Bad North: Jotunn Edition, estrategia en tiempo real frente al caos vikingo

Bad North: Jotunn Edition, estrategia en tiempo real frente al caos vikingo

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Bad North

Uno de los juegos que dirán adiós a Xbox Game Pass el 30 de septiembre es Bad North: Jotunn Edition, la edición más completa y pulida de esa rareza por parte de Plausible Concept que sorprendía en su estreno de la eShop de Nintendo Switch por el mes de agosto de 2018, saliendo poco después en el resto de sistemas.

No recuerdo cuándo lo probé en PC (estuvo de regalo en la Epic Games Store a finales de 2019), pero sí que hace unos días quise recordarlo desde Xbox One para ver hasta dónde podía avanzar en esta ocasión sin que me destruyesen las casas y de paso comprobar qué tal se defiende con mando. Y lo cierto es que nada mal.

Estrategia minimalista francamente original

Bad North

Hay que aclarar, antes de nada, que la versión para PC ya contaba con control opcional mediante el mando, pero de aquellas me decanté por el ratón, al ser muy cómodo para un juego de estrategia en tiempo real: haciendo clic izquierdo seleccionamos, con el derecho movemos a las tropas y si mantenemos el izquierdo movemos la cámara, quedando la rueda del ratón para el zoom.

Bad North tuvo una peculiaridad en su propuesta, ya que pese a ofrecer batallas en tiempo real, cuando vamos a dar órdenes a nuestro escuadrón por separado, el tiempo se ralentiza una barbaridad para que nos dé tiempo a realizar de modo adecuado (y sobre todo, preciso) cada acción. Y esto en tramos avanzados de la campaña, se torna indispensable, al tener que controlar los flancos de cada isla.

El objetivo no podía ser más simple, en apariencia: defender las casas del asalto vikingo con un máximo de cuatro tropas. Y defender esas viviendas era de vital importancia, puesto que nos daban dinero al asegurar la isla, pudiendo usar las monedas para mejorar a nuestros soldados. A modo de piedra, papel o tijera, podíamos especializarlos (con dinero) en tres clases distintas (Infantería, Lanceros y Arqueros), cada una con ventaja de peso frente a una de esas tres.

Lógicamente, todo se iba enrevesando más y más, al fin y al cabo gozaba de un espíritu roguelike que le confería una aleatoriedad letal a medida que nos adentrábamos en la inmensidad del océano, intentando seleccionar la isla más acorde a nuestras necesidades con las pocas pistas que soltaba el juego mediante iconos. E intentando amortizar, en tramos más avanzados, nuestro equipo, para aprovechar al máximo el único turno del que disponíamos en relación al número de unidades (de tropas) restantes. Porque éstas, además, podían morir.

Bad North, un indie que mereció mayor fortuna

Bad North

Por suerte, mediante el Santo Grial, podíamos revertir esa muerte permanente en una de las tropas, pero esa clase de objetos era de uso limitado y lo importante era vigilar la salud de cada comandante en plena batalla, para curarlos entrando a las casas. Eso y aprovechando debidamente la habilidad única de cada clase.

Con mando me ha sorprendido gratamente, por otro lado. Si bien la disposición estándar no me ha convencido, al tener que navegar entre los bumpers, sí que he encontrado mucho más práctica la opción de seleccionar la cruceta digital a modo de atajo directo para cada tropa. Cuando memorizamos la posición de cada comandante en el mando, se torna de lo más natural a la hora de desplazarse.

Me sigue pareciendo un juego de lo más frenético, pese a su apariencia engañosa, en parte por esa propuesta tan minimalista con batallas únicamente en islas de tamaño diminuto, que vuelve a demostrar que no está todo inventado dentro de los roguelike. Un género en sí mismo que no deja de picotear de otros estilos.

La pena es que lo vayan a quitar ahora de Xbox Game Pass y no tenga descuento en la tienda, porque le estaba empezando a coger cariño a mis comandantes con rasgos especiales, una de las novedades que introdujo la edición Jotunn, con un códice desde el que consultar, además, todos los objetos y mejoras de cada clase. Aparte de un enemigo más duro, minas y demás. Sí, sigue siendo recomendable.

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