Captain Toad: Treasure Tracker es lo mejor que le ha pasado al medio en mucho tiempo (también en Switch)

Captain Toad: Treasure Tracker es lo mejor que le ha pasado al medio en mucho tiempo (también en Switch)

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Captain Toad: Treasure Tracker es lo mejor que le ha pasado al medio en mucho tiempo (también en Switch)

Es curioso como cambian las opiniones y la perspectiva con el paso del tiempo. No sólo me asombro al leer el análisis que hice de ‘Captain Toad: Treasure Tracker’ en Wii U y recordar que hubo una época en la que en VidaExtra abrazamos ese invento del diablo llamado notas, veo que le puse (pusimos) un 8,5 y pienso “pero qué dices, chalao”. Un momento de enajenación mental, claro, porque se merece un 11.

Curioso que en aquél texto, como en estas impresiones de la llegada de ‘Captain Toad: Treasure Tracker’ a Nintendo Switch, comparase la bondad del juego de Nintendo con todas las artimañas de la industria que siguen habiendo hoy en día. Tal vez por eso molesta aún más no haberle dado más nota, pero también por esa misma razón es una oportunidad tan buena como cualquier otra para recordar por qué es uno de los mejores videojuegos de la historia del medio.

La cara más original de Nintendo

Digo videojuego a conciencia, porque juego se me queda corto y el formato largo de la palabra tiene cierta connotación de clásico, de otra época en la que este tipo de entretenimiento iba de otra cosa. ‘Captain Toad: Treasure Tracker’ es lo más Nintendo que te puedes echar a la cara, con todas las buenas connotaciones que eso conlleva.

Tras la aventura de Toad y Toadette se esconde un pequeño reto en cada nivel, una lección de diseño que nos invita a recorrer pequeños dioramas casi palpables, como si de una ventanita a un mundo de juguete se tratase, en los que recoger una estrella como objetivo principal y tres diamantes como objetivo secundario.

Nada de saltar o atacar cuando te venga en gana. Muévete con el stick, haz que Toad corra para esquivar un peligro o recoja un nabo para lanzarlo a un enemigo, pero sobre todo toca, gira, mueve y sopla un mundo sin aristas. Lo suficientemente suave para que cualquier jugador pueda acercarse. Con la profundidad necesaria para que muchos quieran perderse más de la cuenta en todo ese proceso.

Es demencial lo bueno que es. Tanto que en su día ya pasó a convertirse en uno de mis juegos favoritos y en su llegada a Switch me ha hecho recordar que quizás esa frase se me haya quedado corta. Que viendo hacia dónde avanza la industria tengo que buscarle una calificación mejor ‘Captain Toad: Treasure Tracker’ importa más aún de lo que ya lo hacía en su momento.

Un juego para degustar

Quiero jugarlo de cabo a rabo otra vez con el tiempo y mimo que se merece. Recogiendo todos los cristales (sorprendente lo mucho que recuerdo muchos de sus niveles por lo únicos que pueden llegar a ser), completando los desafíos opcionales que se desbloquean al superarlos y pegarles una tercera vuelta en busca del Toad pixelado, un reto adicional en el que lo único que debes hacer es voltear y moldear los niveles en busca de un grafiti escondido.

No me hace falta terminarlo para querer recomendarlo. Me vale con decir que se juega igual de bien que en Wii U, que en Nintendo Switch los movimientos y la posibilidad de toquetear los escenarios es más cómoda en modo portátil que apuntando con el mando a la pantalla grande, y que los nuevos añadidos pueden ser anecdóticos, pero al fin y al cabo vienen a intentar mejorar algo que ya aceptaba pocas pegas.

Kinopio Bg

Tanto en pantalla grande como pequeña se ve fantástico, más nítido. También destacar que la opción de jugar a dobles con aquellos pequeños que no se aclaren con los puzles o los jefes finales está ahí y, aunque las novedades no parecen suficientes para volver a comprarlo en Switch tras jugarlo en Wii U, va a ser difícil que alguien se pueda resistir. Puede que no hoy, pero sin duda algún día caerá.

Entiendo hasta qué punto es uno de esos juegos difícil de vender y lo mucho que se presta a los “no es para mí”, “si fuese un Mario me lo pensaba”, “es para niños”... Por suerte yo no he perdido la esperanza y siempre estaré aquí para intentar haceros cambiar de parecer, para recordar lo importante que es que juegos como ‘Captain Toad: Treasure Tracker’ sigan marcando la diferencia, e incluso para repetir un “pero qué dices, chalao, si es un juegazo”.

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