alargando un poco más la vida útil de la aventura.

Una clase magistral de cómo hacer un remake

El primer gran cambio que propone Destroy All Humans! está en lo jugable. Mover a Crypto y hacer uso de sus poderes es ahora mucho más fácil y ágil, pudiendo combinar acciones que antes requerían cierta pausa entre ellas y que ahora resultan en combos aún más devastadores y divertidos.

Por ejemplo sacar cerebros de varias personas a la vez para recuperar vida mientras estás levantando un tanque para lanzarlo al robot gigante que estás disparando.

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Lejos de quedarse en las básicas, también se amplía la lista de habilidades disponibles y se añaden más mejoras para sacarles partido. Se agradecen en gran medida algunas como la posibilidad de convertir objetos en munición -que antes requería patear el mapa para encontrarla- o la posibilidad de desplazarnos con Crypto a mayor velocidad gracias a unos aeropatines.

Un trabajo finísimo que demuestra el cariño con el que han reinventado el juego más allá de lo visual, que sin ser ninguna bestialidad, luce de fábula y se permite reinterpretar escenarios y algunas secciones para aportar algo más de espectacularidad.

De hecho, incluso se permiten el lujo de añadir una nueva misión que arroja algo más de profundidad a todo el tema del sigilo, sin duda la parte más floja del juego tanto en la obra original como en esta.

En ella nos toca aprovechar los poderes de Crypto para provocar distintas muertes "accidentales", ya sea hipnotizando a un científico para que atraviese un campo de minas o manipulando una grúa para que le caiga un contenedor encima a otro.

Ojalá hubiese más misiones de ese estilo que atenuasen un poco lo aburrido que supone ser el Crypto espía en vez del destructor, pero más allá de ciertos momentos o el conseguir completar objetivos opcionales, Destroy All Humans! aporta bastante libertad a la hora de abordar las misiones.

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La opinión de VidaExtra

La parte más floja del Destroy All Humans! original, su escasa duración, se mitiga aquí un poco añadiendo distintas misiones opcionales para cada escenario y el reto de completar objetivos opcionales para conseguir todas las mejoras.

Nada que lleve la aventura por encima de las 6 o 7 horas a los completistas, pero sí un agradable regalo para los que se queden con ganas de más ansias destructivas.

Destroy All Humans! es uno de esos juegos a los que la llegada del verano y las vacaciones le vienen de perlas. Uno de esos títulos en los que perderte durante un par de tardes entre chistes y explosiones para desconectar y, si es el caso, también rememorar uno de esos clásicos del vicio adolescente.

Destroy All Humans!

Destroy All Humans!

Plataformas PS4, Xbox One, Stadia y PC (versión analizada)
Multijugador No
Desarrollador Black Forest Games
Compañía THQ Nordic
Lanzamiento 28 de julio
Precio 29,99 euros

Lo mejor

  • Un remake fantástico
  • Nuevas habilidades, mejoras y misiones adicionales
  • El Crypto destructivo es muy divertido

Lo peor

  • Algunas misiones de sigilo cortan bastante el ritmo
  • El pico de dificultad en el jefe final es demencial

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