Facua reclama que no haya etarras en 'Counter-Strike: Global Offensive': otras ideas para que nos salven de esta maldad

Facua reclama que no haya etarras en 'Counter-Strike: Global Offensive': otras ideas para que nos salven de esta maldad
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Bienvenido al Frente Judaico Popular… ¿o era el frente de Liberación de Judea?

Agosto, temporada ideal para que quienes quieren ser centro de atención en los medios y durante el resto del año les cuesta, tengan más oportunidades que nunca. Es su fase de bonus particular, una época tan baja de noticias que todo cuela. En Facua, auténticos attention whore de las asociaciones de consumidores, están que lo tiran este año. Su último culebrón es el de pedir a Valve que no haya terroristas en ‘Counter-Strike: Global Offensive‘, un juego que, como sabéis, enfrenta a… terroristas contra fuerzas del orden.

Counter Strike sin terroristas es como Facua sin consumidores

Si acabase el texto aquí, cualquier persona que supiera de qué hablamos ya estaría suficientemente bien informada, posiblemente con cara de WTF.  

Pero veamos: Valve ha colado a ETA en  ‘Counter Strike: Global Offensive’. Bueno, no exactamente. Supuestamente lo que hay son  un grupo de personajes jugables llamados “Separatists (Separatistas)”, vestidos con capucha blanca y txapela. O sea, sí, etarras de toda la vida, de los que han amargado muchas vidas por aquí. 

A Facua esto le parece fatal. ¿Meter terroristas que actúan en España (o actuaban, hasta que decidan lo contrario) en un juego que se va a vender aquí? ¿Cómo se les ocurre? El comunicado de Facua dice esto:

“…que elimine la simbología etarra de su videojuego (…) por sensibilidad y respeto a la memoria de las víctimas y sus familiares.

FACUA pide a la empresa que asuma el código de conducta de la industria del videojuego en Europa, PEGI, y no muestre imágenes que puedan atentar contra la dignidad de determinados sectores, como en este caso las víctimas del terrorismo etarra.

La banalización del sufrimiento y la violencia que hace este tipo de videojuegos contradice lo que predica la propia industria a través de su código de conducta, que establece expresamente que no atentará contra la dignidad humana.

Éste es un ejemplo más de los no pocos juegos que se encuentran en el mercado, donde se invita al jugador a emular terroristas, nazis o abusadores sexuales.

La asociación no tiene ninguna duda de que Valve no pretende ni glorificar el terrorismo ni hacer apología del mismo, pero considera que no ha tenido en cuenta que puede herir la sensibilidad del entorno de las víctimas de ETA o cualquier otra banda asesina que aparezca representada en sus juegos.

Por ello, le llama a que tenga respeto, en este caso, a la memoria de las 864 víctimas mortales de la banda asesina ETA y a sus familiares y allegados.”

Ojo, hablamos de que Facua, una asociación de consumidores, toma el papel de una asociación de defensa de las víctimas… y se olvida de los consumidores, que al fin y al cabo somos quienes vamos a comprar el juego. Es decir, Facua ha decidido hacer sólo política en vez de política de defensa del consumidor.

La fuerza de los antitxapelas en acción

 

La discusión de todo esto es si Valve debería quitar o no txapelas y pañuelos blancos del juego; ésas son las imágenes que, según Facua, atentan contra la dignidad. Es decir, los símbolos de “nuestros” terroristas. Barbas y turbantes, BIEN. Txapelas, MAL.  Al menos, eso es lo que se desprende de los tuits con los que Facua ha defendido su postura, con referencias al “dolor de las víctimas”, por ejemplo. España, el único país en el que te atacan por no haber sido víctima de un atentado. Venga, oleada de tuits:




PEGI para ti, PEGI para mí

“Banalizar esto” es justamente lo que Facua hace. Reclamar un poco de atención veraniega porque su petición no es ni siquiera necesaria. La cosa es así: la industria tiene un código con el que marca la edad adecuada de uso de un videojuego determinado. Pone la responsabilidad en el comprador (en los padres del comprador, concretamente). Da opciones, además, como para jugar en modos soft, donde la sangre no la veamos y hasta podamos saltarnos fases como la del aeropuerto de MW2. 

El resto de consumidores, los que entienden el código PEGI y, aún así, quieren comprar esos terribles videojuegos, ya es mayorcito para discernir si quiere o no jugar a ser terrorista y si quiere jugar con los nuestros o con los de los demás. O, incluso, jugar a matarlos, a los nuestros y a los de los demás. 

Esto es más que suficiente, no hacen falta medidas extras, salvo que Facua quiera eliminar todo el juego, puesto que al fin y al cabo va de eso, de terroristas.  Como entiendo que su posición no es ésa, la de la simple censura total, propongo a Facua que rice el rizo y, para llamar aún más la atención, inicie una acción conjunta con la que salvarnos a todos. Esto es, que pida:

  • Que los videojuegos lleven, cada cinco minutos, un mensaje en forma de pop-up que avise de estar viviendo una ficción. Porque si no, no os enteráis y os creéis que la vida es así. 

  • Que cada seis minutos de juego aparezca otro mensaje en el que advierta de los peligros para la vista del mensaje anterior, capaz de producir epilepsia. 

  • Que, además de ‘Counter Strike’, también se revise ‘Trópico’ para evitar cualquier semejanza con algún lugar de la geografía española donde algún político se haya lucrado gracias a chanchullos varios. Y que se ponga, en un cartel muy grande y de colorines, que la corrupción es mala y que no es nada divertida.  

  • Que Sid Meier vete la aparición en cualquiera de sus ‘Civilization‘ de todo tipo de elementos históricos que han causado violencia y dolor a algún grupo humano, civilización, religión y/o animalito. Ahí tienes curro, Sid. Puede que hasta tengas que renombrar el juego y llamarlo “El-jardín-de-los-sueñezation”.

  • Y que si, todo lo anterior falla y aún así Valve quiere meter etarras, que lo haga, pero entonces que nos asegure que ‘Half-Life 3‘ sale antes de que acabe 2012. O dejamos de respirar. 

Aún no tenemos muy claro si proponer también que Julio Medem retome ‘La pelota vasca. La piel contra la piedra’ y haga un nuevo montaje para que no aparezca ningún tipo de simbología pro-etarra. Aún está a la venta, por lo que los consumidores peligramos, pero es que estamos discutiendo si no es casi mejor prohibir a Julio Medem al completo. 

En todo caso, gracias Facua, por dejar claro que un videojuego no es una película.


¿Podéis explicárselo a David Cage, ya que estáis?

(Disclaimer: No tengo relación con @studio54. Tampoco con ETA, Facua, el eje del mal, el Frente de Liberación de Judea, el tipo que robó ‘Half-Life 2’, Muse o Damon Lindelof)

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