¿A quién no le va a gustar un Indiana Jones y el Gran Círculo en vena? La próxima aventura del arqueólogo más famoso del mundo está a la vuelta de la esquina y la expectación alrededor de la obra de Bethesda es total. Salvo las geniales aventuras gráficas de LucasArts, lo cierto es que no hemos contado con un videojuego a la altura de la leyenda del personaje.
La compañía le ha dado el encargo a MachineGames, autores de las más recientes entregas de la saga Wolfenstein, y las dudas acerca de la perspectiva de primera persona comenzaron desde un inicio. Sin embargo, tras haberme puesto a los mandos, tengo muy claro que lo que se nos avecina es uno de los grandes títulos de todo 2024.
Indiana Jones en estado puro
Axel Torvenius, director creativo de Indiana Jones y el Gran Círculo, estuvo presente en el evento en Londres al que pudimos asistir y nos dejó claro desde antes de comenzar la partida los motivos por los que apenas vemos a Indy en tercera persona. El personaje no es Nathan Drake, el cual se apunta a un tiroteo, sino que el aventurero se ve envueltos en ellos.
El enfoque que ha tomado la desarrolladora ha sido dirigido hacia el sigilo y conservando el espíritu que les define de crear una perspectiva mucho más inmersiva para sus producciones. Esa idea se nota desde el primer momento y en los tres tramos diferentes que he podido probar del videojuego. El primero de ellos me trasladó hasta Marshall College, la universidad en la que trabaja el protagonista junto a su amigo Marcus.
Es allí donde se produce el desencadenante de la acción en la trama y donde se despliega uno de los apartados más importantes de Indiana Jones y el Gran Círculo como es la recolección de coleccionables. Hay infinidad de documentos, objetos y reliquias que tener entre manos para recibir información detallada sobre ello, lo cual pasa directamente a quedar apuntado en el diario de Indiana. El cuaderno es uno de los elementos clave del viaje, pues sirve como recordatorio de todo lo que ha sucedido, como hemeroteca, como mapa y hasta como lugar para mejorar al arqueólogo.
Y si bien su utilidad en un principio es limitada, ya que los compases en la institución funcionan como un tutorial, coge mucha fuerza más adelante. El paseo por los pasillos señoriales sirven como pequeño espectáculo del nivel gráfico que alcanza el proyecto, luciendo de forma fantástica todos los tesoros, guiños a otros personajes y hasta con efectos muy logrados. Se nota en cada zona el mimo al detalle, especialmente cuando suena la épica banda sonora de John Williams y que es imposible que no te ponga los pelos de punta.
Tras un desafortunado incidente, toca visitar las calles del Vaticano -mítica escena del avión surcando el mapamundi mediante- y aquí es cuando comienza el show. Indiana Jones no es un superhéroe y, a pesar de que para los eventos de la obra ya ha vivido los acontecimientos de Indiana Jones y el Templo Maldito e Indiana Jones en busca del Arca Perdida, lo cierto es que no puede liarse a guantazos sin parar.
MachineGames ha incorporado una barra de cansancio para el personaje, la cual se divide en bloques que desaparecen con las diferentes acciones que realicemos. ¿Un puñetazo al mentón? Un bloque menos ¿Bloqueas un derechazo? Pierdes un bloque. Esta idea se presenta en las luchas, pero persiste también para las plataformas, pues Indy no resistirá mucho tiempo agarrado a una cornisa. Si tardas demasiado en avanzar, terminará por caerse, así que es preciso medir los esfuerzos.
Si bien las luchas a puros golpes son entretenidas, pues no es posible aporrear los botones hasta dejar noqueado al contrincante, las posibilidades se expanden enormemente con la increíble cantidad de objetos que podemos tomar para partir cabezas. Palas, botellas, rastrillos, escobas y hasta un matamoscas sirven perfectamente como arma cuerpo a cuerpo, aunque todas ellas cuentan con un cantidad de golpes que pueden resistir antes de partirse. Incluso las armas de fuego largas, como un fusil, se pueden girar para agarrarlas por el cañón y golpear con la culata.
Y qué mejor que asestar semejantes porrazos que por la espalda. Es perfectamente posible comenzar a disparar a todo lo que se mueve en pantalla, pero rápidamente veréis que en Indiana Jones y el Gran Círculo se castigan duramente los balazos recibidos. Los daños pueden llegar a ser graves con un solo disparo en el cuerpo, por lo que de esta forma el juego sugiere las ventajas de ser muy poco ruidoso.
El mapa del Vaticano, al igual que el que disfruté frente a las pirámides de Gizah, es realmente grande y con muchas posibilidades en el plano vertical. Hay diferentes guardias patrullando por la zona, intercambiando impresiones entre ellos, y siendo acompañados por perros. Es por ello que toca agacharse, llevar en la mano un objeto contudente y deslizarse por salientes, saltar hacia tablones de madera y recurrir a la vieja confiable: el legendario látigo.
Pocos elementos más distintivos posee Indiana Jones y su uso es especialmente útil para llegar de una zona a otra, pues se puede enroscar en barras para utilizarlo como una liana. Al mismo tiempo, es posible sacudirlo para desarmar rápidamente a un contricante, por lo que es tan fundamental para el videojuego como para las películas. Es en estas situaciones cuando se produce un rápido salto a la tercera persona para que contemplemos perfectamente el movimiento, siempre con una transición muy satisfactoria.
Denme más, MachineGames
A pesar de que las sensaciones habían sido tremendamente positivas hasta el tramo de la Santa Sede, lo cierto es que Indiana Jones y el Gran Círculo sumó muchos puntos con la sección final. MachineGames nos trasladó hasta las pirámides de Gizah, las cuales se contemplan a lo lejos con el clásico efecto borroso que se produce a la distancia con el calor. Junto a Gina Lombardi, el objetivo consiste en colarse en las diferentes regiones controladas por los nazis para extraer reliquias antes que ellos.
Y lejos de convertirse en un pasillo cerrado, el videojuego pasa a expandirse con todas las de la ley. Con diferentes puntos clave repartidos por el mapa, es posible desplazarse con una libertad absoluta hacia donde queramos, siempre y cuando los alemanes no nos vean entrando en sus campamentos. El escenario es realmente grande, con poblados repletos de habitantes autóctonos, y restos de la civilización egpicia que guardan misterios en su interior.
Los NPC tienen sus propias tareas y crean una ilusión muy lograda de que realmente hay vida entre las callejuelas de sus casas. De hecho, existen misiones secundarias a disposición, como robar medicamentos a los nazis para ayudar a los enfermos, las cuales podemos decidir si queremos hacer o no. Es más, incluso existen oportunidades como caminar por el desierto, escuchar que alguien grita desesperadamente porque se ha quedado encerrado en un cuchitril y ayudarle a salir.
Además, hay que sumar a la fórmula posibilidades como tomar disfraces y ponérselos a Indy para que no levante demasiadas sospechas en según que lugares que le estarían prohibidos con su clásico atuendo. De esta forma, habrá que colarse entre un infierno de nazis para llegar hasta lo más profundo de una catacumba y no será nada sencillo. Por ejemplo, tuve que activar varios generadores dispuestos por una excavación gigantesca al aire libre y así conseguir llamar a un ascensor que iba bajo tierra. Hay enemigos vigilando cada rincón, por lo que me tocó bucear bajo el agua, electrocutar a alguno despistado y repartir mamporros cuando fue necesario.
Una combinación de todas las artes que domina Indiana Jones, pero que también está aderezada con esos momentos más vinculados a los rompecabezas. Indy cuenta con un mechero que resulta imprescindible para iluminar las zonas oscuras, así como para encender una antorcha que permita alejar a los enormes insectos que acechan alrededor de él. A su vez, toca recurrir al diario para revisar apuntes y tener buen ojo con las pistas que hay alrededor de un mural egipcio para descubrir qué piezas de un enorme puzle hay que colocar en la pared.
¿Recordáis que mencionaba que el diario tomaba más fuerza posteriormente? Es en estos instantes cuando comienzas a descubrir que la recolección de coleccionables es imprescindible, pues Indy consigue puntos de aventurero con cada uno de ellos. No importa el formato, incluyendo fotos que podemos tomar de enclaves relevantes, todo suma para acumular la suficiente cantidad para desbloquear nuevas habilidades. Que el protagonista resista más, que las armas aguante más tiempo antes de romperse o la más impresionante de todas, la cual permite que te recuperes de las heridas si consigues hacerte con el sombrero antes de morir.
Esa ecuación que fue tan exitosa en los 80 y que repitieron con éxito Tomb Raider y Uncharted está más que presente y te traslada directamente a la inolvidable trilogía original. Evidentemente, la partida llegó un momento en el que terminó y me quedé con muchísimas ganas de poder continuar. He depositado muchas esperanzas alrededor de Indiana Jones y el Gran Círculo y, a tenor de las dos últimas cintas con Harrison Ford, la ilusión está por las nubes.
Fecha de lanzamiento de Indiana Jones y el Gran Círculo
La producción de Bethesda aterrizará en primer lugar en Xbox Series X/S y PC el próximo 9 de diciembre, y hará lo propio llegando al servicio de suscripción de Xbox Game Pass. Además, en algún momento de la primavera de 2025 Indiana Jones y el Gran Círculo estará disponible para los usuarios de PS5.
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