Los seis mejores procesadores Intel y AMD de nueva generación para jugar ¿Cuál comprar? Consejos y recomendaciones

Desde hace varios años, el mercado del PC Gaming está viviendo una nueva edad de oro, provocada especialmente por el auge que este ha sufrido en los últimos años. Uno de los motivos fue, irremediablemente, la falta de stock de las consolas de nueva generación, que empujó a los jugadores a montar su propio ordenador para jugar. Mientras que otro, y todavía más importante, ha sido el crecimiento que el mercado ha tenido en la plataforma, donde ya podemos ver juegos otrora exclusivos como God of War o The Last of Us Parte I.

Sin embargo, adentrarse en el mundo del PC Gaming entraña bastantes complejidades que no todos los usuarios son capaces de superar. Aunque existe la opción de optar por ordenadores prefabricados o por portátiles gaming, que hacen del salto a la plataforma un paso mucho más dulce, la mejor opción pasará siempre por montar nosotros mismos nuestra propia máquina. Pero esto requiere una serie de conocimientos que no todo el mundo posee.

De hecho, el principal error que existe a la hora de montar un ordenador para jugar consiste en centrarse única y exclusivamente en la tarjeta gráfica. Si bien es cierto que contar con una de las nuevas RTX 4000 o Radeon RX 7000 es importante para tener un buen rendimiento en nuestros videojuegos, hay un elemento que pasa mucho más desapercibido por los menos expertos en hardware, como es el caso de los procesadores.

Este es uno de los componentes más importantes dentro de cualquier configuración de PC Gaming. Será crucial que la potencia del dispositivo que escojamos sea lo suficientemente alta como para acompañar a la tarjeta gráfica de nuestra configuración, y así evitar el temido problema del cuello de botella. Por eso, si además estamos buscando hacernos con lo más nuevo del mercado, a continuación os vamos a dar unos consejos para escoger los mejores procesadores Intel y AMD de última generación para jugar.

¿Qué tener en cuenta al buscar un procesador Intel o AMD de nueva generación?

Al igual que ocurre con el resto de componentes, hay varios elementos que siempre debemos tener presentes a la hora de tratar de hacernos con un procesador de nueva generación. El número de núcleos, la velocidad de los mismos y la compatibilidad las nuevas arquitecturas son algunos de los aspectos a considerar. A continuación vamos a ahondar en todo esos puntos clave que debemos considerar al buscar un procesador de nueva generación.

La duda de siempre: Intel o AMD

La principal duda que siempre ha existido a la hora de escoger un nuevo procesador consiste en la marca que queremos escoger para nuestro PC. Durante mucho tiempo, Intel ha dominado el sector de los procesadores, logrando una ventaja muy considerable respecto a lo que ofrecía AMD. Sin embargo, desde que la compañía surcoreana lanzó la familia Ryzen, la diferencia se ha reducido considerablemente.

De hecho, hace unos años, lo más común al preguntarnos por un procesador era recomendar los últimos modelos de AMD, debido a la gran relación calidad-precio que ofrecían dichos dispositivos. Y esto sigue estando presente a día de hoy, ya que los Ryzen 7000 de la compañía suelen contar con precios algo más controlados que la gama 13000 de Intel.

A nivel de potencia ambas compañías se encuentran muy parejas, especialmente después del lanzamiento de la gama 3D de los procesadores de AMD. Por tanto, sea cual sea la opción que escojamos, os podemos asegurar que los nuevos procesadores de una y otra compañía son ideales para poder mover sin ningún tipo de dificultad los juegos más actuales del mercado.

Una cuestión de arquitecturas: Raptor Lake vs Zen 4

Siguiendo con la diferenciación entre marcas, uno de los principales elementos a considerar es la arquitectura a la que pertenecen cada uno de estos procesadores. En el caso de los modelos de AMD, la compañía hace uso de la arquitectura Zen 4, que es una reinvención de lo visto en las últimas CPU de la compañía. En cuanto a Intel, en este caso se trata de la arquitectura conocida como Raptor Lake, que es una pequeña evolución respecto a lo visto en la microarquitectura LGA 1700.

A nivel general, ambas arquitecturas comparten muchos elementos en común. Las dos cuentan con soporte para la arquitectura PCIe 5.0, que promete ser el estándar de los nuevos SSD en el futuro, así como de las tarjetas gráficas que puedan llegar en las próximas generaciones. Además, ambos son compatibles con la memoria RAM DDR5, aunque aquí encontramos la primera diferencia palpable. Los procesadores de Intel también son compatibles con la anterior generación (DDR4), mientras que los de AMD solamente soportan los modelos más actuales de memoria.

Otra de las diferencias reside en el consumo. El TDP de los procesadores de AMD es algo superior al de los de Intel. ¿En qué se traduce esto? Pues que en posiblemente tengamos que hacer un desembolso algo más elevado en adquirir una fuente de alimentación que no provoque ningún tipo de problema en lo que a potencia se refiere. No obstante, esto se compensa un poco en los datos de temperaturas, donde los modelos de AMD ofrecen unos resultado más frescos.

El sistema híbrido de Intel, un factor diferencial

Con la llegada de la 12ª generación de procesadores de la compañía, Intel optó por reinventar la forma en la que separaba los núcleos de sus procesadores. En lugar de diferenciar entre núcleos clásicos, esta arquitectura diferenciaba entre P-Cores y E-Cores. Esta tecnología vuelve a estar presente en los procesadores Raptor Lake, y es un aspecto a considerar antes de decantarse por cualquier CPU.

Empezando por los P-Cores, también conocidos como núcleos de rendimiento, son aquellos que se encargan de entregar toda la potencia al procesador. Se trata de aquellos que cuentan con un mayor tamaño, más transistores, mayores frecuencia de reloj y un consumo más elevado. Estos son los núcleos encargados de mover los juegos, ya que son los que están pensados para exprimir al máximo la potencia del dispositivo.

Por otro lado, los E-Cores, o núcleos de eficiencia, son los que se encargan de las tareas más cotidianas. Estos son mucho más eficientes que los anteriores, consumiendo hasta un 40% menos que los procesadores de la 6ª generación de Intel. Al estar pensados para procesos secundarios o de menor velocidad, se obtiene una gran eficiencia, lo que puede ser determinante para esa diferencia de TDP que comentábamos anteriormente.

Para concluir, el uso de esta diferencia permite que la CPU sea "más inteligente" a la hora de diferenciar entre tareas. Con la presencia de estos núcleos, los procesadores dejarán de estar sobreutilizados en tareas como la navegación a través de internet, ofreciendo así un consumo mucho más eficiente. Y todo ello lo consiguen gracias al controlador Intel Thread Director, que es la herramienta que se encarga de diferenciar cuáles son las tareas más o menos pesadas.

AMD quiere liderar el monohilo con la frecuencia de reloj

La principal respuesta de AMD a la tecnología que comentábamos en anteriores líneas es la de tratar de liderar el rendimiento monohilo. Con esto, no solo se logra una mejora de rendimiento en este tipo de aplicaciones, sino que, conjuntamente, las aplicaciones multihilo también verán como su rendimiento se incrementa de forma notable.

Para logralo, AMD ha querido tratar de ofrecer los procesadores con la mayor frecuencia de reloj máxima posible que existe. De hecho, tal y como podemos saber gracias a los datos de la propia compañía, los procesadores de la gama Zen 4 son capaces de ofrecer una frecuencia de reloj máxima de hasta 5,7 GHz, superando así la que las CPUs de Intel llega a alcanzar.

Como ya hemos comentado, esto tendrá una influencia directa en el rendimiento bruto de los dispositivos. Con ello, AMD trata de enfrentarse a la gestión de Intel aplicando una mayor fuerza bruta en lo que a rendimiento se refiere. Además, lo destacado es que esto lo logra sin que el consumo se vea afectado muy negativamente.

Los seis mejores procesadores Intel y AMD de nueva generación para jugar ¿Cuál comprar? Consejos y recomendaciones

AMD Ryzen 5 7600X

El primero de los procesadores que tenemos que recomendar es sin lugar a dudas el AMD Ryzen 5 7600X. Este dispositivo es el más económico de todos los de la lista, y es ideal para aquellos que buscan montar un PC Gaming de gama media con un presupuesto algo más ajustado. Cuenta con 6 núcleos y 12 hilos, y su velocidad de reloj base es de 4,7 GHz, ampliable hasta los 5,3 GHz. Además, su TDP es de tan solo 105W, por lo que es realmente eficiente. En estos momentos cuesta 256,96 euros en Coolmod.

Intel Core i5-13600K

La alternativa inmediata al primer procesador de AMD es el Intel Core i5-13600K. Este modelo resulta algo más caro que el anterior ejemplo, pero también ofrece una potencia algo superior. Concretamente, este modelo incorpora 6 P-Cores y 8 E-Cores, con un máximo de hasta 20 hilos. Aunque su velocidad de reloj base es inferior al modelo anterior (3,5 GHz) la máxima se encuentra muy pareja (5,1 GHz), aunque no es necesario para ofrecer un rendimiento fantástico en juegos. En Coolmod cuesta 339,95 euros.

AMD Ryzen 7 7800X3D

La gama 3D de AMD es la última que ha llegado al mercado, suponiendo una mejora en rendimiento considerable respecto a los Ryzen 7000 clásicos. Este modelo es perfecto incluso para aquellos que busquen jugar a resolución 4K, gracias a unas características realmente fantásticas. El dispositivo incorpora 8 núcleos y 16 hilos con una velocidad de reloj de 4,2 GHz, ampliable hasta los 5,0 GHz. Además su TDP "solo" crece hasta los 120W, haciendo de él una opción realmente eficiente. En PcComponentes cuesta 412,00 euros.

Intel Core i7-13700K

Probablemente, el Intel Core i7-13700K es uno de los procesadores más populares de la actualidad. Al igual que el modelo anterior de AMD, está pensado para ejecutar juegos a resoluciones de hasta 4K. En este caso se produce una evolución respecto a lo visto en el i5, pues ahora contaremos con 8 P-Cores y 8 E-Cores. La velocidad de reloj máxima que es capaz de alcanzar hasta los 5,4 GHz, compitiendo incluso contra los AMD en este aspecto. En Amazon cuesta 440,00 euros.

AMD Ryzen 9 7950X3D

El AMD Ryzen 9 7950X3D es el procesador más potente de la marca que podemos encontrar en la actualidad. Está pensado para aquellos usuarios más entusiastas, que quieran disponer del hardware para videojuegos más potente del momento. Buena muestra de ello son sus especificaciones, con un total de 16 núcleos y hasta 32 hilos, con una frecuencia de reloj máxima de 5,7 GHz. Además, a nivel de eficiencia y temperaturas no tiene rival en su gama. En PcComponetes cuesta 659,90 euros.

Intel Core i9-13900K

Para finalizar, tenemos el que para muchos es considerado como el mejor procesador que existe para videojuegos. Esta CPU cuenta con un total de 8 P-Cores y 16 E-Cores, siendo la cifra más alta de los vistos hasta ahora. Además, su frecuencia de reloj máxima es capaz de alcanzar los 5,8 GHz, unos datos realmente asombrosos. Eso sí, se trata de un dispositivo con un consumo y unas temperaturas bastante elevadas, por lo que hay que tenerlo presente antes de decantarse por él. En Coolmod cuesta 639,94 euros.

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Imágenes | Christian Wiediger en Unsplash, Luis Gonzalez en Unsplash, Krzysztof Hepner en Unsplash, AMD, Intel

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