Hace unas semanas comentábamos por aquí lo que a priori parecía el movimiento más lógico en la nueva estrategia de Microsoft: Xbox Series X y Xbox One compartirían las exclusivas de Microsoft durante los primeros años de la nueva generación.
Al parecer hubo algo de revuelo al respecto pese a que, además de llevar mucho tiempo ocurriendo lo mismo con PC, parece un movimiento encarado a hacer aún más atractivo el salto al ecosistema de Xbox y su exitoso Game Pass.
El jugador está en el centro, no las consolas
Recientemente Phil Spencer, jefe de Xbox, ha hablado sobre ello para dar a conocer su opinión y la estrategia que planean llevar a cabo durante los próximos meses. Spencer asegura que el jugador debe ser ahora el centro de atención. Una posición que hasta ahora ocupaban las máquinas.
"Creo que hoy en día, si miramos al ecosistema de PC, vemos que algunos de los juegos con mejores gráficos están en ordenadores de gama alta, y algunos de esos juegos también son capaces de correr en ordenadores algo más viejos y con menos capacidades. Y el estado de los motores y las posibilidades de hoy en día permiten que los desarrolladores tengan la capacidad de aprovechar todo el hardware que tienen delante."
Spencer asegura que su objetivo con Series X ha sido precisamente ese, contruir la mejor consola posible y ofrecer a los desarrolladores todas las facilidades. Asegura que, siguiendo esa dualidad de máquina más potente y dispositivos más humildes, pueden ofrecerle a sus creadores una audiencia más amplia.
"No voy a dictar lo que cada estudio third party tiene que apoyar, pero lo que vemos en el mundo actual es que los jugadores quieren jugar con sus amigos sin importar qué dispositivo tengan, la gente quiere jugar a la mayor selección de juegos y los desarrlladores quieren poder utilizar la mejor tecnología disponible. Hemos construido este plan con esos tres aspectos en mente y nos sentimos realmente bien por estar donde estamos."
En cualquier caso, va a ser interesante ver hasta qué punto empresas como EA y Ubisoft le siguen el juego. Que las exclusivas de Xbox One y Series X sean compartidas es genial para su estrategia, pero si el resto de empresas opta por saltar rápido de generación olvidando la anterior, el plan puede tener una fecha de caducidad más corta de la que probablemente esperan.
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