Este hilo de Twitter es un ejemplo perfecto de cómo las grandes ideas y los juegos prometedores también corren el riesgo de cancelarse

Bushidog
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Bushidog es un juego que no quieres conocer, te lo garantizo. Es una pena adentrarse en sus mecánicas, documentos de diseño y prometedoras ideas, y acabar el camino sabiendo que no podrás jugarlo. Ni mañana ni nunca, aparentemente, porque Bushidog es un juego cancelado.

Como tantos otros títulos de los que acabamos conociendo lo mínimo, o ni siquiera nos acercamos a descubrir que existen, el trabajo de @chariospirale y @cakeprediction ha sido una montaña rusa que, por motivos de presupuesto, foco y tiempos, finalmente no llegará a ningún sitio.

"Bushidog se ha cancelado, y esta es la razón:"

Una auténtica lástima que uno de sus creadores explica en un hilo de Twitter hablando sobre cómo Bushidog ha ido pasando por distintas fases del proceso de producción hasta que, convertido en algo que poco o nada tenía que ver con la idea inicial, han acabado abandonando el proyecto.

Y es una verdadera pena porque, al menos sobre el papel, pintaba la mar de bien. Un perrete samurai de combos básicos en un universo 2D sin enemigos, sólo poblado por NPC's con los que puedes acabar luchando dependiendo de tus acciones.

Una idea pequeñita, con un mundo cerrado y de experiencia corta que pueda apoyarse en la rejugabilidad gracias a la muerte permanente. Una de esas pequeñas joyitas a las que te tirarías de cabeza con sólo leer la propuesta del prototipo, pero no un proyecto que sea coser y cantar.

"- Quería que el juego no tuviese nada de texto, por lo que el jugador debería averiguar cómo actuar dependiendo de las animaciones y el comportamiento de otros personajes.
- El juego tendría muerte permanente".

En ese proceso de ver cómo convertir una gran idea en un trabajo asequible, el equipo cuenta cómo empezaron a cambiar cosas para reducir el mundo, eliminar mecánicas, obviar la idea de los NPC... En definitiva, reenfocar el juego de cara a poder crear una demo con cara y ojos que presentar a un publisher.

 Una buena intención que, lamentablemente, se estaba llevando por delante todo lo que hacía especial a Bushidog y que, finalmente, les empujó a abandonar la idea y aprovechar lo aprendido para otro proyecto.

Una cara del mundo del videojuego muy distinta del mundo a la que estamos habituados a ver, pero una que se cuenta por millares y que es el pan de cada de día de la gran mayoría de desarrolladores. Una valiosa lección que, por otro lado, debería invitarnos a valorar más todos esos juegos que consiguen sobrevivir y salir adelante hasta llegar a nuestras manos.

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